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  • Diario Digital | martes, 23 de abril de 2024
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Cartagena vuelve tras 18 años; ofrece gobernabilidad y obras

Propone construir un hospital de tercer nivel y un paso a desnivel para descongestionar el tráfico vehicular. Prevé trabajar de la mano con el presidente Luis Arce Catacora.

El alcalde de Quillacollo, Héctor Cartagena. ARCHIVO
Héctor Cartagena, candidato a la Alcaldía de Quillacollo por la agrupación UNE. DICO SOLÍS
Cartagena vuelve tras 18 años; ofrece gobernabilidad y obras

Seguro de contar con el apoyo de los votantes. Así se siente Héctor Cartagena, quien vuelve a la arena política después de casi 18 años.  Está vez busca llegar al sillón municipal en Quillacollo de la de la mano de la agrupación ciudadana UNE.

Confía en que su “experiencia y honestidad”, fue alcalde dos veces, entre 1996 y 2002, serán sus armas más fuertes para derribar a los otros 13 candidatos que también buscan el voto de los miles de electores que viven en los 10 distritos ubicados en las zonas urbanas y rurales de ese municipio.

Asegura que ver a Quillacollo sumido en el retraso y en una constante inestabilidad política, y su vocación de servicio fueron las principales motivaciones para lanzarse al ruedo, pese a las amargas experiencias que le tocó vivir tras ganar las elecciones municipales en 2010, pero que por una serie de denuncias que, según él, nunca fueron probadas, tuvo alejarse del cargo.

Ahora, regresa con más fuerza y convencido de que logrará que los quillacolleños le den el apoyo en las urnas del 7 de marzo para que obtenga ocho de los 11 concejales y con esa mayoría pueda gobernar sin problemas para darle a esa ciudad la estabilidad política y administrativa que no logra consolidar en los últimos 15 años.

Quillacollo está considerado como el municipio más inestable del país, es más, en los últimos años hasta los concejales suplentes asumieron el cargo de Alcalde porque los titulares fueron acusados de presuntos hechos de corrupción; tuvieron que dejar el cargo y terminaron en celdas de alguna cárcel cochabambina.

En entrevista con OPINIÓN, Cartagena da a conocer sus ambiciosos proyectos, cómo los financiará y la relación que prevé tener con el presidente Luis Arce Catacora.

P. ¿Por qué decide nuevamente postularse a la Alcaldía de Quillacollo?

R. Estoy volviendo a la vida política después de casi 18 años de estar en receso y dedicarme a la abogacía, que es mi profesión. Tomé la decisión de regresar a la arena política porque Quillacollo en los últimos años está sumido en la postergación, en el retraso; el pueblo quiere ver un cambio.

En mi gestión (1996-2002) hicimos mucho por esta ciudad, pese a que teníamos un presupuesto pequeño, apenas unos 25 millones de bolivianos. Pero desde el 2005, ese presupuesto subió y llegó hasta 400 millones de bolivianos, pero las autoridades municipales no hicieron nada para solucionar los grandes problemas que tiene la ciudad.

P. Quillacollo es uno de los municipios más inestables de todo el país ¿Por qué cree usted que pasa eso y que hará para revertir esa situación si ganas las elecciones?

R. El año 2010, cuando gané las elecciones en las urnas, un grupo de malos políticos, aventureros y antidemocráticos inventaron supuestos delitos para suspenderme, pero nunca me probaron nada. No he sido sentenciado por nada. Desde ese momento, se comenzó a desconocer la voluntad del pueblo y no se permite a las autoridades legalmente electas trabajar. Desde ese tiempo se institucionalizó la inestabilidad política en Quillacollo. Ahora hay que recuperar la credibilidad, la institucionalidad democrática. 

Voy a demostrarle, una vez más a Quillacollo, que soy un servidor. La sigla de UNE la usaré hasta el 7 de marzo, día de las elecciones, luego tengo que trabajar para todos por igual. Creo que la función de un servidor público es satisfacer las necesidades de todos sin  distinciones políticas.

Buscaremos la estabilidad obteniendo al menos ocho de los 11 concejales. Debemos tener un  alcalde y un Concejo Municipal con la mayoría absoluta para tener los dos tercios de votos. 

Quillacollo ya experimentó muchos años de inestabilidad, de indignación, postergación; creo que lo que va primar al momento de emitir su voto no van a ser posiciones políticas, sino conciencia, principios, valores y desarrollo.

P. ¿Qué problemas tiene está ciudad y qué propone usted para solucionarlos?

R. El problema número uno es la renovación del sistema de alcantarillado, el que tenemos está obsoleto, una muestra de eso es que cuando hay lluvias se inunda todo el Casco Viejo. Pero también el drenaje pluvial que no lo tenemos en Quillacollo. 

Debemos solucionar el tema de la basura. Urge dar vida a una empresa municipal que se encargue de ver ese tema. Asimismo, en salud solo tenemos un hospital que está totalmente colapsado. Hay que descentralizar el servicio de salud. Por eso planteamos equipar con insumos médicos y contratar personal a tres centros de salud. A eso le sumamos la construcción de un hospital de tercer nivel.

Tenemos que priorizar el tema del agua. Ya está Misicuni y nos puede dar provisión tanto para consumo humano como para riego. Para eso tenemos que hacer tanques de almacenamiento y el tendido de redes. Tenemos varias zonas agrícolas que necesitan agua para producir.

El agua es prioritaria para ampliar la zona productiva, para eso vamos a implementar sistemas de riego y el asesoramiento técnico para que mejoré ese sector.

Construiremos un paso a desnivel en la rotanda de la calle Antofagasta, tendrá una extensión de 60 metros, con eso ayudaremos a descongestionar el tráfico vehicular.

Tenemos previsto construir tres nuevos mercados en las zonas norte, central y sur para trasladar a los ambulantes y erradicar ese histórico problema.

En educación no solo dotaremos de servicio de internet a todos los colegios, sino que vamos a crear la Universidad Metropolitana del Valle Bajo.

Tenemos proyectos ambiciosos que son necesarios para los quillacolleños.

P. Está proponiendo varios proyectos, pero la crisis económica está golpeando a todos, inclusive a las alcaldías que no tienen buenos ingresos ¿Cómo encarará las obras?

R. Habrá un recorte económico, al parecer será en un 20% porque la pandemia afecta a todos. Cuando se administra con honestidad, y con transparencia se puede lograr cosas buenas. Vamos a mejorar las recaudaciones y a generar ingresos de forma creativa.

Tenemos que hacer una reingeniería económica y administrativa para optimizar los recursos. Sabemos que del techo presupuestario se debe usar el 20% para funcionamiento, personal y el 80% para inversiones, pero sabemos que en los últimos tiempos fue al revés.

Vamos a recurrir al gobierno central, a organismos internacionales como el BID y otros. 

Necesitaremos unos 200 millones de bolivianos para concretar los proyectos que estamos planteando a los quillacolleños.

P. ¿Si usted gana las elecciones como será su relación con el presidente Arce?

R. Un municipio si no coordina con el gobierno central para encarar proyectos estaría yendo contra su pueblo. Queremos construir un hospital de tercer nivel que cuesta entre 70 a 80 millones de bolivianos, presupuesto que no lo tenemos, por lo que si no buscamos el apoyo del gobierno central no lo podremos ejecutar.

Voy a coordinar con el gobierno central porque los servicios de educación y salud no deben ni pueden tener un color político, sino que deben llegar a todos sin distinción de ninguna naturaleza.