Las campañas políticas rumbo a las elecciones subnacionales del 7 de marzo utilizan nuevas estrategias y  dinámicas, en medio de la pandemia del coronavirus COVID-19, ante el riesgo de los contagios.

Algunos candidatos optaron por mantener las tradicionales caravanas, distribución de panfletos y banderas y concentraciones masivas que caracterizan a los actos proselitistas. A esto se suma el pintarrajeado y empapelado de la ciudad. 

En las calles se vieron algunas caravanas y una convivencia pacífica entre las organizaciones políticas que casi frente a frente presentaban algunas de sus propuestas. Incluyeron bandas de música, equipos de sonido y hasta bailarines. 

Pero también hubo ideas innovadoras y arriesgadas, en busca de lograr el voto de la población. 

Saltaron edificios, escalaron cerros, repartieron huevos, dieron un discurso sobre una silla y hasta bailaron con sus seguidores. 

Algunos candidatos aprovecharon la situación de salud y ofrecieron vacunas contra el coronavirus, como parte de su campaña, servicios de salud e insumos de bioseguridad como el alcohol en gel. Otras iniciativas incluyeron pintado de fachadas y desinfección de calles.

A menos de un mes de volver a las urnas para elegir a las autoridades departamentales, regionales y municipales, en la recta final, también acuden a los medios de comunicación para difundir sus propuestas.

Desde el Tribunal Supremo Electoral (TSE) prohibieron la propaganda gubernamental en este periodo de tiempo.

Los candidatos, ante las restricciones de movilizarse, han atacado el ornato público con vallas, afiches, murales, pasacalles y banner en diferentes puntos. En La Paz se anunció una multa al MAS, Sol.bo, Pan-Bol y Somos Pueblos por ensuciar la ciudad. Es más de un millón y medio que deben cancelar, en montos diferenciados, según la infracción y reponer el daño ocasionado.