Curas, abogados y médicos estarán en comisión que indagará abusos
Ciertos sacerdotes de la Iglesia católica penetraron en el área rural de Bolivia y fijaron su mirada en la población que está a kilómetros de distancia de la urbe, ahí donde el albedrío es libre y deambula a sus anchas, burlando la lejanía de las instituciones de seguridad. Ahí donde lograr que la Policía intervenga un acto criminal demora más que la conformación de un Tribunal del pueblo que haga Justicia por mano propia. Donde las vejaciones sexuales colectivas a niños son fáciles de perpetrar.
Esos religiosos transformaron esos pueblos chicos en infiernos grandes para los niños. Establecieron internados donde prometieron resguardar a los menores de edad del pueblo que no tenían recursos económicos, se ganaron la confianza de sus padres, pero terminaron estrujando sus vidas, violando y abusando sexualmente de ellos.
Actualmente, se investiga a un jesuita español ya retirado, acusado de abusar sexualmente a varios niños en la década de 2000. Aparecieron imágenes en las que se lo ve tocando partes íntimas de niños y niñas entre los seis a 12 años.
Una fuente que vivió junto al acusado en la década de 1990 y que recientemente conoció esas imágenes, quien pidió el anonimato, dijo a EFE que esos actos sucedieron en la habitación del supuesto agresor y en un cuarto de huéspedes de una comunidad jesuita de Santa Cruz.
Este caso está en proceso de indagación.
COMISIÓN
En el marco de Semana Santa, la Iglesia consideró “saludable” que estos casos se conozcan, "porque es un período de purificación y estas cosas nos ayudarán a (tener) un compromiso mayor", según el secretario general de la Conferencia Episcopal de Bolivia, monseñor Aurelio Pesoa.
El religioso confirmó que crearán una comisión que oriente sobre la pederastia y que esté abierta a conocer posibles casos de abusos sexuales de sacerdotes a menores en Bolivia.
Consultado al respecto, Pesoa admitió que "no es fácil" identificar a los integrantes de esa instancia y deberán tener conocimientos jurídicos, principalmente del Derecho Canónico, y psicológicos, además de que tendrán que ser personas "discretas" y altamente "responsables".
"Uno de los temas que nos han recomendado (desde la Santa Sede) es cuidar siempre al que ha sido agredido o al que ha sido abusado", precisó.
El vicario judicial adjunto del Arzobispado de Cochabamba, padre Miguel Manzaneda, adelantó que ese grupo estará conformado por sacerdotes, abogados e, inclusive, médicos.
Pero, será la Conferencia Episcopal de Bolivia, que se realizará en Cochabamba dentro de algunas semanas, la responsable de hacer esa designación hasta fines de este mes o principios de mayo.
PROTOCOLO
Según Manzanera, esa instancia también aprobará protocolos y orientaciones sobre cómo intervenir ante este tipo de casos.
"Si bien en Bolivia los casos han sido pocos, eso no nos exime de crear estas instancias que nos ayudarán a resolver estos problemas", dijo en una entrevista con EFE el Secretario general de la Conferencia Episcopal de Bolivia.
La autoridad mencionó que es preciso "correr el riesgo" y profundizar en el problema, para que luego la Iglesia pueda hablar con "mayor propiedad" sobre posibles abusos y tenga una voz que "pueda orientar" a sus ministros.
El prelado destacó que los salesianos, franciscanos y jesuitas cuenten con un protocolo para abordar estos problemas, pero también consideró que "es poco" si se considera que las congregaciones religiosas, entre masculinas y femeninas, son alrededor de 60 en Bolivia.
"Creo que irán apareciendo (más denuncias), ojalá no sean como las que hemos sabido que han ocurrido en otros países", finalizó el Secretario general.