Abuso sexual infantil en Bolivia sube en 28 por ciento respecto a 2017
Tiene nueve años y su nivel de vulnerabilidad es superior al del resto de las niñas, nació con síndrome de Down. Su discapacidad, su edad -11 años menor que su agresor sexual- o la indefensión en la que se encontraba -estaba sola en casa-, no fueron factores que conmovieron al hombre de 20 años de edad que abusó sexualmente de ella el pasado 5 de julio y le lesionó la lengua para que supuestamente no diera detalles del vejamen al que fue sometida.
Esta violación, perpetrada en Yurac Yurac (Sucre), fue difundida por medios internacionales debido a la saña con la que se produjo. La menor de edad, como cualquier otro niño con síndrome de Down, presentaba dificultades articulatorias, de habla y retraso mental. Así, en estado de indefensión, fue asediada por un hombre de 20 años que trabajaba como albañil.
Las imágenes registradas por las cámaras de vigilancia instaladas cerca del lugar donde ocurrió la violación dan cuenta de que el agresor se acercó a la niña y la llevó a una propiedad en construcción.
La Policía informó que la violó y le cortó la lengua; luego, la Defensoría de la Niñez y la Adolescencia de ese departamento aclaró que la niña se lastimó ese órgano en el forcejeo. Posteriormente, el agresor confesó que él le mordió al intentar besarla.
La Policía requisó la vivienda del joven y halló las prendas que usó el día de la violación, una de ellas manchada de sangre que derramó la niña cuando le lesionó la lengua.
Al ser descubierto, el victimador lloró y dijo que estaba ebrio.
Si bien este caso conmovió más, hay otros 435 menores de edad que sufrieron vejámenes sexuales durante el primer semestre de 2018 en Bolivia.
En lo que va de la gestión, hay 28 por ciento más casos que el mismo período de 2017. El año pasado (de enero a junio) se reportaron 304 abusos sexuales infantiles en Bolivia, de acuerdo con información proporcionada por el director nacional de la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (FELCV), coronel Erick Millares.
SITUACIÓN
La Fiscalía General del Estado proporcionó información detallada de las violaciones a “infante, niña, niño o adolescente”. Los casos atendidos en el país en 2017 suman 837.
La Paz es donde se reportó la mayoría de las violaciones, 177 en total, que representan el 21 por ciento del 100 por ciento de casos.
En segundo lugar está Cochabamba, con 167 abusos sexuales a menores de edad. Mientras que el tercer puesto es para Santa Cruz, con 118.
Juntos, los departamentos del eje troncal del país aglutinan el 55 por ciento de violaciones nacionales.
El 45 por ciento de vejámenes restantes se concentran en seis departamentos: Tarija (95), Beni (80), Chuquisaca (64), Potosí (51), Pando (48) y Oruro (37).
PROCESOS
Según la Fiscalía General del Estado, como en muchos de esos casos los agresores pertenecen al círculo familiar de las víctimas, “es común que la representación de los menores de edad agredidos desista de continuar con el proceso”. Así, en 2017, hubo un número elevado de resoluciones de rechazo, 177 en total.
SENTENCIAS
Esa misma gestión solo emitieron 11 sentencias condenatorias en contra de los violadores.
De acuerdo con la Fundación Una Brisa de Esperanza (FUBE), este tipo de procesos se extienden por años.
La abogada de FUBE María del Carmen Arispe, por ejemplo, aún está llevando adelante casos que datan de 2012 y 2013.
Si bien FUBE patrocina los procesos en contra los sospechosos de abusos sexuales, en algunos casos las familias de las víctimas desisten, debido a que deben peregrinar de una instancia pública a otra o prefieren evitar que los menores de edad sean revictimizados: “Los niños deben contar lo que les sucedió muchas veces”. Arispe puntualizó que les piden su testimonio en la Defensoría de la Niñez, en el Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF) y en el Ministerio Público, entre otros.
Como deben de relatar lo sucedido en varias ocasiones, con el transcurso del tiempo ya no les provoca inestabilidad emocional. “Esperan ver a una víctima quebrada y, a veces, no ocurre así”, por lo que, cuando se llega a los estrados judiciales, no se les cree.
El año pasado, 31 procesos fueron suspendidos por jueces ante la falta de pruebas, entre otras causales. Además, una decena de agresores sexuales de menores de edad se beneficiaron con medidas alternativas a privación de libertad.
ACCIONES
FUBE denunció ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ese tipo de irregularidades, como la que los menores abusados relaten una y otra vez su caso, la duración del proceso y la falta de personal especializado en peritaje, entre otras observaciones.
La CIDH instruyó, hace aproximadamente un año y medio, que el Estado tome en cuenta las recomendaciones de instancias con FUBE, pero, hasta la fecha, la Fundación no fue convocada por las autoridades.
¿Qué está haciendo el Estado al respecto? Si bien el Gobierno aún no acató la recomendación de la CIDH -y podría recibir una sanción según la abogada de FUBE María del Carmen Arispe- la Cámara de Diputados de la Asamblea Legislativa Plurinacional de Bolivia prevé tratar en un plazo máximo de dos meses una ley de registro de violadores.
La presidenta de la Comisión de Justicia de la Cámara de Diputados, Nelly Lenz, dijo que esa normativa prevé difundir a la sociedad los nombres, fotografías y antecedentes de personas sentenciadas por cometer abusos sexuales.
Esta ley no es nueva, países como Argentina o Estados Unidos tienen experiencias similares. Desde la Defensoría del Pueblo en Cochabamba consideraron necesario el registro, pero alertaron que se deberá tener cuidado cuando los agresores sean menores de edad, debido a que tienen leyes que los respaldan.
MUNDO
El número de violaciones que ocurren en Bolivia no es comparable con el de otros países del sur del continente.
En 2017, Brasil era el país donde más niños fueron ultrajados sexualmente, se contabilizaron más de 22 mil casos.
Bolivia ocupó el séptimo puesto entre una decena de países, en cuanto a número de casos.
37 Casos
Oruro es el departamento del país donde menos agresiones sexuales a menores de edad ocurrieron en 2017: 37 casos, según un informe anual de la Fiscalía General del Estado.
Otro departamento con menor cantidad de hechos de ese tipo es Pando (48).
Frecuencia
El delito de violación es el que menos se registró en 2017 en Bolivia, se reportaron 1.933 casos. El hecho más denunciado fue la violencia familiar (32.820).