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  • Diario Digital | martes, 19 de marzo de 2024
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Bajo tierra, agresores que buscan enterrar sus culpas

Bajo tierra, agresores que buscan enterrar sus culpas

Bajo las formas más crueles de dar muerte y la posterior desesperación de "desaparecer" sus culpas, muchos agresores optan por enterrar a sus víctimas incluso en sus propios domicilios.

Ya sea por pistas en las investigaciones, sospechas de terceros o por el mismo olor de los cuerpos, la ubicación de los cadáveres siempre ale a La Luz, causando conmoción en la población y mucho dolor en las familias de las víctimas que, en días anteriores a los hallazgos, peregrinan por dar con el paradero de sus seres queridos.

En una entrevista con OPINIÓN, la psicóloga forense Marcia Garamendi explicó que, a tiempo de experimentar altísimos niveles de adrenalina, los agresores actúan como si tuvieran espacios nublados en su razonamiento, en los cuales no miden la gravedad de sus acciones llegando acometer los crímenes más atroces y pensando las formas más inhumanas para deshacerse de las pruebas, rastros y cuerpos de sus víctimas.

Es en ese sentido, por ejemplo, que muchos recurren a la quema de restos, descuartizamientos y entierros de los cadáveres incluso en sus propios domicilios.

"Se cree que en ese momento están totalmente convencidos de que nadie, jamás, se va a enterar de los crímenes que acaban de cometer, por lo que calculan actos muy crueles y sanguinarios para 'desaparecer' las evidencias, sin tomar en cuenta que las víctimas tienen una familia entera que está en su búsqueda con ayuda de autoridades", explica.

OTROS CRÍMENES En octubre de este año, la Policía aprehendió a un hombre de 51 años, quien confesó haber sido el autor del feminicidio de su esposa, cuyo cuerpo enterró en una propiedad suya en el departamento de La Paz.

El caso fue denunciado el 21 de octubre después de que una junta de padres de familia se presentó en la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia en Viacha, para denunciar la desaparición de la mujer.

En las investigaciones, se entrevistó al niño de ocho años hijo de la pareja, quien aseveró textualmente: “mi mamá está muerta, mi papá y mi padrino la han enterrado en el campo de mi papá”.   

El padre de familia Germán F. C. fue aprehendido y admitió haber cometido el feminicidio.

La Policía se dirigió a una comunidad de la provincia Pacajes, donde encontró el cuerpo enterrado al interior de un cuarto del domicilio perteneciente al acusado. La víctima tenía 54 de edad, según el reporte policial.

El Ministro señaló que el femicidio se produjo a golpes y que la causa habría sido la celotipia. El reporte policial agrega que el sujeto golpeaba habitualmente a su pareja y que la violencia aumentaba desembocando en la muerte.

TRIÁNGULO AMOROSO En septiembre, Severino Grágeda Pardo, de 48 años, estaba reportado como desaparecido desde el pasado mes de mayo, la víctima murió por un golpe en la cabeza producido con una picota.

El hecho ocurrió en la comunidad de Tako Kasa, municipio de Anzaldo. Se logró identificar al presunto autor, se trata de un familiar y a la vez vecino de la víctima, siendo aprehendido y conducido a la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) de Tarata.

Severino fue asesinado por el presunto amante de su esposa, con una picota le perforaron el cráneo, en este hecho está involucrada la pareja, las propias hijas denunciaron a la madre.

La policía aprehendió a Isidoro Cabezas Velarde de 66 años, el mismo que confesó el asesinato y llevó a los investigares al lugar donde fue enterrada la víctima. En coordinación con el Ministerio Público se realizó el operativo de localización y rescate del cadáver.

ISABEL En mayo, una pareja fue aprehendida por el feminicidio de Isabel V.M., quien fue encontrada el 17 del mismo mes enterrada debajo de un tractor en el garaje de una casa ubicada en la comunidad de Chuchuncani del municipio de Pocona, en el Cono Sur de Cochabamba.

La Policía aprehendió a Casto O.B., de 47 años, en la plaza de Totora, como el principal sospechoso del feminicidio de Isabel, de 45 años, con quien mantenía una relación extramarital

La investigación se amplió a Evangelina B.A., esposa de Casto, quien fue aprehendida en Punata debido a que se presume actuó junto a su pareja en el crimen. Isabel V.M. murió por asfixia por sofocación, policontusión y trauma nasal, según la autopsia. 

IGLESIA Avanja Ñ.M., de 34 años, fue la décima víctima de feminicidio en Cochabamba y la cuadragésima novena a nivel nacional, en lo que va de este año. La víctima, madre de cuatro niños, fue hallada sin vida en un pozo séptico en su vivienda ubicada en la comunidad de Aramasí, en Punata.

Jorge A.V., de 37 años, su exconcubino fue aprehendido en Punata, el 25 de mayo. Confesó el crimen y dirigió a los investigadores hasta el sitio donde enterró a la madre de sus hijos.

Sobre el caso, el entonces director departamental de la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (FELCV), Rubén Darío Lobatón, informó que la mujer habría sido victimada la mañana del domingo 23 de mayo, mientras sus hijos (de 13, 10, 8 y 4 años) se encontraban en la iglesia.