Hay 10 figuras ediles en la historia de 14 años de crisis en Quillacollo
Zacarías Jayta del Frente Para la Victoria (FPV) fue posesionado el 9 de junio por el Concejo Municipal como alcalde de Quillacollo.
En la actualidad ocupa la silla edil y, como una forma de cercanía con la población, atiende a los ciudadanos de manera directa. “Puede tocarle la puerta o hablar con la secretaria”, explica una funcionaria de la Alcaldía.
Pero, esto no es sinónimo de haber superado la crisis por la que atraviesa ese municipio del Valle Bajo, el tercero en población de entre los 47 que tiene el departamento de Cochabamba. En 14 años, Quillacollo estrena nuevamente Alcalde, el décimo. Los cambios se dieron en medio de críticas y conflictos, como en las anteriores gestiones.
RICARDO MERCADO
El año 2004 comenzó la inestabilidad en el municipio. Entonces era alcalde Ricardo Mercado, del Movimiento Al Socialismo (MAS).
Fue retirado del cargo por presión de militantes de su mismo partido por presuntas irregularidades en la ejecución de un plan maestro de agua potable. Fue implicado en supuestos hechos de corrupción por supuesta malversación de recursos y uso indebido de bienes.
HUGO MIGUEL
Fue sustituido por Hugo Miguel Candia, también del MAS. Pero, continuó la pugna por el poder político al interior del partido político, situación reflejada en más cambios de Alcalde.
Estos cambios se dieron por presiones y movilizaciones populares.
ORLANDO ESPINOZA
En noviembre de 2008 fue posesionado Orlando Espinoza, también del partido masista. Un mes después fue observado por tener una Alcaldía “paralizada”, de acuerdo con los registros de ANF, con obras “abandonadas” y una ciudad “invadida por comerciantes y basura”.
Las diferencias al interior del MAS eran evidentes. En marzo de 2009, se conoció que Espinoza había instruido a uno de sus hombres de confianza la publicación de una solicitada contra las exautoridades Mercado, Hugo Miguel Candia y un contratista, “falsificando para ello un papel membretado del Comité Cívico de Quillacollo”, según ANF.
Durante esa época hubo huelgas, peleas y movilizaciones en la ciudad.
MARCELO GALINDO
A mediados de julio de 2009, Marcelo Galindo Gómez del MAS fue elegido como alcalde en una sorpresiva sesión del Concejo Municipal, tras la suspensión de Hugo Miguel.
Entre otros cargos, Galindo fue después Viceministro de Autonomía Departamental y Municipal y Director Ejecutivo de la Federación de Asociaciones Municipales (FAM) de Bolivia.
HÉCTOR CARTAGENA
El exalcalde Héctor Cartagena, de Unidad Nueva Esperanza (UNE), ganó las elecciones en 2010. Pero, fue involucrado en supuestos hechos de corrupción.
A fines de mayo de 2010, tomó juramento en medio de conflictos. Juró en la Corte de Justicia de Quillacollo adonde llegó en silla de ruedas. Días antes había sufrido un preinfarto, luego de que se ordenara su detención.
Pocas horas después de su posesión fue suspendido del cargo. La decisión fue tomada por el Concejo Municipal, de forma temporal, por una acusación formal por supuesta malversación de 105 mil dólares, aunque la malversación se habría realizado en la gestión del exalcalde Lorenzo Flores (1994 y 1995), quien, siendo del Frente Para la Victoria (FPV), en la época de alejamiento de Cartagena asumió la Presidencia del Concejo Municipal tras aliarse con el MAS. Lo que supuestamente no hizo Cartagena es recuperar los recursos.
Los temas personales afloraban entonces incluso con disputas a tiros entre los seguidores de ambos, quienes eran contrarios desde que estudiaban en la universidad. Flores fue comunista y Cartagena adenista. Este último fue Alcalde antes, en tres gestiones: 1989-1990, 1996-1999 y 2000-2002. Renunció entonces para habilitarse como diputado suplente.
En junio de 2010, Cartagena presentó su renuncia irrevocable argumentando motivos de salud.
Los representantes de UNE se refirieron también a una “persecución política y judicial”.
CARLA L. PINTO
La abogada Carla Lorena Pinto, del MAS, fue designada como alcaldesa interina durante tres meses tras la suspensión de Cartagena.
Al concluir el interinato, se convocó a elecciones.
MIRTHA CONDORI
El 2 de septiembre de 2010, hubo pugnas políticas y con cinco votos por el Sí, cuatro en contra y una abstención, los concejales de Quillacollo eligieron a Mirtha Condori del MAS.
La crisis institucional no se había superado y a los pocos días de la posesión de Condori, según los registros de ABI, había pedidos para nuevas elecciones. Los representantes de UNE exigían los comicios para que haya estabilidad y gobernabilidad.
CHARLES BECERRA
A finales de 2011 se realizaron elecciones solo para Alcalde y se postularon Charles Becerra de la agrupación ciudadana UNE; Miguel Edwin Guzmán Achá, del MAS, y René Fernández Céspedes, del Movimiento Sin Miedo (MSM).
Ganó Becerra y fue posesionado en febrero de 2012. Pero, luego juró al MAS.
Cuando ingresó a la Alcaldía, en el Concejo había cinco concejales de UNE, uno del FPV y cinco del MAS.
“No tenía ni un concejal como aliado, la verdad. Entramos solos porque ganamos una elección individual. La candidatura fue solamente para Alcalde. No teníamos lista de concejales. Los concejales de UNE no respondían a una línea orgánica política porque no estaba Héctor Cartagena que fue quién los puso”.
Dijo que su primer año fue difícil “porque el concejal Víctor Osinaga (MAS) se dedicaba a oponerse a todos y cada uno de los proyectos que el Ejecutivo presentaba”.
Relacionó la situación con lo que le pasó a Eduardo Mérida. “Y existe el riesgo de que pase lo mismo con Jayta. Si bien Jayta tiene ahora el voto de los 11 concejales, habría que hacer una evaluación de aquí a un mes para ver cuántos concejales realmente se van a mantener con él”.
Recordó que Carla Lorena Pinto retornó como concejal y que tenía la expectativa de volver a la silla edil. “Le truncaron a su candidatura internamente. En el MAS hubo mucha pelea”.
Becerra justificó su acercamiento con el MAS: “Si no se hacía un acuerdo político grande, la gestión iba a fracasar. Eso me llevó a tener un acercamiento directo con el presidente Evo Morales para estabilizar Quillacollo políticamente y después tener obras”.
Dio el perfil que debe cumplir un Alcalde en Quillacollo: “Fuerte, con legitimidad, que mantenga un vínculo permanente con la población, que tenga un plan de trabajo bien estructurado y la capacidad política de hacer acuerdos de gestión y proyectos con niveles nacionales y departamentales”.
Reconoció que es difícil cumplir con aquello. Manifestó que Mérida estaba en ese camino. “Tenía todos los requisitos. Aunque se habilitó de manera fraudulenta, su elección tenía legitimidad. Al principio batía la bandera del MAS, estaba con el Presidente (…). Luego estuvo perjudicando a todo el mundo con sus juicios”.
Becerra gobernó hasta 2015. Participó también de las elecciones de ese año y perdió con Eduardo Mérida del Frente Para la Victoria (FPV).
Becerra se alejó del ámbito político y reapareció en un nuevo cargo. En la actualidad, es el titular de la Notaría de Fe Pública número 10 de Quillacollo, situada en las avenidas Pacheco y Cleómedes Blanco. Obtuvo el puesto hace pocos meses luego de un examen, aunque fue cuestionado y relacionado a un favoritismo del partido de Gobierno, lo que él descarta.
Hace pocos días recibió a este medio de comunicación en su oficina, donde al menos una decena de personas lo rodeaba para realizar trámites.
Explicó que ganó el cargo con una de las mejores notas en el examen para notarios y aseguró que no da importancia a las versiones de irregularidades para acceder al puesto.
Consultado sobre intenciones de volver a la política, dijo: “En este momento no, porque no hay condiciones”.
EDUARDO MÉRIDA
El candidato del FPV Eduardo Mérida ganó las elecciones municipales en 2015, para gobernar hasta 2020. Pero, fue suspendido por el Concejo Municipal por el proceso de supuesta falsificación de la certificación de su libreta de servicio militar.
Se refirió a las dificultades para gobernar en su municipio.
“Si se revisa toda la historia de Quillacollo, concejales que se han hecho elegir por una tienda partidaria se van al MAS. Antes ocurrió, luego de que escapó Héctor Cartagena, todos fueron a parar al MAS. Lo propio con Charles Becerra, fueron a parar al MAS”.
Manifestó que el concejal Osinaga, junto a anteriores políticos, “ha seguido a la línea de utilizar jueces, de orquestar la justicia. Comprándose el árbitro, procesan alcaldes, los detienen, los hacen escapar; o si no se escapan, como yo, son destituidos y tienen la intención de encarcelarnos”.
Desde que inició la gestión, se fueron acumulando las denuncias en su contra.
La situación de inestabilidad dejó pendiente el ejercicio edil de Mérida, quien luego de ser suspendido de forma temporal decidió hace pocos días abrir una casa de campaña para, junto a sus seguidores, seguir en “la lucha por la democracia”.
Las oficinas están en la avenida Blanco Galindo, a pocas cuadras de la plazuela Bolívar. Ahí se reúne con exsecretarios, exdirectores y otros exfuncionarios que dejaron la Alcaldía por el cambio de autoridad, además de dirigentes que coadyuvan en el lugar. Pintan banderas blancas con pintura roja, frases como: “No al golpe” y “Respeto a la democracia”. Hay banners con la imagen de Mérida, un gran letrero en la calle y un parlante que emite mensajes en “pro de la democracia”.
En el marco de esa campaña, Mérida encabezó en días recientes movilizaciones que llegaron hasta las puertas de la Alcaldía, donde hasta hace poco era su despacho.
Mientras eso ocurría, el alcalde suplente, Zacarías Jayta, sostenía reuniones con el presidente del Concejo Municipal, Osinaga. Ambas instituciones, Alcaldía y Concejo, están ahora conectadas por una puerta que antes no se abría, entre el despacho del Alcalde y la sala de sesiones del Órgano Deliberante quillacolleño.
La suspensión de Mérida es temporal y su retorno depende de cómo se resuelve el tema legal, si se ratifica o absuelve en el caso de la responsabilidad por la certificación de la libreta.
ZACARÍAS JAYTA
El alcalde suplente Jayta expresó que recibió un municipio “en caos”, incluidos los pedidos de vacaciones seguidas de renuncia de algunos funcionarios. Pretende ordenar estos temas hasta los próximos días.
“Muchos directores siguen trabajando. Simplemente un porcentaje mínimo de las personas de confianza de Eduardo Mérida se ha ido. Nosotros estamos valorando algunos profesionales; si realmente no están por política”.
En la actualidad tiene a los 11 concejales de su lado, incluidos los cinco del FPV que se volcaron contra Mérida.
“Nosotros ya tenemos acercamientos, compromisos de parte del Gobierno central, departamental (ambos del MAS) para que Quillacollo, por lo que ha ido perdiendo en estos tres años en tema de proyectos, sea favorecido”.
Para Jayta, Quillacollo fue el municipio más postergado en los recientes tres años. Sin embargo, la crisis va rumbo a los 15.
3 Años en gestión
Eduardo Mérida ganó las elecciones en 2015 para gobernar en Quillacollo hasta 2020. Sin embargo, solo logró cumplir tres años de gestión, en medio de denuncias instauradas en su contra y conflictos. Su retorno depende de decisiones judiciales.
Dice que no puede aplazarse
El compromiso del Alcalde suplente
“Yo no soy profesional, pero, vengo de un sector rural, del Distrito 4 (norte del municipio), y conozco a fondo las necesidades. No me puedo aplazar (...). Todos los funcionarios deben estar comprometidos con trabajar sin fijarse ni siquiera el horario para atender a la población. Quien pretende simplemente cumplir las ocho horas de trabajo y no tiene voluntad, tiene que dar un paso al costado”.
ZACARÍAS JAYTA / ALCALDE SUPLENTE