"Las utilidades de las empresas sin tomar en cuenta al sector hidrocarburos han sido crecientes, de hecho para el año pasado hemos tenido utilidades que crecen en un 9 por ciento , eso nos muestra con absoluta claridad que aun cuando existen incrementos salariales, las utilidades de las empresas están incrementándose", aseveró la autoridad.

Para esta gestión, el Gobierno junto a la Central Obrera Boliviana definió un incremento salarial del 5,5 por ciento al haber básico y 3 por ciento al salario mínimo nacional y la garantía del pago del segundo aguinaldo. Los empresarios rechazaron la determinación del Gobierno, pusieron en duda el pago del segundo aguinaldo y se declararon en emergencia.

Durán dijo que si uno revisa las declaraciones de los empresarios, "todos los años han estado en desacuerdo con cualquier incremento salarial o política de redistribución del ingreso, porque ellos preservan sus ganancias, sus beneficios".

"No es como dicen los empresarios y pretenden convencernos, de que son costos altos, el salario mínimo nacional ahora está establecido en 2.060 bolivianos que es un costo absolutamente manejable, y en términos de lo que significa el segundo aguinaldo, estos costos son absolutamente manejables como se los ha visto el año pasado", apuntó.

Como ejemplo de que no todos los precios suben cuando hay un incremento salarial, el viceministro citó que la inflación en 2016 y 2017 fue de 4 por ciento y 2,71 por ciento , respectivamente.