Opinión Bolivia

  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
  • Actualizado 17:30

PROTESTAS DE ACTIVISTAS Y DESENTENDIDOS EN LA ORGANIZACIÓN DEL PROGRAMA PASARON DESAPERCIBIDOS POR LOS CANCILLERES Y OTRAS AUTORIDADES INTERNACIONALES.

Los entretelones del encuentro internacional

Los entretelones del encuentro internacional



Sin presencia de medios de comunicación, tras el registro de la fotografía oficial, los representantes de los países participantes en la Conferencia compartieron un almuerzo tradicional. Bolivia ofreció un variado buffete criollo que presentó varios platillos elaborados en base a quinua.

La comida estuvo acompañada por música de banda y de lejos se escuchaba las melodías de la cueca “Claveles Rojos” como haciendo alusión a la “capital de las flores”, como se conoce a Tiquipaya. El ballet Municipal presentó estampas cochabambinas.

FRUSTRADOS La Orquesta Sinfónica del Instituto Laredo pasó un mal rato porque después de varias horas de espera no hizo ninguna presentación.

Según el director Augusto Guzmán la orquesta estuvo desde horas de la mañana primero esperando a ser parte de la inauguración de la II Conferencia, luego les habían informado que se presentarían en el almuerzo, pero al no haber micrófonos ni equipo necesario les pidieron irse después de disculparse.

La molestia en los músicos era notoria cuando salían por la puerta trasera del hotel.

PROTESTA Un grupo de activistas identificados como la Asociación Departamental de Derechos Humanos llegó hasta las puertas del hotel Regina en Tiquipaya buscando ingresar para hacer conocer sus denuncias a los cancilleres.

La diputada de Convergencia Nacional (CN) Paola Zapata encabezó la movilización y expresó que buscaban que los países conocieran y se pronuncien respecto a casos de violación de derechos humanos en Bolivia.

Hizo un resumen de los siete años de gobierno del presidente Evo Morales donde, según ella, se ha violado sistemáticamente los derechos humanos.

Mostrando documentos, puso como ejemplo el caso de Christian Urresti, de perseguidos políticos, de Roger Pinto, Caranavi, La Calancha y del TIPNIS.