Economistas ven déficit, plantean exportar más e importar menos
Los economistas se enfocan en el tema del déficit fiscal, más gastos que ingresos en Bolivia, y, además, plantean para 2020 la necesidad de exportar más e importar menos.
Este año el país cerrará con un crecimiento económico del 2% y un déficit fiscal de 9%, según la Cámara de Industria, Comercio, Servicios y Turismo de Santa Cruz (Cainco), según publicó Página Siete el 27 de diciembre. Se advirtió que uno de los temas con los que se tendrá que lidiar el siguiente año es el déficit fiscal.
Desafío
“Tenemos el desafío de incrementar las reservas internacionales, para que esto sea un sólido respaldo a la moneda nacional”.
Gary Rodríguez
Sin embargo, el economista Gabriel Espinoza dijo que, en general, el 2020 será un año similar a 2019. Respecto al déficit fiscal, manifestó que probablemente baje respecto a lo visto en los últimos cuatro años. “Eso tiene que ver con un reordenamiento del gasto fiscal. En los últimos cuatro o cinco años, se ha concentrado demasiado los recursos en el nivel central y en las empresas públicas. Durante los próximos años probablemente veamos una desconcentración del gasto y significa que con menos dinero probablemente se logre mejores tasas de crecimiento y mayor impacto en la población, porque serán los gobiernos subnacionales, aquellos que están encargados de proveer servicios públicos a la población, los que tengan mayores recursos".
El gerente general del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), Gary Rodríguez, expresó que como país existe la necesidad de “disminuir o racionalizar” los gastos públicos, entre otros. “Eso no se puede hacer sino incrementando las exportaciones y disminuyendo las importaciones en aquellos rubros en los que podemos producir”.
LA CONFIANZA
Los economistas coinciden en que es necesario recuperar la confianza en Bolivia en el aspecto económico.
Rodríguez dijo que recuperar la institucionalidad, la seriedad y la confiabilidad en las entidades del Estado, en la justicia boliviana es importante. “Es la gran tarea”.
Para Espinoza, en líneas generales, lo más importante probablemente tenga que ver con la confianza de los consumidores del país y de las empresas.
“En el último trimestre de 2019 hemos visto que al margen de los problemas sociales y políticos que hemos vivido, pues gran parte de los ahorristas, de los inversionistas ha mantenido su dinero dentro de Bolivia. Eso significa que hay cierta confianza sobre el manejo que se tiene en la economía"”
Rodríguez aseguró que, considerando las prioridades, se debe atacar lo urgente, que es disminuir o revertir el desbalance, para lo que plantea la implementación de políticas, una de promoción selectiva de exportaciones y otra de sustitución competitiva de importaciones.
“Lo primero significa atacar, centralizar, focalizar los esfuerzos en sectores de rápida reacción, como el sector agrícola, el sector pecuario, sector agroindustrial, forestal maderero y del turismo. A partir de ahí, y en paralelo, se tiene que ir dictaminando políticas para desarrollar otros sectores, como puede ser la nueva minería, el sector de hidrocarburos, avanzar en lo que es el fortalecimiento del sector industrial manufacturero”.
Agregó que también existe potencial en el campo de la marroquinería o la manufactura en madera. "Tenemos mucho que hacer en el rubro de los servicios, en el campo de desarrollo de software, entrar en la economía de los intangibles".
UNA APUESTA
El Gerente del IBCE dijo que para conseguir que más dólares ingresen por exportación, un planteamiento es apostar a que en el caso de la gasolina y el diesel, se pueden sustituir con bioetanol y biodiesel.
“En el primer caso, la solución está en nuestras manos. Yacimientos (Petrolíferos Fiscales Bolivianos) tiene que incrementar los volúmenes de compra, para mezclarse con la gasolina, estamos hablando del bioetanol. Y en el segundo caso, hay que definir de una vez y a la brevedad posible el precio que Yacimientos puede pagar por el biodiesel, para fabricarlo a partir del aceite crudo de soya y disminuir las importaciones cuantiosas que tenemos en cuanto diesel fósil”.
El año pasado, Bolivia gastó 1.251 millones de dólares importando combustibles líquidos, gasolina y diesel, este último por casi 900 millones de dólares. Y este año las proyecciones llegan a 1.500 millones de dólares.
El economista y sociólogo Roberto Laserna expresó que reactivar la economía es un proceso lento, por tanto habrá “tensiones muy grandes”, porque la gente buscará culpables y apuntará al actual Gobierno, que debe enderezar el rumbo. “Yo creo que vamos a tener dificultades, que hay que saber sobrellevar sobre todo con información transparente, con datos que sean adecuados”.
El país también depende del contexto internacional
El economista Gabriel Espinoza dijo respecto a Argentina que hay que ver la sostenibilidad de las reformas que apuntan a dinamizar su economía. “El problema de esto es que es nuestro segundo gran comprador de gas, y en la medida que su economía no se reactive, sus demandas van a ser relativamente bajas, y, por lo tanto, los ingresos que nosotros percibimos también”. “En términos de precios internacionales, en 2019 va a ser muy volátil”, afirmó.
La situación que sufre Australia, que es uno de los grandes productores de granos del mundo, podría beneficiar a Bolivia. Australia sufre un incendio, que puede afectar a su producción. Se estima una pérdida del 75% y 80%, lo que tendría un impacto global en precios. “Es muy probable que los precios de los precios tiendan a subir por el efecto del incendio, por lo tanto los exportadores bolivianos se vean beneficiados”. En contrapartida, hay problemas serios en la minería, porque los precios se estancaron.