Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
  • Actualizado 16:15

El caso de Rosa Cabezas: una dolorosa muestra de la imparable violencia contra las mujeres en Bolivia

El artículo 252 bis del Código Penal de Bolivia establece que el delito de feminicidio conlleva una pena de privación de libertad de 30 años, sin posibilidad de indulto.

El cuerpo de Rosa es llevado a La Paz en compañía de sus fieles perros, quienes lo acompañan durante el cortejo fúnebre./ APG
El cuerpo de Rosa es llevado a La Paz en compañía de sus fieles perros, quienes lo acompañan durante el cortejo fúnebre./ APG
El caso de Rosa Cabezas: una dolorosa muestra de la imparable violencia contra las mujeres en Bolivia

Renán Cabezas Veizán, diputado nacional por el Movimiento Al Socialismo (MAS), despertó el sábado 20 de mayo con una trágica noticia. Un Ministro le llamó para comunicarle que su hermana Rosa (de 45 años), desaparecida por una semana, fue encontrada sin vida en un inmueble de la calle Baptista, Cochabamba. Su cuerpo había sido descuartizado, embolsado y escondido dentro de un refrigerador en una habitación que el feminicida alquiló solo unos días antes de cometer el crimen.

Horas más tarde, al promediar la medianoche, la Policía capturó a Yelsin Chileno Mamani (26), amigo de Rosa, como el principal sospechoso. Cuando fue detenido, se encontraron entre las pertenencias del joven la cédula de identidad y el teléfono de la hermana del diputado. Él estaba escondiéndose en la vivienda de su actual pareja, una mujer de más de 40 años, por lo que los investigadores presumen que enamoraba a mujeres mayores y luego les pedía dinero.

Yelsin, presionado y acorralado, finalmente admitió su responsabilidad en el feminicidio de Rosa. Un juez de Colcapirhua dictó su sentencia de 30 años de prisión, sin derecho a indulto, el lunes 22 por la noche, pero la ejecución de la condena se vio impedida debido a que el autor no renunció a los plazos de impugnación.

En consecuencia, la autoridad judicial determinó su detención preventiva en la cárcel de El Abra, pero aclaró que la sentencia sigue siendo válida. La defensa de Yelsin tiene un plazo de 15 días hábiles para presentar el recurso de apelación restringida. Según la fiscal departamental de Cochabamba, Nuria Gonzáles, hasta el jueves 25, el feminicida no presentó ningún memorial. En caso de que no lo haga, la sentencia sería ejecutoriada y se emitiría el mandamiento de condena.

El crimen de Rosa conmocionó a toda Bolivia. La víctima era psicóloga de profesión, llevaba un estilo de vida saludable sin consumir alcohol y era meticulosa en su cuidado personal. Su amor por los animales era notable, ya que solía rescatar perros callejeros, brindarles rehabilitación, esterilización y encontrarles hogares adoptivos. Tenía la responsabilidad de cuidar a tres caninos, quienes actualmente están bajo el cuidado de sus familiares, dos en Cochabamba y uno en La Paz.  

¿QUÉ PASO CON ROSA?

El acta de autopsia, realizado por el Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF), reveló que la víctima murió por “lesiones de centros nerviosos superiores, laceración de masa encefálica y traumatismo craneoencefálico abierto a causa de politraumatismo”. La descripción hace referencia a una serie de lesiones graves causadas por golpes en la cabeza. 

Según información de las autoridades, Rosa recibió varios golpes sucesivos y contundentes con un martillo en la cabeza. Luego, el cuerpo fue descuartizado y escondido en seis bolsas negras dentro un refrigerador. La data de muerte es de cuatro a ocho días.

¿QUIÉN ES EL FEMINICIDA?

Yelsin Chileno Mamani era amigo de Rosa Cabezas. Es boliviano. 

El sábado 20 de mayo, al promediar la medianoche, fue detenido y, dos días después, terminó admitiendo su culpabilidad en el crimen de Rosa y se sometió a un juicio de procedimiento abreviado. 

Según el testimonio de las hermanas de la fallecida, Rosa y Yelsin se conocieron en una academia de baile. Este individuo mostró interés en ella, pero Rosa lo rechazó debido a la diferencia de edad de más de 15 años que existía entre ellos.

Rosa y quien finalmente se convirtió en su verdugo eran solo amigos. Él se hizo pasar por subgerente de una entidad bancaria, aunque en realidad todo era una mentira.

¿CUÁL ES EL MÓVIL DEL CRIMEN?

Según el ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, el móvil del crimen de la hermana del diputado nacional fue económico.

Los problemas comenzaron cuando Yelsin, haciéndose pasar por empleado de un banco, se negó a devolver el dinero que le había entregado para su cambio a dólares. Este monto, que ascendía a 6.000 dólares, pertenecía a una amiga de Rosa.

El sábado 13 de mayo por la mañana, Rosa salió de la casa que alquilaba en Tiquipaya, donde vivía con sus tres mascotas, con el objetivo de encontrarse con Yelsin y resolver el asunto económico. Sin embargo, detrás de esta aparente situación, había un plan macabro que tenía como objetivo poner fin a la vida de la mujer.

PLAN

Yelsin compartió el pensamiento común de otros asesinos: “Sin cuerpo no hay crimen”. Elaboró un plan para hacer desaparecer el cuerpo de Rosa, pero requería tiempo.

En primer lugar, tomó el teléfono de Rosa y se hizo pasar por ella. A través de mensajes en WhatsApp, comunicó a sus familiares y amigos que había contraído el coronavirus y que estaba aislada en la casa de una amiga, pero expresó su malestar hacia todos sus hermanos por haber difundido su fotografía y haberla reportado como desaparecida.

El miércoles 17 de mayo, después de cinco días, la familia Cabezas se enteró de la desaparición de Rosa gracias a la llamada de la propietaria de la vivienda que alquilaba. La dueña informó a una de las hermanas de Rosa que no había regresado y que sus mascotas estaban sin comida. Inmediatamente, la familia buscó ayuda en la Policía, ya que todo lo que estaba ocurriendo resultaba extraño para ellos. Surgieron sospechas de que algo estaba mal, ya que la mujer nunca abandonaría a sus perros ni reaccionaría de esa manera. Además, los mensajes enviados desde su teléfono presentaban errores ortográficos, lo cual era inusual ya que Rosa era muy cuidadosa con su redacción. 

Mientras transcurrían esos acontecimientos, Yelsin solicitó al propietario del lugar alquilado que se cambiaran las cortinas por unas más oscuras, aparentemente para evitar ser descubierto. Según el ministro Del Castillo, también pidió permiso para organizar una parrillada. Eso le hizo suponer que el autor tenía la intención de desaparecer el cuerpo y eliminar cualquier evidencia relacionada al crimen. 

COARTADA CAÍDA

Los agentes del Departamento de Cibercrimen de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) realizaron el rastreo de las direcciones IP y el movimiento en las redes sociales, lo que les ayudó a localizar el lugar donde estaba usándose el teléfono de la víctima. 

Más de 40 agentes rodearon el manzano mientras esperaban datos específicos para llevar a cabo la intervención. Dentro de una vivienda de alquiler temporal, se encontró el cuerpo oculto en un refrigerador. El plan de Yelsin se vino abajo y el crimen fue descubierto.

La violencia contra las mujeres en Bolivia no cesa: 37 feminicidios registrados desde el 1 de enero hasta el 26 de mayo. En solo una semana, tres nuevos casos conmocionan al país, uno en Cochabamba y dos en Santa Cruz.