El cielo se cierra para la aviación en el mundo
El cielo se cierra para las aerolíneas que operan en distintos países del mundo, debido a la paralización de sus actividades por las restricciones generadas por la pandemia del coronavirus, COVID-19.
El virus que se conoció a fines de diciembre de 2019, golpeó a las empresas aéreas y de este lado del mundo comenzó a ahondar el problema desde mediados de marzo.
La recuperación de la normalidad está en incertidumbre.
Hace una semana, la aerolínea colombiana Avianca se declaró en bancarrota en Estados Unidos debido a los efectos generados por la pandemia del coronavirus, COVID-19, una crisis que golpea a la actividad internacional de la aviación, por la suspensión del transporte aéreo de pasajeros desde mediados de marzo.
La aerolínea, que es la segunda más grande de América Latina, se acogió a la ley de bancarrota en el país del norte, de acuerdo con BBC. El proceso pospone las obligaciones de una empresa estadounidense con sus acreedores, dándole tiempo para reorganizar sus deudas o vender partes del negocio.
La compañía Avianca Holdings informó en un comunicado que sus ingresos consolidados se redujeron en más de 80% y que es la "crisis más desafiante" de sus 100 años de historia como compañía.
Según la revista colombiana Semana, citada por BBC, la compañía también espera poder preservar los puestos de trabajo en Colombia y el continente. Avianca tiene 14 mil empleados en Colombia y en toda América Latina son 21 mil trabajadores.
La línea aérea colombiana previamente se había declarado en bancarrota a principios de la década de 2000, y fue rescatada por un acuerdo con el magnate petrolero boliviano German Efromovich.
Esta crisis azota a todas las empresas aéreas en el planeta. Según El Espectador, de 200 mil vuelos diarios, alrededor del mundo, permanecen activos tan solo el 10 %. Se estima que en Latinoamérica las pérdidas económicas podrían ser de 18 mil millones de dólares. Expertos aseguran que cuando se reactive la industria, las aerolíneas van a ser más pequeñas, tendrán limitaciones y la oferta para el pasajero será totalmente distinta.
Ya hace un mes, CNN publicó que el número de personas que viajan en avión disminuyó aproximadamente un 96% en medio de la pandemia de coronavirus, según múltiples métricas. En Estados Unidos la caída de pasajeros y órdenes de confinamiento en gran parte del país ha provocado que las aerolíneas reduzcan el 71% de su capacidad, según Airlines for America, un grupo industrial que representa a compañías como American, Delta, Southwest y United Airlines.
La publicación, de mediados de abril, expuso solo alrededor de uno de cada 10 asientos en los aviones domésticos de Estados Unidos que volaban estaban ocupados. Con menos vuelos, necesitan menos aviones. Las aerolíneas estadounidenses actualmente tienen cerca de 1.800 aviones, o 1.500 más que en diciembre, en tierra, lo que representa aproximadamente el 30% de la flota.
A principios de año, se operaron diariamente alrededor de 111 mil vuelos comerciales, según Airlines for America. A principios de abril, solo había 31 mil vuelos.
La Vanguardia informó que la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) reveló que las líneas aéreas podrían enfrentarse a una disminución de 1.500 millones en el número de personas que viajen en vuelos internacionales este año. El coronavirus se ha inoculado en el sector, que se prepara para vivir una etapa en la que se volará menos y se pagará más. Habrá menos pasajeros, con menos presupuesto en los bolsillos, y más controles sanitarios. Igualmente, la capacidad de asientos disponibles para viajes internacionales podría reducirse en tres cuartas partes.
La Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) emitió un comuNicado a mediados de abril en el que advirtió que el coronavirus pone en riesgo la mitad de los ingresos por pasajeros aéreos. Detalló que bajaron 314 mil millones de dólares en 2020, una caída del 55% respecto a 2019.
A fines de marzo, la IATA estimó 252 mil millones de dólares de pérdidas de ingresos (-44% respecto a 2019) en un escenario de tres meses de restricciones severas de viajes.
Sin embargo, los datos muestran que la crisis se agravó más. Entre otros, se reflejan parámetros como el impacto severo global, incluidas África y Latinoamérica, donde la presencia de la enfermedad ha sido menor y se esperaba que las cifras de marzo reflejaran un menor impacto.
IATA también publicó que "se espera un empeoramiento en el segundo trimestre, con una caída del PIB de un 6% (versus -2% en el punto álgido de la crisis financiera global). La demanda de pasajeros aéreos sigue de cerca la evolución del PIB. El impacto económico del COVID-19 en el segundo trimestre podría provocar una caída de la demanda de pasajeros en un 8% para el tercer trimestre".
A principios de abril, los vuelos cayeron un 80% a nivel global respecto a 2019, debido, principalmente, a las restricciones severas de viaje impuestas por los Gobiernos para frenar la expansión del coronavirus.
"Los mercados domésticos podrían experimentar el inicio de un repunte de la demanda a principios del tercer trimestre en una primera fase tras el levantamiento de las restricciones de viaje. Por el contrario, se retrasa la recuperación de los mercados internacionales ante el aumento de la duración de las restricciones".
El consejero delegado de IATA, Alexandre de Juniac, dijo que las aerolíneas podrían ver reducidas sus reservas de liquidez en unos 61 mil millones de dólares en el segundo trimestre, lo que pone en riesgo 25 millones de empleos que dependen de la aviación. "Sin medidas urgentes de ayuda, muchas aerolíneas no sobrevivirán para conducir la recuperación económica”, sostuvo.
Solo en Avianca, según BBC, la mayoría de sus 20 mil empleados se encuentran de licencia sin sueldo. Si no sale de la bancarrota, Avianca sería la primera aerolínea importante en caer en medio de la pandemia.