SEGUNDA EXPLOSIÓN EN ESE NEGOCIO
Pirotecnia letal: fábrica donde murió un hombre operaba desde hace años sin permiso

La columna de humo que se desprendió tras la explosión en una fábrica clandestina de juegos pirotécnicos ubicada en la Organización Territorial de Base (OTB) Villa San José, al sur de Cochabamba, se vio a kilómetros de distancia. El incendio de magnitud enlutó a una familia. Cristian F.R., propietario del negocio, perdió la vida en el lugar.
La fábrica artesanal funcionaba a puerta cerrada y sin autorización desde hace varios años. Los vecinos consultados ni siquiera se animaron a calcular el tiempo de operación porque serían muchos.
El martes 7 de marzo, se registró una explosión en ese lugar por segunda vez, pero, en esta ocasión, se cobró la vida de una persona. En el primer siniestro, un hombre perdió una mano, sin embargo, siguieron con la actividad ilegal. Según la gente de la zona, la familia afectada es numerosa y de escasos recursos económicos y creen que, por ese motivo, no dejaron de fabricar explosivos de manera artesanal.
TRAGEDIA El 7 de marzo, al promediar las 10:30, el imponente ruido de la explosión alertó a los vecinos, quienes sacaron baldes con agua para intentar sofocar el incendio, pero era una tarea sumamente compleja. Y, en cuestión de segundos, se vieron envueltos en una humareda que se veía a kilómetros de distancia.
Pocos minutos después, a las 10:37, personal de la Policía y Bomberos llegaron a la fábrica clandestina y realizaron las primeras laborales de “salvataje”. En el lugar, encontraron a una persona sin vida y otras tres heridas, entre ellas una niña, quienes fueron auxiliadas a hospitales de Cochabamba.
Solo uno de los heridos continúa internado. Se trata de un hombre, de 52 años, que tiene quemaduras de primer y segundo grado en el 50% de su cuerpo. Una mujer (62) sufrió quemaduras en las manos y una niña (5) en las piernas. Deben acudir a sus curaciones.
Tras el auxilio de los sobrevivientes, personal policial aseguró el perímetro y aisló varias zonas donde hallaron explosivos, entre ellos dinamita, mientras que los bomberos mitigaron el fuego y realizaron tareas de enfriamiento, informó el comandante de la Estación Policial Integral (EPI) 5 Alalay, Freddy Gonzalo Medinacelli.
Para el jefe policial, la tragedia se debe a “falta de precaución, imprudencia y negligencia” debido a que la fábrica de juegos pirotécnicos operaba sin autorización y sin medidas preventivas.
Según el testimonio de una mujer que vivía en ese inmueble, ella se salvó de milagro. Segundos antes de la explosión, ella se dirigió a la tienda del barrio, mientras su tío (víctima mortal), el hermano de él, su hija y su abuela se encontraban en la vivienda cuando se registró el incendio.
El hombre que falleció estaba trabajando en la “cohetería”. Su abuela y su hija se encontraban en el patio y en una habitación, respectivamente. En tanto, el hermano del primero, de ocupación cerrajero, estaba techando. Se presume que una chispa saltó al sector donde se encontraban los juegos pirotécnicos y, esa situación, derivó en la explosión que enlutó a la familia.
Al promediar las 12:25, el cuerpo de la víctima fue trasladado al Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF) para su autopsia médico legal. Los investigadores procesaron el lugar de los hechos.
Solo quedaron cenizas y escombros. Los vecinos ayudaron a realizar la limpieza del lugar para velar el cuerpo de Cristian F., padre de cuatro hijos y único sustento de su hogar.

EN LA MIRA El ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, señaló que la Policía se encuentra realizando los informes técnicos y periciales del siniestro ocurrido en la OTB Villa San José, donde un hombre perdió la vida a causa de una explosión, y que luego darán a conocer los resultados.
Aclaró que las unidades dependientes del Ministerio de Defensa son las encargadas de controlar la importación, fabricación y tenencia de explosivos. Adelantó que si identifican a personas que hayan infringido la norma o adecuado su conducta a algún tipo penal “van a estar tras las rejas”.
De momento, el caso se encuentra en proceso de investigación. Y la familia afectada busca ayuda para comprar cremas y medicamentos que necesitan los sobrevivientes.