VÍCTIMAS DEL BISTURÍ
Buscan belleza y casi hallan la muerte
Su vida se destruía a sus 28 años. Jerson Trujillo literalmente se caía a pedazos, pues la piel de su cara se descompuso luego de que le inyectaron una sustancia para agrandarle los pómulos.
El caso de ese joven colombiano es uno entre varios que son emblemáticos en el mundo, porque dan cuenta de que la búsqueda de la belleza a veces solo acerca a la muerte.
Jerson sobrevivió para contar su caso, así como una persona transexual de Estados Unidos Rajee Narinesingh, que quería adquirir rasgos femeninos, pero jamás imaginó que el médico le rellenaría los cachetes con cemento.
Actualmente, la inyección de silicona está en boga en el inframundo estético. La gente lo usa para agrandar ciertas partes de su cuerpo, pero esa sustancia, generalmente, no es asimilada y una de las peores consecuencias que conlleva es el necrosado de la piel.