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  • Diario Digital | sábado, 20 de abril de 2024
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LA FISCALÍA DIJO QUE EL CASO ES UNO “CERRADO” PORQUE NO HAY A QUIÉN IMPUTAR

¿Los testigos?: relatos echan luces en la búsqueda de la verdad

Peritos llegan al condominio para realizar el levantamiento de los cuerpos e investigar los hechos, el pasado 27 de abril.     APG-EFE
Peritos llegan al condominio para realizar el levantamiento de los cuerpos e investigar los hechos, el pasado 27 de abril. APG-EFE
¿Los testigos?: relatos echan luces en la búsqueda de la verdad

Sarah Arauco y Dagner Rojas fallecieron tras caer del piso 12 de uno de los edificios de un condominio en Santa Cruz. Al menos cinco testigos, vecinos y amigos, prestaron su declaración informativa con la intención de esclarecer lo ocurrido la mañana del 27 de abril.

Una vecina declaró que sus hijos escucharon primero los ruidos, pero ella no le dio importancia hasta que escuchó los fuertes gritos de un varón. Relató que cuando se asomó a la ventana para ver de qué se trataba vio a dos jóvenes, una mujer y un hombre, discutiendo y peleando cerca de la ventana de su departamento.

Señaló que los vio forcejeando, pero que Sarah logró hacerse soltar. Luego, la pareja se metió en el departamento y, después de un rato, los vio en la otra ventana. “Vi el forcejeo donde estaba como queriéndola empujar. Ella estaba de espaldas y de un momento a otro vuelco la mirada hacia mi hijo diciéndole que entre y no mire, y nuevamente me fijo y ahí la chica ya estaba cayendo del edificio”.

Relató que el joven se acercó a la ventana con la intención de saltar y con la mirada al piso.

Otro de los vecinos, del mismo condominio, refirió que percibió que la joven tenía la “mirada pérdida” y que él la sostenía de ambos brazos. “Estaba viendo televisión con mi novia, ya que ella vive en el piso 13, cuando escuchamos gritos. Nos asomamos a la ventana, donde observamos a la chica siendo sostenida por él de ambos brazos y estaba colgando. No se veía si ella estaba sujetándose de la ventana ya que no hacía ningún esfuerzo porque tenía la mirada pérdida, cuando llego a hacer contacto visual con ella no decía nada. Al parecer era su voluntad ya que no hacía ningún esfuerzo por sostenerse”.

Relató que escuchó que vecinos de un edificio del frente le gritaban que fuera a ayudarlos. Bajó por el ascensor y entró al departamento 124 porque no estaba cerrado con llave. Vio a Dagner sentado sobre el pretil de la ventana y Sarah ya no estaba ahí. Le pidió que se tranquilice, pero él estaba “lloroso y nervioso”.

“Llegué a agarrarlo de la muñeca cuando él se dejaba caer y lo sostuve por un momento hasta que llegó el guardia, quien me ayudó, pero no teníamos la fuerza necesaria para introducirlo adentro y se fue resbalando (…). Al parecer, él quiso sostenerse porque llegó a tocar la ventana de abajo y le dije que se apoye en ella, pero no pudo, se resignó y se dejó caer. Me quedé gritando de impotencia”. 

La novia de ese testigo coincidió con su versión. Tampoco vio caer a Sarah porque fue a buscar su teléfono para llamar a su hermano que vive en el mismo condominio. 

Otra vecina, del mismo edificio, declaró que escuchó gritos pidiendo auxilio y vio por la ventana que un vecino, que vivía pisos más arriba, sostenía a una chica por los brazos tratando de evitar que caiga a la planta baja. La testigo subió al piso 11 con la intención de ayudarlos, pero nadie le abrió la puerta y bajó al lobby para reportar lo que pasaba, cuando escuchó un fuerte ruido y, al salir a exteriores, vio a los dos jóvenes en el piso. Llamó al 110 y, en unos minutos, la Policía y ambulancias llegaron al inmueble.

CASO CERRADO El fiscal departamental de Santa Cruz, Roger Mariaca, manifestó hace unos días que, aunque los hechos estén siendo investigados, este es un “caso cerrado” debido a que no habría persona a la que pudiera imputarse.

La autoridad dijo que han estado tomando declaraciones a testigos para tratar de llegar a la verdad de los hechos, pero que en aspectos jurídicos “no hay por donde más avanzar”.

Para la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (FELCV) este es un feminicidio seguido de suicidio, pero la Fiscalía aún no se refirió sobre la tipificación. La Policía hizo el desdoblamiento de los teléfonos e identificaron chats en los que Sarah amenazaba a Dagner con demandarlo por un golpe que tenía en el pómulo demostrándole su lesión con una foto. Él le respondió que ella le había “rajado la nariz”.

La joven se comunicó con su novio cerca de la 01:10 del 27 de abril y le pidió que bajara sus lentes porque no podía conducir sin ellos. Él le respondió que suba por sus pertenencias porque él estaba cansado y tenía más tarde unos exámenes.

Sarah le envió un audio en el que le decía que iba a tomarse 10 pastillas para dormir y que si le sucedía algo era su responsabilidad. Los chats prueban que, días antes a la tragedia, los jóvenes sostenían conversaciones cariñosas, donde también hacían notar que tenían algunos problemas, pero que iban a resolverlos porque se amaban.

Según sus amistades, la pareja tenía problemas por celos y terminaban, y volvían constantemente.