Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 18 de abril de 2024
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La decisión trascendental

La decisión trascendental

La piedra angular de ese proceso autonomista fue el decreto que emitió el Mariscal de Ayacucho, Antonio José de Sucre, el 9 de febrero en La Paz. Con él convocó a una asamblea deliberante de las provincias del llamado Alto Perú el 29 de abril de ese año en Oruro, a fin de que ellas deliberaran libremente sobre su suerte.

Diversas circunstancias hicieron que esa asamblea tuviera que ser postergada hasta el 10 de julio, fecha de su instalación en la ciudad de Chuquisaca, donde se adoptó la decisión trascendental el 6 de agosto. Allí se decidió, con la consiguiente ley de ese mismo mes, denominar a la nueva república como República Bolívar, designando al Libertador Simón Bolívar como “Padre y Protector de la Patria”.

El Libertador se hizo presente en Bolivia el 18 de agosto, y luego de escalar a la cumbre del Cerro Rico, de Potosí, comenzó a gobernar en Chuquisaca en el mes de octubre. Su gobierno, de medidas trascendentales, organizadoras de los primeros pasos de la nación, terminó el 31 de diciembre de 1825.

Es conveniente recordar que en ese mismo mes Bolivia tuvo ya erigido su puerto mayor en Cobija, como consecuencia del informe del Coronel O’Connor, enviado a esa costa por el Libertador para que estudiara en ella el sitio que reuniera las mejores condiciones. Cobija se llamó Puerto Lamar y así se asentó nuestra plena soberanía en los territorios bolivianos de Atacama.

La administración Sucre, una vez ausente Bolívar, duró de 1826 a 1828. Se organizó la hacienda pública; se estableció la Corte Suprema de Justicia y Cortes de Distrito; se organizó la educación nacional, pero también advino la intromisión externa en 1828 con la primera invasión peruana, comandada por el General Agustín Gamarra. Esa invasión y el motín del 18 de abril ocasionaron la salida del Mariscal de Ayacucho no solo del gobierno sino del país.

Luego del ambiente de caos y anarquía que ese hecho generó en el país en 1828, ingresamos en 1829 a la más fecunda administración de las que tuvo la nación en toda su historia: la administración del Mariscal Andrés de Santa Cruz, que duró hasta 1839.

Santa Cruz hizo posible la organización de la vida institucional, el proceso de autoabastecimiento con un impulso increíble a la agricultura, y la reactivación de la minería. Logró así, una nación sin deuda externa por primera vez. Profesionalizó al Ejército fundando la Escuela de Oficiales, precedente del actual Colegio Militar. Fundó dos universidades, la de La Paz en 1830 y la de Cochabamba en 1832. Estableció la instrucción pública primaria obligatoria y dio un inmenso estímulo a la educación llamada ahora secundaria.

El orden institucional fue posible sobre todo a partir de la primera Constitución boliviana, que es la de 1831, que sustituyó a la de 1826. Por otra parte, Bolivia tuvo con el Mariscal Santa Cruz su primera codificación, la primera en la América Latina, cuando entre los años 1831 y 1834 fueron sancionados el Código Civil, el Código Penal, el Código Mercantil y el Código de Procederes.

La vida institucional quedó asegurada, y Santa Cruz para 1835 cumplió aquel postulado que había lanzado en 1829, a tiempo de hacerse cargo de la primera magistratura: “Hemos de procurar hacer una nación respetable por su poderío y envidiable por sus virtudes”. No quedó en mero postulado este anuncio, y para 1835 Bolivia en la América Meridional, en contraste con el caos que reinaba en los vecinos, fue la nación más fuerte y respetada.