Opinión Bolivia

  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
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USÓ UN DISEÑO DE MAMANI MAMANI EN LA POSESIÓN

Nela, la rebelde que admira a Chávez y escapó de la herencia derechista

La historia de la Ministra de la Presidencia que creció en un seno tradicional y que defendió el honor de su madre. La describen como muy sensible.

La cruceña María Nela Prada, ministra de la Presidencia.	   ABI
La cruceña María Nela Prada, ministra de la Presidencia. ABI
Nela, la rebelde que admira a Chávez y escapó de la herencia derechista

La historia narra que la ahora ministra de la Presidencia, María Nela Prada, motivada por el amor hacia su madre, salía a la calle en la madrugada, sin que en casa ninguno se diera cuenta, movida por un único y genuino propósito: desprender los insultos escritos en carteles que atentaban contra la honra de la mujer que la parió y a quien admira, Betty Tejada.

Borrar, quitar, lavar y reprochar los improperios que figuraban en las paredes, allá por 2008, cuando su madre le había dicho que sí al Movimiento Al Socialismo (MAS), era el motor de la muchacha, que sigilosamente se entregaba a la tarea de interrumpir el sueño y el sosiego a cambio de cuidar el honor del referente femenino que le marcó el sendero.

“Se levantaba las 5:00 para borrar letreros e insultos. Fueron momentos muy difíciles en el proceso entre la Constitución y conformación de la nueva Asamblea”, recuerda Betty, sobre el sacrificio de una de sus tres hijas, Nelita, quien ahora se ha convertido en la mujer más fuerte del Gobierno de Luis Arce y nada menos que la primera ministra de la Presidencia en la historia boliviana.

Sí. Aquella cruceña con voz pausada que el domingo 9 de noviembre pasado se presentó en la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) luciendo vestimentas con la flora, la fauna y la simbología del país plasmadas en un diseño que le regaló el artista paceño Mamani Mamani, es quien hace más de una década ya mostraba síntomas de rebeldía.

Creció en una familia oriental de corte tradicional orientada a la derecha, pero ella quebró los paradigmas previstos y se dejó envolver por la izquierda, por la ideología soñada de la “patria grande”, la de Simón Bolívar.

Su padre extinto, Ramón Prada, alimentó la línea política de derecha como exprefecto de Santa Cruz y fue uno de los pilares iniciales del partido Acción Democrática Nacionalista (ADN). No es que irrespetara a su papá mediante la anulación del pensamiento opuesto. Para nada. De hecho, en la jornada de su posesión como Ministra del actual Gobierno, María Nela recordó que aunque ambos no compartieran el mismo camino político, su padre aceptó su militancia socialista. “Me enseñó a respetar y valorar esas diferencias”, dijo, emocionada.

Y cuando le tocó enfrentarlo, apenas comenzaba su incursión por el socialismo, recibió de él lo siguiente, según la reproducción de su madre: “Hubiese querido que milites en la derecha, pero tienes todo mi apoyo”. 

Se trató, más bien, de una elección propia. Ella simplemente decidió pararse del otro lado de la trinchera. Pero vale la pena comprender el punto de inflexión que la direccionó hacia la izquierda.

Cuenta Betty, expresidenta de la Cámara de Diputados por el MAS, que María Nela se enamoró del concepto de la “patria grande” un año antes de que se recibiera como licenciada en Relaciones Internacionales. Se volvió militante del partido azul en 2005. Una visita clave le despertó la necesidad de ser de izquierda. Sucedió cuando el desaparecido líder venezolano Hugo Chávez, muerto en 2013, llegó a Santa Cruz para participar en una cumbre.

Betty, en contacto radial con ERBOL, aproxima la anécdota crucial. “Ella fue a una de las primeras visitas que se dio en un estadio, cuando Chávez se convirtió en el vozarrón de los países del sur, cuando se transformó en esa voz que decía que no somos el quinto patio del mundo, sino el primero. Mi hija estudiaba Relaciones Internacionales y se apasionó. Decidió militar en este ideal de la patria del sur”.

Desde entonces, Nela se sumó al MAS. También empezó a empaparse de artículos y textos sobre el aporte cultural y social de la revolución cubana en la región. Un ejemplo de ello es el escrito que publicó el 28 de noviembre de 2018 (bastante después) bajo el título “Fidel, cultura y revolución”, mismo que aparece en el sitio digital La Época. El primer párrafo refleja su postura. “Una revolución se sostiene siempre y cuando sea capaz de impulsar desde abajo y desde arriba una revolución cultural, desplazando colectivamente la hegemonía cultural de la élite explotadora que gobernaba y construyendo una hegemonía cultural del pueblo, que articule y fortalezca la pluralidad dentro de un proyecto político-cultural común. Solo así se alcanza una verdadera liberación. Como decía el Che, luchamos contra la miseria, pero al mismo tiempo contra la enajenación”.

 En 2011, se desempeñó como directora de la Administración de Servicios Portuarios Bolivia (ASPB). Estuvo cerca de Luis Arce en calidad de directora del Gabinete del Ministerio de Economía mucho antes de que este último asumiera como Dignatario.

SIEMPRE FIRME Nunca ocultó su militancia. Estuvo ahí, firme, durante la convulsión de noviembre de 2019. Relata su madre que Nelita vivió “presa”, inicialmente, en su casa de Santa Cruz. Los bloqueos en cada esquina y el malestar generado luego de las supuestas irregularidades que detectó la Organización de los Estados Americanos (OEA) en el proceso electoral que dio por vencedor a Evo Morales en primera vuelta la obligaron a resguardarse de la agitación.

Pero llegó un momento en el que quiso abandonar la quietud de su casa para acompañar a sus colegas de la causa en La Paz, otro punto de conflicto. Su mamá describe que nadie podía salir, que las rotondas y calles se encontraban cerradas, y que el temor por la integridad de María Nela era la constante. “Temí mucho cuando fue a La Paz. Temí que fuera perseguida”, dice.

Lo da a entender, de manera metafórica y literaria, en una carta pública en la que sienta constancia de los momentos de zozobra y dolor. Allí también evidencia el deseo y accionar de Nela, que entonces resolvió marcharse a suelo paceño en medio de la revuelta.  “Yo tuve miedo, tuve pánico y te pedí que dejaras tu lucha y dejaras tu camino lleno de piedras, pero me miraste a los ojos con los tuyos bañados en lágrimas de impotencia y desde tu corazón doliente y con crespones negros, me dijiste: ‘no, madre. No los puedo dejar’. Y partiste a abrazarlos en medio de las llamas del odio y también del amor, ese amor que es tu militancia, tu vocación, lejos de los que creen desde la derecha o la izquierda que en política vale todo".

“Esperamos con tus hermanas María Cecilia y María Laura largas horas, con miedo porque podían detenerte. Esperamos pidiendo a tu padre que no te soltara la mano un segundo. Hablamos a amigos, tocamos puertas, hasta que nos llamaste al mediodía o a las 11:00 y dijiste: ‘no se preocupen, todo bien’, y te quedaste en tu trinchera con los tuyos”, continúa la misiva.

SENSIBILIDAD Es sensible al extremo. Más que defecto, su madre asume que es una cualidad que debe saber canalizar en un medio complejo como lo es el político. Tiene una excesiva sensibilidad. Es algo con lo que debemos cuidarnos mucho en política. Eso resulta en un aprendizaje. Aquella sensibilidad la volvió a vivir en noviembre de 2019”.

Admiradora del Che, de Fidel y claramente de Chávez, María Nela asumió el Ministerio de la Presidencia dejando en claro que su visión es anticolonialista, contra el patriarcado y en favor de la vida, en cualquiera de sus formas.

Quedará en la historia su primer discurso dirigido al país, cuando esgrimió: “Soy hija de la patria grande. Soy creyente del dios del amor, del que siembra paz. La violencia es el fracaso de la política, de la capacidad de enfrentar ideas. Ni una menos, hermanas y hermanos. Ese es un compromiso que asumo como mujer. No podrá haber paz sin justicia social, y sin paz no hay reconciliación ni estabilidad. Hago un llamado a todos los jóvenes de nuestra patria. Seamos sembradores de justicia, respeto y amor. Rechacemos el odio y el racismo. Respetemos la vida en todas sus formas”.