"Lo chévere del rap es que se queda muy fácil en la cabeza y cuando tiene la profundidad de una verdad, que es Cristo, pues es más llamativa todavía", afirmó María Valentina de los Ángeles, la monja que cumplirá el sueño de cantarle al Papa Francisco en su visita al país caribeño.

María Valentina no es una monja tradicional. Dice que por "comodidad" prefiere usar zapatillas en vez de sandalias. Toca varios instrumentos y en su adolescencia fue guitarrista de rock. El año pasado se hizo conocida al participar del reality "A otro nivel", en el que rapeó una canción con tal "naturalidad" que los Músicos Católicos Unidos- el grupo que interpretará la canción oficial de la visita del Papa- la invitaron a componer y cantar una estrofa del tema.

De los Ángeles decidió convertirse en monja tras vivir su propio "milagro". La joven de 28 años superó el mal de Nash, una enfermedad hepática que le fue diagnosticada cuando niña y que la obligaba a un trasplante de hígado cuando cumpliera la mayoría de edad.

Sin embargo, nunca lo necesitó. A los 16 años, los médicos se sorprendieron porque tras un chequeo rutinario no había rastro de la afección. Maria Valentina atribuyó su sanación a Dios y un año más tarde se convirtió a la vida consagrada, en la que no abandonó su pasión por la música. La joven integró la Comunidad de las Comunicadoras Eucarísticas del Padre Celestial, de la Arquidiócesis de Cali. Esa comunidad surgió tras el pedido de Juan Pablo II a los artistas para que evangelicen a través de sus creaciones.

"Mi sueño como música es ser una buena religiosa y hacer música es un segundo (sueño). Quiero grabar más y que la gente más que enamorarse de mi voz, se enamore de Jesús", apuntó. Gracias a su reconocimiento como solista, pudo grabar un disco titulado "Dime y dame".