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  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
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SUS PADRES MANTIENEN LA ESPERANZA DE ENCONTRARLA PRONTO

¿Dónde está Zarlet?, el misterio de la joven desaparecida sigue sin resolverse 10 años después

Zarlet, la joven desaparecida, tocando un violín.      CORTESÍA MARCELA MARTÍNEZ
Zarlet, la joven desaparecida, tocando un violín. CORTESÍA MARCELA MARTÍNEZ
¿Dónde está Zarlet?, el misterio de la joven desaparecida sigue sin resolverse 10 años después

La desaparición de Zarlet Rowina Clavijo Martínez es uno de los grandes misterios aún no resueltos en Bolivia. Han transcurrido 10 años y no hay una pista sólida sobre su paradero. Sus padres Hevert y Marcela no pierden la fe y la esperanza de encontrarla con vida y estrecharla entre sus brazos en cualquier momento.

Zarlet tenía 17 años cuando desapareció el 4 de junio de 2012, en La Paz. Desde entonces, sus padres no han dejado de buscarla dentro y fuera del país. Las pertenencias de Clavijo Martínez están intactas en su habitación y se sumaron regalos de cumpleaños, de Navidad y de otras fechas especiales que esperan por ella.

SU DESAPARICIÓN La adolescente fue vista por última vez cuando salía del edificio San Pablo, donde trabajaba en una oficina, ubicada en la avenida 16 de Julio de La Paz. La Policía ha manejado casi una decena de hipótesis desde su desaparición, según su familia.

Zarlet realizaba el bachillerato internacional por internet. Esa modalidad le permitía dedicarse a otras actividades que le apasionaban. En las mañanas trabajaba en un negocio familiar y luego se daba tiempo para pasar clases de chino mandarín, inglés, pintura y violín.

El día que desapareció estaba saliendo de su trabajo para almorzar con su mamá. Sin embargo, el congestionamiento que había por una marcha impidió el encuentro y quedaron en verse en su casa. Zarlet estaba trasladándose de la zona central a Obrajes, pero no llegó a su destino.

La adolescente vivía con su madre, ya que sus padres se habían divorciado. El 4 de junio de 2012, al promediar las 18:00, Hevert recibió la llamada de Marcela que le comunicaba sobre la desaparición de su hija y, desde entonces, no han dejado de buscarla.

“MI HIJA APARECERÁ” “Así como súbitamente desapareció Zarlet, igual va a aparecer”, dijo Hevert Clavijo, exasambleísta departamental de Cochabamba, durante un conversatorio denominado “Casos emblemáticos, Zarlet Clavijo Martínez” realizado hace unos días por Inmarscecible.

Recordó esa llamada que le hizo Marcela hace 3.653 días. “Me preguntó si Zarlet estaba conmigo, cosa que jamás podía haber sucedido porque todos nuestros encuentros los realizábamos de manera consensuada. Nunca fueron escapadas ni nada intempestivo. Ahí comenzó mi drama personal y familiar, pero la esperanza de ver el día en que me reencuentre con mi hija hace que sea más llevadero el asunto, otra razón no existe (…). La esperanza es lo que nos mantiene en la lucha y firmes”.

Para Hevert hablar de la desaparición de su hija es “tocar una herida del tamaño de su cuerpo y alma”, no obstante, continúa luchando. Dijo que en más de una oportunidad han sentido “estar a un paso no de resolver el tema, pero sí muy cerca de encontrar la punta del ovillo” que los llevaría a Zarlet.

El secuestro de Zarlet les cambió la vida. Marcela Martínez, de profesión abogada y comunicadora social, dijo que en los 10 años que su hija lleva desaparecida aprendió que “las presencias no son necesariamente físicas”, sino que se tiene en el corazón a las personas que se ama.

“En estos 10 años nunca he estado separada de mi hija. Así se la hayan llevado por la fuerza y la tengan contra su voluntad. Las presencias se las siente aquí (se toca el pecho a la altura del corazón). Tengo la seguridad de que siente mi fortaleza, no sé si duerme, si come, con qué se viste, pero sí sé que no le falta mi energía y apoyo y sé que ella lo siente porque yo la siento”, señaló.

Martínez creó “Zarlet, la que ilumina”, una red de alerta temprana para la búsqueda de personas desaparecidas. Contó la emoción que siente cuando le ponen la palabra “encontrada o encontrado” a los afiches que reportaban una desaparición y confía que el próximo cartel con ese término será el de su hija. “Siento que muy pronto estaremos juntas y abrazadas”.