Si dos palabras se posan en su boca con frecuencia a medida de que ofrece los motivos que lo llevaron a aceptar el reto de meterse en la arena política sin que detrás de él descanse la experiencia en la materia, sin dudas son “bronca” y “rabia”.

Limber Morejón dice estar cansado de las mentiras, de los discursos vacíos que embelesan. Por ello resolvió aceptar la propuesta del Partido Demócrata Cristiano (PDC) y se insertó en la batalla por ser Gobernador de Cochabamba. Ambiciosa apuesta para quien siempre le encontró el gusto a la competencia. De eso dejó evidencia en sus archivos como futbolista de primera, cuando pasó por clubes como Wilstermann y vistió la camiseta de la Verde.

No lo intimidan los políticos experimentados. Desempolva la esencia que lo movió en la cancha, pues le fascina competir. “¿Por qué tendría que temblar y tener miedo de incursionar en esto cuando la vara no es tan alta? Para nada me da miedo, me motiva”, lanza.

Ya lo habló con los de su partido. Si bien sabe que será complicado enfrentarse a las agrupaciones consolidados, Limber, de 44 años, les dejó en claro a sus compañeros de plancha que se desprenderá del 50% de su sueldo para donarlo a los deportistas profesionales.

Aquí, un mano a mano con el hombre que en 1998 resignó el premio por el título con Wilster por amor al club.

P: ¿Cómo se da que una persona tan vinculada con el fútbol apueste por la política?

R: Hace un par de años que la política estaba tocando mi puerta. Siempre me mantuve al margen porque creo que la política de hoy en día divide a la población. Bolivia está pasando una crisis en ese tema y uno pierde a familiares por ello. Me molestó mucho la designación de la Viceministra de Deportes (Cielo Veizaga), con quien no tengo ningún problema. La mujer es aporte al desarrollo del país. Colocan a una chica de 19 años, pero sin experiencia, sin ser profesional. Entonces, nosotros, que hicimos algo en el deporte, ¿qué? Muy humillados. Ahí entro yo. Acepté el reto. Voy a competir y lo haré con las herramientas que me han dado y son nobles. No tenemos que invertir como el resto. No estoy entrando a ganar dinero. Es más, ya le dije a mi partido: si llego a ganar, voy a donar el 50% a profesionales deportistas para que se capaciten y vayan al exterior, fuera de las políticas deportivas que presentaremos.

P: Desprendida su apuesta…

R: Es que no miento. No le debo nada a la política, ni a nadie. Sí a gente que me colaboró en el deporte. En 1998 salimos campeones en Wilstermann. Fue el primer título de cinco en mi carrera. Me acuerdo de que el presidente nos pidió que resignáramos el premio del torneo porque la institución estaba pasando una crisis económica importante. Dije: “perfecto, a mí Wilster me abrió la puerta al profesionalismo, ¿por qué no voy a renunciar al premio?”. No cobré. Lo resigné porque sabía que con mi esfuerzo, los sueldos los iba a garantizar después. Cedí el premio en 1998 con gusto. Nadie me obligó. Nunca lo hice público, ahora sí porque ya pasó mucho tiempo y no me avergüenza, lo volvería a hacer. El dinero no me mueve. Todos los proyectos que vamos a presentar serán sin ningún interés. Sabe, fui a la Caja Nacional de Salud y no puede ser que un viejito esté a las 5:00 en una fila y que lo atiendan a las 11:00 ¡Es increíble! Desde hace 30 años que escucho lo mismo. Nos vendieron gato por liebre.

P: Se nota que asume el reto con mucha pasión y bronca…

R: Totalmente. Bronca… eso es lo que tiene la gente. A mí me hierve la sangre cuando en las redes sociales se tratan de pititas y azules. Somos todos bolivianos. Hemos tomado partido en algún momento, pero eso no nos quita la nacionalidad. La política debe ser diversidad de proyectos, no tiene que dividirnos. Bolivia esta polarizada. Cochabamba no merece eso. Estamos retrasados en muchos aspectos. Antes de que entrara, me dijeron: “¿sabes que vas a perder, no?, ¿sabes que está el MAS, no?”. Entonces, que no hagan elecciones, pues. Al señor Sánchez (Humberto) lo pusieron como si fuera el mejor. No es en contra de él. Que salga en este tipo de campañas a demostrar proyectos serios. La inseguridad ciudadana ha subido y se encuentra en su auge. Los padres no podemos mandar a la tienda a nuestros hijos, ¿cómo es eso? Menos mal, uno tiene amistades en el exterior que nos traen proyectos con llave en mano. Son iniciativas para terminar el tema de la basura y la salud. Cochabamba va a ser la ciudad que cambiará la economía en Bolivia. Vamos a reactivar la empresa y la industrialización vendrá. Y no es un cuento. Mis compañeros que fueron parte de la Selección y de algunos equipos en los que salí campeón pueden dar fe: no estoy por interés. Quiero que Cochabamba esté a la altura de la mejor ciudad de Sudamérica y para ello tenemos algunos planes en manos.

P: Habla de la basura, un problema recurrente, de la salud y la inseguridad, ¿cree que el no haber hecho carrera le puede jugar en contra?

R: Hace 30 años que veo a los políticos. Supuestamente eran especialistas en la materia. No vi grandes cambios. Hemos festejado el viaducto y el puente de la Beijing. Algunas cosas hicieron bien, no desmerezco, pero han sido expertos, ¿por qué tendría que temblar y tener miedo de incursionar en esto cuando la vara no es tan alta? Para nada me da miedo, me motiva. Me cansé de que me mientan. Cochabamba no está siendo lo que debería ser, el impulsor económico de Bolivia. Por eso estoy aquí. Da rabia. Ahora verán presentaciones, pancartas. Me parece increíble que inviertan tanto. 

P: El domingo, las campañas tomaron las calles…

R: Ahí te das cuenta. Cuando entré al partido dije que no pondría dinero, sino que conseguiría para Cochabamba. Vamos a dar un poco de aporte para que se mantenga porque hay que cumplir requisitos que nos pidieron. No haremos las maravillas que llevan a cabo los otros partidos. En nuestro caso, vamos a invertir lo necesario y le hablaremos a la gente de corazón. No necesito que me paguen. Estoy insistiendo en el tema de la mitad de mi sueldo. Nuestra oferta es honestidad, no es vestirse de ovejas y por debajo ser lobos lindos. Quiero devolverle la dignidad a la gente que creyó en un partido que iba a sacarnos de la pobreza a los humildes. Hasta el día de hoy, estoy caliente porque nos trajeron un satélite de 300 millones de dólares que debería beneficiar con internet gratuito. Con ese presupuesto, cada departamento tendría un hospital con especialidades y capacitación.

P: ¿Hay noches en que se imagina como Gobernador?

R: Piso tierra. Soy honesto. Llegar a ser profesional en el fútbol es un sueño de muchos. Y lo logré. Luego me puse a competir. Soñaba con ser campeón. Conseguí cinco títulos en tres equipos diferentes. Antes de festejar, primero piso tierra. Debo trabajar mucho para conseguir esto, pero no me veo como Gobernador, ¿por qué me voy a engañar? 

P: ¿Ve pocas chances?

R:Soy realista, pero me gusta competir. Todavía no debatí con ningún partido. Hoy (por ayer) hicimos una presentación. Ja ja…me gusta competir con los mejores. En mi carrera deportiva, en todos los partidos siempre me trajeron a un extranjero para que peleara el puesto, ojo. No la tuve fácil y aun así fui parte de la Selección porque demostré que estuve a la altura de cualquier futbolista internacional.