Un japonés cautivado con Bolivia desde niño
Una prueba de que el amor por Bolivia puede nacer incluso al otro lado del mundo es Makoto Shishido, el charanguista japonés que integra la agrupación folclórica Los Kjarkas.
El músico está en Bolivia hace casi 20 años, pero se enamoró del país a los seis años de edad, cuando empezó a estudiar los instrumentos musicales bolivianos, por influencia de sus padres que, a pesar de ser japoneses de origen, escuchaban composiciones musicales de Bolivia.
Cuando tenía ocho años de edad, Makoto confirmó que los ritmos bolivianos eran su pasión, debido a que asistió por primera vez a una presentación que Los Kjarkas tuvieron en Japón.
Tras esa experiencia, cada vez que Los Kjarkas estaban de gira por Japón, Makoto y su familia garantizaban su presencia.
ESTUDIO
Influenciado por la música de Los Kjarkas, Makoto continuó sus estudios de música nacional en la adolescencia. A los 18 años, ingresó a un conservatorio musical en Tokio (Japón) para aprender composición.
Ahí conoció a dos japoneses con los que conformó una banda que interpretaba ritmos andinos, se llamaba Raíces.
DESTINO
Mientras cursaba sus estudios superiores en Japón, emprendió un viaje a Cochabamba, con el objetivo de perfeccionar el talento que poseía para interpretar instrumentos bolivianos.
Su permanencia en el país le permitió aprender nuevas técnicas, pero tenía que volver a su tierra natal, aunque no sería por mucho tiempo.
Makoto solo pudo quedarse un año en Japón, luego, tomó la decisión de volver a Bolivia y forjar su destino musical ahí.
CARRERA
Su talento para tocar el charango le abrió muchas puertas en Bolivia. Inicialmente integró el grupo folclórico llamado Muñay.
Más adelante, se hizo realidad su sueño más grande, ser parte de Los Kjarkas. En 2001 audicionó y fue seleccionado entre varios charanguistas.
FAMILIA
Makoto no solo consolidó su carrera musical en Bolivia, sino también su vida amorosa.
Se casó con una integrante del cuerpo de baile de la agrupación folclórica y tuvieron un hijo llamado Towaki.
En retribución a todo lo que Bolivia le dio, ahora tiene un proyecto llamado Wayra Japonandes, un grupo que fusiona ritmos bolivianos y japoneses.
Grupo
Wayra Japonandes es un grupo de música folclórica boliviana y japonesa que está conformada por Makoto Shishido y tres de sus compatriotas.