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  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
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Aborto: el debate que victimiza a una niña de 11 años, embarazada tras violaciones

Aborto- el debate que victimiza a una niña de 11 años, embarazada tras violaciones
Aborto- el debate que victimiza a una niña de 11 años, embarazada tras violaciones
Aborto: el debate que victimiza a una niña de 11 años, embarazada tras violaciones

El caso de la niña de 11 años, embarazada tras sufrir reiterados abusos sexuales por parte del padre de su padrastro, en la localidad de Yapacaní (Santa Cruz), ha encendido un debate que tiene por detrás a quienes aseguran que se debe permitir el aborto en este caso particular, para salvar la vida de la menor; y los que manifiestan que se puede salvaguardar la vida de ambos sin tener que “quitar” la vida de un ser humano que no tiene la culpa de nada. Es decir, se oponen a que se interrumpa el embarazo.

En esta polémica sobre la niña y su embarazo están inmersas no solo entidades, instituciones o colectivos del país, sino también organismos internacionales que se han pronunciado, además de usuarios de las redes sociales que han llenado páginas con todo tipo de comentarios, una vez más a favor y en contra de un posible aborto.

La madre y la víctima habían decidido, en un inicio, interrumpir el embarazo, un extremo que es permitido por las leyes bolivianas cuando se cumplen determinados “requisitos”.

El portal de CIES recuerda que “se establece la despenalización del aborto al reconocer la legalidad de la interrupción del embarazo en casos de violación, incesto, estupro y riesgo para la salud o vida de la mujer”.

Argumenta que una Sentencia Constitucional Plurinacional (206/2014) ratifica que no existe una penalización absoluta del aborto en Bolivia y elimina las barreras legales para acceder a un aborto legal y seguro.

“El Tribunal Constitucional ha establecido que las víctimas de violación no requerirán autorización judicial, ni iniciar un proceso penal para conseguir un aborto legal. En el caso de las mujeres cuya vida o salud corra riesgo como consecuencia del embarazo, solo será necesario el informe médico. En ambos casos también es importante el consentimiento de la mujer”, puntualiza CIES.

Sin embargo, la madre de la niña dio a conocer en las últimas horas, mediante su abogada, que decidieron ya no interrumpir el embarazo, tras ser contactada por una organización religiosa, la cual la cobija en una casa de acogida de la Iglesia católica, situación que ha sido cuestionada por entes estatales y organismos de defensa de derechos nacionales e internacionales, reportó EFE.

TORTURA

La Organización de las Naciones Unidas se hizo eco también del caso de la niña que tiene un embarazo de 23 semanas y afirmó que someter a una niña a un embarazo forzado “está calificado como tortura”, por lo que, además, instó a las autoridades bolivianas a “intensificar los esfuerzos para la protección de los derechos de las niñas víctimas de violencia sexual por motivos de género, que se constituyen en actos de tortura”.

José Gutiérrez, usuario de Facebook aseguró que la víctima es la única que tiene la potestad de decidir sobre si el embarazo continúa o no, y nadie más puede obligarle a concebir por “principios religiosos” ni por una ideología determinada. Agrega que el Gobierno utiliza a la niña para hacer política.

EL CULPABLE 

Otra arista debatida por usuarios de las redes sociales es que la mayor parte de las organizaciones, entidades e instituciones que se han pronunciado sobre este tema es que no mencionan para nada, o muy poco, “al delincuente” que cometió las violaciones contra la niña, y solo se habla de la víctima, como si ella fuera culpable de algo.

Alx Cáceres, usuario de Facebook, por ejemplo, asegura que la sociedad actual se ha deshumanizado de tal manera que “solo se busca la muerte de un inocente e indefenso ser humano que está en el vientre materno, y no el castigo severo de un criminal violador (castración química), pues de él no escucho hablar para nada”.

Dahlia Paredes, por su parte, afirma que se debería aprobar en las normas del país la castración contra los agresores, porque solo así bajarán los índices de niños y niñas abusadas sexualmente.

Danna Victoria, en concordancia con Dahlia Paredes considera que se debe aprobar con urgencia la cadena perpetua para violadores y asesinos

La misma opinión tiene Soraida Fuentes, quien enfatiza en que es urgente poner un alto a las violaciones.

Otro usuario propone, como alternativa, dar en adopción a ese “ser inocente” y ayudar a la niña ultrajada en el aspecto económico, emocional y psicológico.

En concomitancia con Alx Cáceres, Sergio Antonio afirma que “desde hace un tiempo nos vienen tanteando con la idea de la eutanasia ´voluntaria´.

Por su parte Pablo Antonio Núñez López, en pro del aborto señala: “¿qué le dirán al niño cuando crezca? ¿Fuiste producto de una violación?

Políticamente incorrecto Bo asegura que el aborto solo beneficia al violador, pues elimina (mata) la consumación de su crimen, “solo él es el beneficiado, nadie más”.

María del Carmen CF puntualiza que un crimen no puede cubrir otro crimen, porque ambas vidas, de la madre y del hijo, deben ser protegidas. “No pueden sentenciar a muerte a un bebé por el delito de otro”.

Ella va más allá y reflexiona que si la idea es matar a todos los que se piensa que van a sufrir, “en el mundo habría una masacre”.

En desacuerdo a la opinión de María del Carmen CF, Andrea VP manifiesta que no se puede sentenciar a una niña de 11 años a tener un hijo, porque ella puede morir durante el embarazo y, por lo tanto, no puede cargar con un peso que no pidió.

Ruth Poma, indignada, apunta que obligar a dar a luz a una niña es un crimen, porque ella no tiene el cuerpo desarrollado para llevar un embarazo y “solo los enfermos mentales pueden ser capaces de ver a una niña embarazada como regalo de Dios”.

Fernando Gutiérrez Fernández advierte sobre los riesgos de que una niña dé a luz a los 12 años, “el niño podría nacer con malformaciones y hay un gran riesgo para la vida de la niña”.

DOS POSTURAS CONTRAPUESTAS

La activista Carmen Sanabria señaló en Santa Cruz que es erróneo que se esté “presionando” a la niña para que continúe con el embarazo, lo que le da “legitimidad a un acto de violación y se premia al violador. Están convirtiendo en padre a un violador y a una niña en una máquina paridora”.

La activista recordó que existe una sentencia constitucional de 2014 que permite la interrupción legal de un embarazo en caso de violación sin necesidad de contar con una orden judicial, como se exigía antes.

En contrapartida a esta posición, otro grupo, también en Santa Cruz, se manifestó portando pancartas que rezaban "Respeten la decisión de la niña madre" y "Defensoría de la Niñez proteja a los dos niños".