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  • Diario Digital | miércoles, 24 de abril de 2024
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MADRE E HIJO FUERON SENTENCIADOS POR UNO DE LOS CRÍMENES

A balazos: joven acaba con dos vidas; al socio de su mamá lo victimó con su propia arma

La familia de Marco Antonio Terán, segunda víctima mortal de Wilber Camacho, pide justicia y sentencia de 30 años, sin derecho a indulto, por el delito de asesinato. El autor fue condenado a 18 años por el homicidio de Orlando Quiñones, socio de su madre.
Policía presenta a madre e hijo sentenciados por la muerte a tiros de Orlando Quiñones ocurrido en septiembre de 2021, en Sacaba.     DICO SOLÍS
Policía presenta a madre e hijo sentenciados por la muerte a tiros de Orlando Quiñones ocurrido en septiembre de 2021, en Sacaba. DICO SOLÍS
A balazos: joven acaba con dos vidas; al socio de su mamá lo victimó con su propia arma

Dos crímenes a sangre fría en solo cuatro meses. Wilber Camacho Rojas, conocido como El Chileno, acabó con la vida de dos hombres en Cochabamba; uno ocurrido en septiembre de 2021 y el otro en enero de este 2022. Su madre Virginia Rojas fue vinculada, por encubrimiento, al homicidio de su socio Orlando Quiñones M. sucedido en Villa Obrajes, Sacaba. Por ese caso, el joven, de 18 años, fue condenado a 18 años de cárcel en El Abra, mientras su progenitora recibió dos años de prisión, pero por el quantum de la pena se benefició con perdón judicial y obtuvo su libertad.

Wilber estaba siendo buscado por el crimen cometido el miércoles 22 de septiembre del año pasado, pero cayó cuatro meses después. La noche del sábado 22 de enero, El Chileno mató a tiros a Marco Antonio Terán Z., de 22 años, cuando salía de un local en Vinto. Por este crimen, el sindicado se encuentra con detención preventiva, al igual que otros dos miembros de la pandilla Kora Locos, mientras continúan las investigaciones. 

DEUDA Y NARCOTRÁFICO El primer crimen ocurrió a plena luz del día, en un avenida principal y comercial de Sacaba. Narcotráfico, deuda y ajuste de cuentas rodean el homicidio de Orlando Quiñones, de 45 años, quien recibió tres disparos de arma de fuego al interior de su vehículo cuando se encontraba en la rotonda de Villa Obrajes, a la altura del kilómetro 14 de la avenida Barrientos.

De acuerdo con los fundamentos expuestos por el Ministerio Público, Orlando Quiñones a petición de Wilber Camacho, hijo de su socia Virginia Rojas, se encontró con él el miércoles 22 de septiembre del 2021 frente al Hospital México de Sacaba. El joven subió a la movilidad de la víctima, quien se encontraba con su concubina, y discutieron por una deuda que su madre tenía con él y que si no pagaba tendría “problemas”. Todo eso ocurrió, mientras Quiñones conducía su vehículo, hasta que el asesino, que estaba en el asiento trasero, tomó el arma de fuego de la misma víctima y le disparó tres veces a la altura del omoplato. La mujer comenzó a gritar, pero el autor le amenazó con la pistola, descendió del motorizado y huyó sosteniendo el arma con rumbo desconocido.

Los tiros se registraron tras que la movilidad girara la rotonda y se pusiera en el carril que dirige al municipio de Cochabamba. A las 13:16, las cámaras de un negocio privado captaron al autor del crimen, un joven de contextura delgada, bajando del auto de la víctima y cruzando la avenida hacia la plaza de Villa Obrajes.

Orlando, gravemente herido, arrancó su vagoneta probablemente con la intención de ponerse a buen recaudo, pero perdió el control del motorizado y colisionó con una cisterna de agua que estaba estacionada en un lavadero de esa zona.

“La vagoneta venía a toda velocidad, como en las películas. Saltó la sequia como si nada (hueco profundo o desnivel de tierra)”, dijo el propietario de la cisterna que estaba descargando agua al lavadero cuando ocurrió el hecho.

Otro testigo contó que pensó que el chofer y su acompañante estaban bajo efectos del alcohol y que frenarían antes de impactar con la cisterna. Las personas que estaban en el lavadero, ubicado a unos 20 metros de la rotonda, no oyeron los disparos, pero se percataron del vehículo por el ruido que hizo al imprimir velocidad. “No había cuándo pare”. 

Orlando perdió la vida cuando intentaban trasladarlo a un centro hospitalario. Su acompañante bajó de la vagoneta pidiendo auxilio. Los testigos inicialmente creyeron que el conductor tenía heridas por la colisión, pero su concubina les aclaró que había sido baleado. No entendían lo que estaba pasando, pero ayudaron a bajarlo del vehículo, mientras intentaban contratar un taxi para llevarlo a un hospital. Perdió la vida antes de que pudieran conseguir uno. 

“El flaco, él le ha disparado a mi marido”, dijo la mujer tras el hecho, según los testimonios. El asesino fue identificado por la cónyuge, “testigo clave”, porque era alguien que conocían y con quien se encontraron presuntamente para resolver asuntos económicos supuestamente por una mercancía que no llegó a su destino. 

La Policía se constituyó al lugar de los hechos, donde hallaron un casquillo de bala sobre la avenida y colectaron otras evidencias. Se pudo constatar que uno de los proyectiles perforó la puerta del conductor. También se precintó el lavadero, mientras la escena del crimen era procesada por personal del Instituto de Investigaciones Técnico Científicas (IITCUP).

Según la Policía, Wilber mantuvo contacto telefónico con su madre esa tarde. Por ello, Virginia fue considerada inicialmente autora intelectual del crimen, pero la Justicia dictó su sentencia por encubrimiento. 

La Fiscalía presentó el 2 de diciembre de 2021 la imputación contra el principal autor por el delito de asesinato, mientras Virginia Rojas era procesada por complicidad. No se hicieron presentes a la audiencia cautelar y el juez expidió mandamientos de aprehensión en contra de la madre e hijo que presuntamente habían salido del país y se encontraban en Chile.

El Ministerio Público, durante la audiencia realizada el miércoles 26 de enero, cambió la tipificación de asesinato a homicidio para Wilber Camacho. Su madre pasó a ser procesada por encubrimiento de homicidio siendo que antes estaba como cómplice de asesinato, según información de la Agencia Judicial de Noticias.

Desde el 22 de septiembre del 2021, madre e hijo estaban siendo buscados. 

CAE ASESINO BUSCADO Wilber Camacho cayó después de matar a tiros a Marco Antonio Terán Z. La noche del sábado 22 de enero, el prófugo protagonizó una balacera, acompañado de otros miembros de la pandilla Kora Locos, en Vinto.

Los efectivos de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) arrestaron a integrantes de esa pandilla, quienes revelaron la identidad del asesino de Terán, el universitario que perdió la vida a consecuencia de dos disparos de arma de fuego.  

Wilber Camacho intentó huir por una ventana del segundo piso de su domicilio, pero fue capturado por los efectivos. La Policía lo presentó como autor del crimen y la concubina de Orlando Quiñones lo reconoció como el asesino de su pareja y, de esa manera, se esclareció el hecho violento ocurrido en septiembre pasado. Por ese caso, los imputados, madre e hijo, aceptaron su culpa, se sometieron a procedimiento abreviado y recibieron su condena el miércoles 26 de enero en una audiencia virtual. En cambio, por el asesinato del universitario tiene detención preventiva, al igual que otras dos personas, mientras siguen las investigaciones.

Según los avances investigativos, el sábado 22 de enero, Wilber y sus amigos, todos miembros de la pandilla Kora Locos, compartieron bebidas alcohólicas en un local de Vinto donde también se encontraba Marco Antonio con sus amistades. Los últimos salieron del lugar, pero fueron perseguidos por los integrantes de ese grupo.

Wilber, quien estaba armado, le pidió a Josué Fernando R.P., otro miembro de su pandilla, que le entregue su celular, pero ante la negativa disparó primero tres veces al piso. Siguió usando el arma y dos balas impactaron al cuerpo de Marco Antonio Terán, quien falleció casi de inmediato. También hirió a Jimmy R., quien fue trasladado a un centro médico. El crimen ocurrió al promediar las 21:38. 

El informe médico forense estableció que el universitario falleció a consecuencia de dos impactos de bala; uno en el abdomen lado izquierdo y el otro en el lado derecho. En tanto, Jimmy R., de 26 años, fue herido en la pelvis. 

Por este caso, tres de los cinco imputados fueron enviados preventivamente a distintas cárceles del departamento. El 25 de enero, la Justicia determinó que Wilber C.R. sea trasladado, por seis meses, al penal de El Abra, mientras que Abigail V.S. y Josué Fernando R.P. fueron conducidos, por tres meses, a los penales de San Sebastián Mujeres y San Pablo de Quillacollo, respectivamente. El primero fue imputado por asesinato, tenencia de arma de fuego, lesiones graves y robo agravado, mientras que los otros dos por los delitos de asesinato y robo agravado en grado de tentativa.

Asimismo, otros dos jóvenes, Ronald F.T. y Juan Carlos S.F., no fueron cautelados por el Ministerio Público y, consecuentemente, el juez ordenó que ambos gocen de libertad irrestricta.

Los investigadores colectarán las pruebas necesarias para sustentar la culpabilidad y responsabilidad de los imputados, mientras ellos se encuentran con detención preventiva con miras a un juicio oral donde se dicte una sentencia.

La familia de Marco Antonio Terán pide a la Justicia que el autor del crimen sea sentenciado a 30 años de cárcel, sin derecho a indulto, por el delito de asesinato. “Mi hijo era una buena persona. Tenía muchos sueños y una vida por delante. Estaba estudiando en la universidad, pero acabaron con su vida cuando él estaba viniéndose a mi casa. Pido justicia”, manifestó su padre, quien lamentó que haya plazos procesales en favor de los acusados siendo que se ha identificado al autor y, en su criterio, debió ser sentenciado con la pena máxima.

Por este crimen, Wilber no se sometió a un procedimiento abreviado a diferencia del caso de Orlando, donde aceptó su culpa y fue sentenciado. Las autoridades deben seguir las investigaciones y sustentar con pruebas su autoría durante un juicio oral que podría desarrollarse al finalizar los seis meses de la detención preventiva.

La Policía presentó al principal autor, su madre y a los otros integrantes de la pandilla Kora Locos de Vinto en una conferencia de prensa donde dio a conocer el avance de las investigaciones en los dos casos ocurridos en los últimos cuatro meses.

Pandillas atemorizan en distintas zonas de Cochabamba. En junio de 2021, seis integrantes de la pandilla Vía 9 de Sacaba, imputados por homicidio, fueron enviados preventivamente a distintas cárceles de la ciudad por la muerte de José F., de 27 años, quien era integrante de la pandilla Los Villanos.

El joven perdió la vida a manos de miembros de Vía 9. Lo golpearon, apedrearon, apuñalaron y abandonaron en vía pública cerca del cementerio de Sacaba. Según la Policía, el cuchillo que usaron para matarlo era de su propiedad y lo había usado para amenazar a sus “rivales”. No es el único caso que implica a pandilleros puesto que se registraron al menos otras tres muertes el año pasado en Quillacollo y la zona sud del municipio de Cochabamba.

La mayoría de las agrupaciones usan armas blancas como cuchillos y estiletes. Generalmente atacan a sus rivales para demostrar su poder y a víctimas para robarles sus celulares, mochilas, tenis, dinero u otros objetos de valor.