A sus 22 años, el cochabambino Jhon Zambrana Jaimes puede afirmar con total convicción que es un empresario exitoso. Es dueño de una heladería y una importadora de fundas para celulares que tienen sede en un centro comercial, donde comprar un espacio demanda una inversión mínima de 50 mil dólares, el Hupermall de la avenida Pando.

Su heladería "a la plancha" surgió hace apenas ocho meses, pero alcanzó tanto éxito, que tendrá una réplica en otro centro comercial de Cochabamba, Supermall (avenida Perú y Blanco Galindo). Su inauguración está prevista para el 1 de abril. Mientras que su tienda de cubiertas para teléfonos móviles ya tiene una sucursal en Santa Cruz.

Ambos empredimientos se unen a una lista de al menos media decena de negocios que este joven empresario dirige en el país. Tres del total, los activa en temporadas estratégicas: la importación al mayoreo de accesorios para celulares, la comercialización de patinetas electrónicas y la venta de máquinas de realidad virtual.



SU HISTORIA Jhon contó que incursionó en los negocios a los 19 años. Desde esa edad viajó a cinco países, Estados Unidos, Chile, Brasil, Italia y China, donde advirtió la presencia de modelos empresariales nunca antes vistos en el país, por lo que tomó la decisión de replicarlos. No obstante, sus emprendimientos no son una copia fiel de los que vio en el exterior, sino una dúplica mejorada y con su “toque personal”.

Por ejemplo, Jhon vio los helados a la plancha, por vez primera, en China. Después se encontró con un negocio similar en Norteamérica. Tras apreciar ambas experiencias, tomó lo mejor de las dos y las aplicó en Cochabamba.

Así nació la heladería FunTasty, que es pionera en la elaboración de helados a la plancha en el país. Actualmente, tiene 14 variedades de opciones de "helados de la casa", entre ellos Coco Bongo y Oreo Berry.

La ventaja de estos helados frente a otros que hay en el medio, según su gerente propietario, es que se los elabora "frente al cliente" y éste puede ver todos los insumos que el personal usa.

Este proceso se da gracias a una plancha generadora de frío, donde se ponen ingredientes como leche condensada, evaporada, galletas, chocolates y demás, se los mezcla y se obtiene una especie de rollitos de helado. Jhon confiesa que tuvo que aprender de forma empírica la técnica y, una vez que le agarró la maña, enseñó a su personal. "Ahora, los chicos que trabajan conmigo aprenden el proceso en tres días".



LA ESENCIA Otro elemento que distingue al negocio del resto es que tiene una esencia juvenil, como su dueño.

La heladería FunTasty es atendida por media docena de jóvenes que no superan los 27 años.

Si bien están uniformados, sus atuendos son bastante informales, “cómodos y juveniles”.

De esta manera, según Jhon, los clientes que llegan hasta FunTasty son recibidos como “amigos de la casa”.

Una de las ventajas del joven empresario es que identifica con facilidad las necesidades del segmento al que pertenece. Y es que, la mayoría de sus emprendimientos tienen que ver con tecnología, diversión o comida, ámbitos preferidos por los jóvenes.

Su segundo negocio es Funda Locura, que emplea de forma directa a cuatro jóvenes.



CONSEJO A su corta edad, Jhon ha ganado la suficiente experiencia empresarial como para aconsejar a otras personas de su edad o mayores que él.

La clave del empresariado es, a su criterio, perseverar. “Si te propones una meta, desde el inicio tienes que trazarte un plan para cumplirlo”.

Una estrategia que, según contó, le dio éxito es la que denomina “las cuatro lupas”. Consiste en analizar las características del mejor negocio del mundo, continente, país y región. Tras estudiar todos, extraer sus ventajas y “presentar un negocio que sea competitivo en el mercado”.