Entre el caos, inmersos en una escena de horror, aterradora, entre escombros y cuerpos inertes, estaban ellos, confundidos, en shock. Golpeados físicamente, golpeados en el ánimo.

Consiguieron zafar del abrazo de la muerte cuando otros no corrieron con la misma suerte y se apagaron. Pero la huella del dolor sigue intacta. Los sobrevivientes del desastre conservan en sus retinas y memorias algunos pasajes interrumpidos -cual cortes de película- de las tragedias que les tocó experimentar en las carreteras bolivianas.

Los últimos sucesos luctuosos en las rutas desempolvan, indefectiblemente, del pasado los hechos trágicos que quedaron en los registros que duelen. Uno de los últimos eventos que enlutó a Bolivia fue el de una familia completa. Fabio Mamani, Prefidia Nina y sus tres hijos menores (de 4, 10 y 13 años) perdieron la vida el 26 de este mes, cuando transitaban la carretera que une a Oruro con la localidad de Cala Cala.

Iban en su vagoneta Caldina. La fatalidad los alcanzó. Chocaron de frente con una volqueta, cerca de la curva del cañón de Colorado, a aproximadamente 20 kilómetros de la capital orureña. Debido al impacto brusco, el auto quedó aplastado debajo del camión. No pudieron hacer nada por ninguno de los miembros de la familia. Murieron todos instantáneamente.

Y detrás del horror quedaron ellos, los protagonistas que salvaron sus vidas. Claro que las cosas no son sencillas, pues han pasado por calvarios y muchos han tenido que recurrir a rifas y quermeses para solventar sus gastos médicos.

Erwin Tumiri es, muy probablemente, el mejor ejemplo de la sobrevivencia, del milagro en medio de la muerte. Se salvó de dos tragedias: una, aérea, la del avión Lamia, en 2016, y otra terrestre, la de la flota Trans Carrasco, en 2021.

Genaro Ojeda representa, también, la victoria de la vida ante el terror, aunque sus secuelas físicas han sido muy duras para este padre de cinco niños, que fue uno de los pasajeros que sufrió el accidente de la flota Trans Carrasco. Desde hace dos años atraviesa un proceso para volver a ser el de antes.

A continuación, un repaso por las historias de los personajes que dejaron huella en la memoria colectiva boliviana.

MIEDO NOCTURNO Sabina Saigua fue una de las nueve personas que salió con vida de la tragedia de Chataquila, la peor en la historia de Chuquisaca. El 12 de julio de 2021, ella, una mujer dedicada a la siembra, viajaba en el bus del Sindicato Señor de Chullucuni. Era una más entre 44 pasajeros. Treinta y cinco de los viajeros fallecieron, luego de que el motorizado se embarrancara 150 metros.

El proceso de recuperación fue largo. Debió pasar por el quirófano. Tuvo fracturas en el fémur, la tibia y la clavícula. Ello, sin contar que el bolsillo de la familia no rendía ante los gastos médicos.

Más allá del daño físico, quedó el trauma psicológico. Sabina, según el relato de su hija Liliam, no concilió el sueño por varias noches. Ha despertado asustada, reviviendo el mal momento del 12 de julio. 

QUERMESES EN SAIPINA El 30 de diciembre de 2022, Saipina (Santa Cruz) se vistió de luto. Faltaban pocas horas para los festejos por Año Nuevo, cuando un bus de Trans Saipina se embarrancó cerca del Mirador, en la madrugada. Once personas murieron y 28 lograron sobrevivir. Marilyn es una de las personas que se libró de la muerte, al igual que Pablo.

Los dos quedaron severamente heridos y con fuertes gastos médicos. Es por ello que familiares, amigos y conocidos de ambos organizaron cruzadas solidarias. Por Marilyn llevaron adelante una mini quermés en plena Plaza Principal de Saipina, el domingo 22 de enero, hace una semana. Ofrecieron pique macho, ají de trigo y picante de pollo para el público local. De hecho, durante todo el mes en curso, se han desarrollado diferentes actividades por los heridos de Saipina..

Limbert es otro de los sobrevivientes. El 14 de este mes hubo una cita solidaria por él. Han vendido k'jaras y asado colorado en el barrio Yotaucito. Las iniciativas continúan. Hoy domingo habrá una nueva quermés en la Cancha de los Saipineños, situada en el cuarto anillo, en la avenida Escuadrón Velasco, desde las 10:30. Si quiere colaborar y ser parte, encargando lechón al horno, puede comunicarse con los teléfonos 62064813 y 60986683.

Además, sortearán diferentes artículos como perfumes, joyas de plata, vales de spa para animales, aire acondicionado portátil y una moto Kanda. 

DOBLE MILAGRO El boliviano Erwin Tumiri ha sorprendido al salir ileso de dos hechos trágicos. El cochabambino, de 32 años, fue uno de los supervivientes del accidente aéreo suscitado el 28 de noviembre de 2016, en Colombia, cuando viajaba en un vuelo de la compañía Lamia junto a la tripulación que trasladaba al equipo brasileño del Chapecoense. Hubo 71 decesos. Y en marzo de 2021, volvió a zafarse de la muerte. Entonces, se embarrancó la flota Carrasco y fallecieron 22 personas. Él era uno de los pasajeros.