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Un hombre escurridizo

Un hombre escurridizo



El australiano Julian Assange, cuyo sitio web WikiLeaks provocó en 2010 un terremoto filtrando los entresijos de la diplomacia estadounidense, es una personalidad escurridiza, y un profeta de la transparencia absoluta, aunque con numerosas zonas oscuras en su biografía, según la página web holaciudad.com.

Creador y figura emblemática del sitio internet especializado en filtrar información de inteligencia, este hombre de 43 años y cabello canoso acumuló revelaciones en los últimos años, de Irak a Kenia pasando por Islandia y las guerras de Afganistán e Irak y la diplomacia estadounidense.

"Queremos tres cosas: liberar la prensa, revelar los abusos y salvaguardar documentos que hacen Historia", explicó Assange en esa oportunidad.

En poco tiempo, Assange se convirtió en el hombre que hizo temblar a la CIA, después de haber revelado abusos.

"A menudo nos preguntan: ¿verifican ustedes sus fuentes? Lo que verificamos son documentos. Llamamos y preguntamos: ¿son suyos estos documentos? ¿Sí, no, tal vez? Y creo que se trata de una exigencia muy superior", aseguró Assange en 2010, después de haber sido blanco de una serie de críticas.

PROBLEMAS CON LA JUSTICIA

En su adolescencia, Assange se destacó como pirata informático hasta que lo descubrió la Policía de Melbourne. Para escapar a la justicia, tuvo que pagar una multa y jurar que mantendría una buena conducta.

Assange cuenta que fue "consejero de seguridad, fundador de una de las primeras compañías de servicios informáticos en Australia, asesor tecnológico, investigador periodístico, coautor de un libro".

En 2006 fundó WikiLeaks, con "unas diez personas procedentes de los ámbitos de los derechos humanos, la prensa y la alta tecnología".

Aunque el sitio empezó pronto a hacerse conocido publicando sus primeras primicias, Assange no se hizo realmente famoso hasta 2010, con tres grandes filtraciones.

Los más de 250.000 cables diplomáticos estadounidenses cuya publicación comenzó a finales de 2010 se añadieron a los cientos de miles de archivos clasificados del Ejército norteamericano sobre las guerras de Afganistán e Irak, filtrados en julio y octubre de ese año.