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  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
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¿Quiénes fueron las Heroínas?

¿Quiénes fueron las Heroínas?





Si las participantes principales (de la batalla del 27 de mayo) fueron las anónimas “mujeres del pueblo”, ¿por qué actualmente se difunde una lista de mujeres asociadas al combate de la Coronilla de 1812? Desde las primeras décadas del siglo XX se difunde una “lista oficial” que sin respaldo de documentación destaca los nombres de Manuela Gandarillas, Manuela Rodríguez, Juana y Lucía Ascui, Rosa Soto, las hermanas Parrilla, Mercedes Tapia, María Pascuala Oropeza, Manuela Saavedra de Ferrufino, Lucía Alcócer, María Isabel Pardo de Vargas, María Teresa Bustos y Salamanca de Lemoine, María del Rosario Saravia de Lanza y Luisa Saavedra de Claure. Esta lista de mujeres que supuestamente murieron en 1812, y que a veces omite o incluye algún otro nombre, se populariza en la medida en que el 27 de mayo se va situando como parte de la narrativa nacional y hace cada vez más imprescindible nombrarlo “porque la memoria sin nombre no permite la apropiación de esos sujetos”, según Gustavo Rodríguez, para quien esta lista expresa más bien una “perspectiva machista” porque quienes figuran en ella serían las esposas de los comandantes, lo que supondría que estas mujeres tuvieron que estar con ellos en algún lado.

Es probable que esta lista de mujeres anualmente celebradas en los actos cívicos del 27 de mayo tenga su origen en una interpretación caprichosa de la obra del historiador José M. Urquidi. Algunos autores atribuyen esta lista al libro “La verdadera Adela Zamudio” de Gabriela Taborga, quien, de acuerdo a Jaime de la Fuente Patiño, habría hecho una errónea interpretación de la obra “Bolivianas Ilustres” de Urquidi en la que figuran 14 de las 15 heroínas patriotas de Cochabamba y otros departamentos que participaron activamente de las luchas independentistas y no solamente en la afamada batalla de la Coronilla y, más aún, muchas de ellas habrían muerto varios años después de la mencionada batalla.

De acuerdo a Urquidi, solo dos de estas mujeres habrían estado presentes en el combate de la Coronilla, a saber: Manuela de las Eras y Gandarillas y Manuela de la Tapia. La primera habría encabezado a las mujeres patriotas, pero no sería la misma anciana ciega que aparece en la novela de Nataniel Aguirre. Desde otra perspectiva, sin embargo, Edmundo Arze apunta que Manuela Gandarillas (o Manuela Eras y Gandarillas) era una dama de la aristocracia local (“dueña de tierras, indios y esclavos negros”) y no pudo haber participado en el combate de la Coronilla, junto a las mujeres plebeyas y menos haber perecido en ella, ya que en el Archivo Histórico Municipal de Cochabamba la historiadora Ítala de Mamán encontró el testamento de Josefa Manuela Gandarillas fechado en 1848. La otra heroína no habría sido Mercedes Tapia, que figura en la lista ya mencionada, sino probablemente la orureña Manuela de la Tapia quien, según Urquidi, estuvo presente en la Coronilla aunque luego fue desterrada a Potosí hasta el año de su muerte en 1870.

Otra heroína de la Coronilla podría ser Balvina Méndez quien, de acuerdo al historiador paceño Arturo Costa de la Torre, falleció en 1882 siendo la última de las excombatientes de la épica batalla de 1812. Jaime de la Fuente Patiño ha encontrado en el libro “Los primeros cien años de la República de Bolivia” de José Agustín Morales (publicado en 1925) una referencia sugerente al respecto que dice lo siguiente: “9 de diciembre de 1882. En edad avanzada fallece la reliquia de las patriotas cochabambinas doña Balvina Méndez que juntamente con su hermana que fue la señora Clotilde Méndez de Carrillo y un grupo aguerrido de mujeres entusiastas por la causa de la libertad luchó hasta el heroísmo en la colina de San Sebastián, suburbio de la ciudad del Tunari, aclamando la independencia; valientemente sostenida por padres, esposos e hijos, contra las huestes realistas comandadas por el irascible y temerario José Manuel de Goyeneche y Barreda. La última en sobrevivir a sus legendarias compañeras lleva tras de sí el recuerdo de la leyenda histórica y el poema de los grandes hechos, consignados en la prensa y el libro por los mejores apologistas del nuevo mundo”. (...)

El culto a las mujeres combatientes de la colina San Sebastián o La Coronilla se profundizó a partir de la celebración del primer centenario, en 1912. Se trataba de dotar, al panteón de héroes locales, de un pedestal femenino, equiparable al de los varones. Se creó una simbología dicotómica de los pilares de la patria: a los hombres, la gloria; a las mujeres, el honor. Así, ellas empezaron a personificar lo mejor de las mujeres de la región, y su exaltación se identificó con todas las mujeres cochabambinas, consideradas como arrojadas, valerosas, sacrificadas. También nació, gracias a la glorificación de estas mujeres, el culto a las madres, no solo cochabambinas, sino a las madres bolivianas en su conjunto: por ley del 8 de noviembre de 1927 se instituyó el 27 de mayo de cada año como el día destinado al “especial homenaje a la Madre, en todos los colegios y establecimientos de instrucción, mediante conferencias, lecciones y visitas a monumentos conmemorativos”. El recordatorio hacía énfasis en que esas mujeres combatieron para defender a sus hijos, en que se enfrentaron a las tropas realistas porque eran madres; en todo caso, se exaltaba un valor de la feminidad de la época, no tanto una realidad; un valor que signaba a la mujer en “alto honor” de la maternidad: “Las asociaciones de beneficencia y protección a los huérfanos podrán adherirse a este homenaje y organizar fiestas y colectas tendientes a intensificar y amparar la virtud del sentimiento materno”, reza la ley. Fue hasta 1944, cuando el presidente Gualberto Villarroel decidió convertir el culto a la madre en un evento altamente significativo para todo el país, ya que él estaba convencido de que la mujer cochabambina del pueblo, la chola valluna, poseía todas las virtudes de una madre ejemplar. Doscientos años después del acontecimiento de aquel 27 de mayo, la fecha que se ha convertido en el motivo de celebración de las mujeres cochabambinas y bolivianas en su conjunto: el legado de las Heroínas entonces, a pesar de que no sabemos a ciencia cierta sus nombres y las condiciones de su participación en aquella batalla, ha rendido frutos. Están aquí, entonces, las mujeres de Cochabamba.



*Fragmentos del artículo “Las luchas independistas y las ‘Heroínas de la Coronilla”, que hace parte del libro “¡Están aquí! Las mujeres de Cochabamba”, libro conmemorativo por los 200 años de la batalla del 27 de mayo de 1812 editado por el Concejo Municipal de Cochabamba.