Es efectivo para expulsar todas las energías negativas que pudo haber acumulado su cuerpo en el año anterior, además, actúa como purificador y transformador de las energías hacia lo positivo.

En primera, escriba en una hoja de papel todo lo negativo que le ocurrió o que sintió en el 2017, fracasos, peleas, rencores, frustraciones, penas, pérdidas, melancolías, entre otros.

Aunque sea difícil recordar, deberá anotarlos para intentar perdonar y reconciliar algunos hechos que necesiten ser solucionados; no deje eso pendiente, así podrá dar el primer paso para sacarse un peso de encima, quedar más liviano y con la mente más clara.

En la noche encienda una vela y luego queme este papel como símbolo de la transmutación de las energías negativas en positivas. Luego entierre las cenizas, lo que representa que es necesario comprender y dejar atrás cosas que no nos permiten avanzar y cimentar un nuevo camino positivo.

Para atraer la buena suerte, escriba en un papel de manera concreta, todo lo que le gustaría lograr en el nuevo año. Doble el papel donde escribió sus deseos y guardelo donde pueda verlo por lo menos una vez al día.

La clave de este ritual es que los deseos que pida estén presentes en su mente cada día al ver el papel que escribió.