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  • Diario Digital | sábado, 20 de abril de 2024
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LOS PROTAGONISTAS DE LA GUERRA DEL AGUA Y LA ACTUAL ADMINISTRACIÓN RECONOCEN QUE HACE FALTA UNA MAYOR PARTICIPACIÓN SOCIAL EN LA EMPRESA, LA CUAL REQUIERE UNA TRANSFORMACIÓN

“El fracaso es no haber logrado grandes cambios en Semapa”

“El fracaso es no haber logrado grandes cambios en Semapa”



No haber logrado grandes cambios en la empresa de Servicio Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (Semapa) fue el mayor fracaso, según quienes lideraron la Guerra del Agua.

Óscar Olivera, dirigente de la Coordinadora del Agua, recuerda que el cabildo del 11 de abril de 2000 definió que haya una gran participación social de la población en la empresa, situación que con el paso de los años se fue perdiendo nuevamente.

¿Qué ocurrió luego de que ese cabildo decidió que Semapa no vuelva al control del municipio?, cuestiona.

Según Olivera, Semapa está navegando en “un mar de incertidumbre”, con una directiva que desconoce su situación jurídica y que ha caído nuevamente en el manejo público, por lo que asegura le falta un control social.

“La empresa pública está hoy en día igual como en el año 1999”, afirma.

Añade que debe haber un giro en las políticas con respecto al agua porque “el mal manejo” que tiene Semapa se replica en casi todas las empresas de agua del país que están sujetas a la administración pública.

En criterio de Olivera, la solución no debe venir de las esferas estatales, sino de la recuperación de la autonomía del movimiento social del sur.

Reconoce que la zona sur ha perdido autonomía y el tema del agua se maneja otra vez como lo ha hecho el Gobierno de Banzer “en una perspectiva electoral, porque se oferta el servicio como parte de una campaña”.

El exdirigente de la Federación de Regantes de Cochabamba Omar Fernández señala que el tema pendiente que quedó tras la Guerra del Agua fue la transformación de Semapa.

En sintonía con Olivera, Fernández señala que a la empresa le hace falta tener una mirada más social.

Asegura que se tiene que definir la participación de las organizaciones que han sido activas en la Guerra del Agua y que lucharon por contar con un mejor servicio.

MALAS GESTIONES

Para el gerente general de Semapa, Antonio Barriga, el principal problema que tuvo Semapa después de la Guerra del Agua fue la mala gestión que llevaron a cabo anteriores administradores.

“Hemos tenido gestiones que no han ayudado en nada y que actualmente están en procesos legales. La empresa ha sido afectada por parte de funcionarios públicos. Por eso hemos empezado a encarar una nueva estructura organizacional”, señala a tiempo de reconocer que hay muchas tareas pendientes que debe realizar Semapa.

MISICUNI ES EL RETO

La situación del servicio, especialmente para los barrios del sur, debe cambiar cuando se comience a recibir las aguas de Misicuni. Ése el reto que se debe cumplir, aseguran los protagonistas de la Guerra del Agua.

Omar Fernández manifiesta que habrá que definir si será Semapa la empresa que se encargue de la distribución.

Recuerda que la participación de los barrios del sur fue decisiva en la Guerra del Agua, por lo que se tendrán que establecer espacios de debate para definir la forma en la que se les proveerá el servicio.

Apuntes.

Pendiente

La tarea pendiente para el futuro es definir la administración de las aguas de Misicuni, para garantizar que éstas puedan abastecer la demanda de los barrios del sur.

La segunda fase de Misicuni contempla la construcción de la represa de 120 metros de altura, el vertedero y la planta de tratamiento, entre las obras más importantes.

Segunda Guerra

Según Óscar Olivera, Cochabamba podría afrontar una segunda Guerra del Agua si en el Plan Metropolitano no se gestiona de manera eficiente los sistemas comunitarios de agua.

Redes sin agua

La zona sur de Cochabamba cuenta con la instalación de varias redes, pero muchas de éstas están sin agua.

El agua no llega a la zona sur y los tanques con los que cuentan en este lugar no abastecen la demanda, por lo que este recurso hídrico sigue llegando en cisternas.

Los proyectos de Semapa para los barrios de la zona sur

Semapa administra actualmente fuentes de agua de El Paso, Escalerani, Wara Wara y algunas otras galerías filtrantes de Sacaba, las cuales, sin embargo, no son suficientes para abastecer con este servicio a todo el Cercado.

El sector más perjudicado es el sur. Los distritos 7, 8 y 9 cuentan solamente con este servicio básico determinados días y por el lapso de algunas horas.

Pese a que estos barrios fueron protagonistas de la lucha por acceder al servicio, la mejora no ha llegado y la realidad de su gente continúa siendo similar a la del año 1999, antes de la Guerra del Agua.

Algunos barrios se han provisto de más tanques, Semapa ha construido redes, pero que en gran parte están sin agua potable.

El proyecto de Aguas para el Sur, encarado por anteriores gestiones, fue un fracaso y terminó con varios procesos de arbitraje.

La nueva gestión de Semapa afronta ahora un nuevo proyecto que espera la llegada de las aguas de Misicuni para prestar este servicio al sur de la ciudad.

El gerente general de Semapa, Antonio Barriga, indica que se aprobó el financiamiento para el proyecto que favorecerá principalmente a los distritos 8 y 9.

“Ya estamos en la etapa de licitación y esperamos que con esto se aumenten a cinco o seis horas el servicio en las zonas que más sufren por la escasez del agua”, señala.

El proyecto demandará una inversión de 81 millones de bolivianos y tendrá una contraparte de la Alcaldía Municipal.

Para encarar esta obra, que consiste en la construcción de ductos exclusivamente para el sur se hizo a un lado el proyecto que se encaró con la empresa constructora Bartos.

El nuevo ducto permitirá que el Distrito 8 se beneficie con un 25 por ciento del agua, el Distrito 9 con un 15 por ciento y el Distrito 7 con un 60 por ciento del recurso, puntualiza Barriga.