Opinión Bolivia

  • Diario Digital | miércoles, 24 de abril de 2024
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La calle del terror: dos hermanos tenían en vilo a vecinos de Arani hasta que cayeron en prisión

Los vecinos vivieron atemorizados por varios años. Los hermanos Arnaldo y Omar G.P. les arrojaban con piedras, ladrillos e incluso los golpeaban con palos u otros objetos contundentes. 
Uno de los procesados aguarda su audiencia en celdas policiales (i). Una vista de la calle Bolívar (final), conocida por algunos como la “del terror”, donde se encuentra la casa de los hermanos Arnaldo y Omar G.P., en Arani (d).
Uno de los procesados aguarda su audiencia en celdas policiales (i). Una vista de la calle Bolívar (final), conocida por algunos como la “del terror”, donde se encuentra la casa de los hermanos Arnaldo y Omar G.P., en Arani (d).
La calle del terror: dos hermanos tenían en vilo a vecinos de Arani hasta que cayeron en prisión

“Nadie se atreve siquiera a mirarlos o hablar por la puerta de su casa”, contó una joven al referirse a los hermanos Arnaldo y Omar G.P., quienes han sembrado miedo en sus vecinos por muchos años. Ella llama a su madre o hermano para que, junto con ellos, pase la calle Bolívar (final) y llegue “a salvo” a su hogar ubicado en la comunidad de Chinguri en Arani, en el Valle Alto de Cochabamba.

Su tránsito por esa calle es veloz y en silencio para evitar a los hermanos. Cuando los veía en la puerta debía aguardar a que ellos ingresen a su propiedad para seguir su camino. Otros vecinos trazan otras rutas para llegar a su destino y, muchas veces, los niños son acompañados por efectivos policiales para llegar a la unidad educativa del lugar.

El vecino que vive al frente de la casa de Arnaldo y Omar quitó su puerta y llenó el hueco con ladrillo para habilitar otra que tenga salida a la calle adyacente, y evitar a la familia conflictiva.

Otra mujer, con domicilio en esa zona desde hace más de 15 años, dijo que han estado viviendo “en un barrio del terror”. “Son personas peligrosas, si te ven pasar por la calle donde está su casa te arrojan con ladrillos, piedras o cualquier otro objeto. En una ocasión, un joven ha sido apuñalado cuando estaban cavando el alcantarillado y muchas personas han sido víctimas de los hermanos, incluyendo adultos mayores. Hemos sido amenazados hasta de muerte, pero no podemos seguir en esta situación y no vamos a permitir que ellos vuelvan a esa casa”. 

En 2020, una mujer, a quien le rompieron tres costillas, los denunció. Según vecinos, fueron a prisión, pero al poco tiempo los dejaron en libertad.

Una vecina dijo que la madre de los jóvenes tiene problemas mentales, pero que ella no representa un peligro. Ella vive sola, pero sus hijos llegan a su inmueble en cualquier momento. Agreden a los pobladores y huyen hacia el municipio de Cochabamba, donde tendrían otro domicilio, para “calmar las aguas” antes de retornar y volver a cometer delitos.

Los vecinos han vivido atemorizados por varios años. Levantaron la voz tras que un joven casi perdiera la vida a manos de los hermanos, quienes lo atacaron con una picota la noche del 3 de junio.

La familia está compuesta por tres hermanos, pero dos son los implicados en este último hecho de tentativa de homicidio. Todos tienen antecedentes penales, según la Policía del Valle Alto.   

Se les atribuye al menos 10 casos, desde 2011. El pase a prisión de Arnaldo y Omar, aunque por ahora preventivamente, fue el ataque al universitario Christian Balderrama Chura, a quien dejaron con traumatismo facial con fracturas múltiples en la mandíbula y otra expuesta de tibia en la pierna izquierda. 

Sus agresores cumplirán detención preventiva por seis meses en las cárceles San pedro de Arani y El Abra, según disposición de las autoridades judiciales.

Arnaldo quiso evitar la prisión argumentando que tiene problemas mentales, al igual que su madre. Su hermano mayor durante una reunión con autoridades municipales y dirigentes, transmitida por Radio Bella Morena, dijo que su hermano tiene carnet de discapacidad y que en más de una oportunidad lo ingresó al psiquiátrico San Juan de Dios, de donde escapó y, en otras ocasiones, le dieron su alta médica.

Pidió a las autoridades gestionar su traslado al psiquiátrico de Sucre y que los apoyen económicamente puesto que él no puede hacerse cargo de todo considerando que también tiene una familia. Esa situación se definirá después de los seis meses de detención conforme a las disposiciones de la Justicia. 

Algunos comunarios piensan que los agresores tienen problemas mentales, mientras otros creen que no tienen dificultades y que son violentos, y usan su estado de salud para librarse del presidio. Ellos piden que se colecte la mayor cantidad de evidencia, testimonios y pruebas para que los hermanos sean sentenciados cuando se cumpla el plazo y, de esa manera, evitar que ellos regresen a la casa de su madre y continúen sembrando miedo o poniendo en riesgo la integridad de los vecinos, quienes aseguraron que no los dejaran volver a esa propiedad.