“Los plaguicidas son necesarios, pero se abusa”
“Los plaguicidas son necesarios, pero deberían usarse con un máximo cuidado. En Bolivia, especialmente en Santa Cruz, se abusa y se mal usan”, afirma el agrónomo y docente universitario en Santa Cruz Roberto Unterladstaetter.
En un análisis sobre el uso de los plaguicidas, sus causas y sus efectos, admite que las consecuencias son nocivas en todo sentido y que precisamente por ello es que se debe aplicar con extremo cuidado.
“Los mismos agricultores tienen gran parte de culpa del excesivo uso de agroquímicos. No monitorean sus cultivos y aplican por si acaso”, asegura a OPINIÓN.
Agrega que las casas comerciales o proveedoras de los agroquímicos “aprovechan esta situación y los atiborrean de venenos”.
Señala que el 60 por ciento de las aplicaciones de los plaguicidas no se justifican.
Consultado sobre cifras del incremento en la importación de agroquímicos responde que sí hubo alza, pero desconoce en qué porcentaje. “No sé si será en 500 por ciento , pero es muy importante el aumento. Sin embargo hay que decir también que ha crecido el área cultivado y los ciclos de cultivo por año con la siembra directa que es en la que se usa herbicidas en lugar de arar y rastrear el suelo”.
De acuerdo a su experiencia, asegura que los plaguicidas son necesarios, “sin embargo deberían usarse con mucha precisión y dentro de un modelo integrado de manejo de plagas como: 1 estrategia legal de las plagas. 2. estrategia cultural 3. manejo natural, 4. estrategia biológica, 5. estrategia física; y 6. estrategia química. Todo integrado da como resultado el MIP, que es el Manejo Integral de Plagas”.
Sugiere aplicar todas las estrategias o manejos en su momento y oportunidad.
En un artículo reciente titulado “Biotecnología y miopía”, el docente universitario dijo que se “crearon leyendas sobre los transgénicos, el glifosato, los biocombustibles y otros”.
Insistió: “No es hacer una apología de los agroquímicos. Todos son de cuidado para la salud humana, tanto como los remedios, desinfectantes, detergentes, productos de limpieza o cosméticos. El problema es el abuso que se hace de ellos. La dosis hace al veneno (Paracelso 1493 – 1541)”.
El miércoles, el gerente general del Instituto Boliviano de Comercio Exterior, IBCE, Gary Antonio Rodríguez, escribió otro artículo con un título aún más contundente: El glifosato no causa cáncer.
Se basó en un comunidado de la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos, que habría revisado el glifosato.
“La EPA confirma que no hay riesgos para la salud pública cuando se usa el glifosato de acuerdo a su etiqueta actual, y que el glifosato no es carcinógeno. Los hallazgos científicos de la Agencia sobre el riesgo para la salud humana son consistentes con las conclusiones de las revisiones científicas realizadas por muchos otros países y otras agencias federales…”, rezaba el Comunicado de Prensa emitido por la entidad gubernamental estadounidense, del 30 de abril.
“Si vamos a tener que alimentar a 10 mil millones de personas en 2050, vamos a necesitar todas las herramientas a nuestra disposición, lo que incluye el uso del glifosato”, dijo el Secretario de Agricultura de Estados Unidos (USDA), Sonny Perdue (...), “USDA aplaude la decisión de registro propuesta por la EPA, ya que se basa en la ciencia y es consistente con los hallazgos de otras autoridades reguladoras de que el glifosato no representa un riesgo carcinogénico para los humanos” -decía el Comunicado- indicando además que “el glifosato es el herbicida más utilizado en la agricultura de EEUU y se lo ha estudiado por décadas. El glifosato se usa en más de 100 cultivos alimenticios resistentes al glifosato, incluidos el maíz, la soja, el algodón, la canola y la remolacha azucarera…”.
Pero los críticos de la sustancia química cuestionaron las garantías de la EPA, según publicó la agencia Reuters.
"Desafortunadamente, los consumidores estadounidenses no pueden confiar en la evaluación de la EPA sobre la seguridad del glifosato", dijo Nathan Donley, científico principal del grupo ambientalista Centro para la Diversidad Biológica.
El debate sobre la seguridad del glifosato ha puesto de relieve las agencias reguladoras de todo el mundo en los últimos años y, más recientemente, en los tribunales de los EEUU.
LA DISCUSIÓN
En 2015, el brazo contra el cáncer de la Organización Mundial de la Salud clasificó al glifosato como "probablemente carcinogénico para los humanos". Pero la EPA en 2017 dijo que una evaluación de riesgos de glifosato de una década de duración encontró que el químico no era probablemente carcinogénico para los humanos.
En febrero, los analistas de la agencia de salud brasileña Anvisa también determinaron que el herbicida no causa cáncer y recomiendó límites de exposición.
En el primer juicio de US Roundup, un hombre de California recibió 289 millones de dólares en agosto de 2018 después de que un jurado de un tribunal estatal determinó que el herbicida causó su cáncer. La cantidad se redujo más tarde a 78 millones y está siendo apelado por Bayer.
Monsanto desarrolló Roundup como el primer herbicida a base de glifosato, pero ya no está protegido por patente y hay muchas otras versiones disponibles. Bayer compró Monsanto el año pasado por 63 mil millones de dólares.
De acuerdo a la relación hecha por la agencia Reuters, “un jurado estadounidense en marzo otorgó 80 millones de dólares a otro hombre de California que afirmó que su uso de Roundup causó su cáncer”.