El empresariado privado aboga por un incremento salarial “razonable” que permita la sostenibilidad de las compañías.

La ministra de Planificación del Desarrollo, Mariana Prado, confirmó el martes a ANF que ya se acordó que no se efectuará una negociación tripartita con la participación del sector privado y que la definición del incremento salarial será “equilibrada”.

“Lo que ha dispuesto el Presidente es que escuchemos a todos, al sector empresarial también a los compañeros de la COB en las mesas de negociación”, aseguró la Ministra.

El secretario ejecutivo de la organización sindical, Juan Carlos Huarachi, señaló que este jueves, se instalarán cinco mesas de diálogo con autoridades del Ejecutivo para tratar el pliego petitorio del sector y en la comisión económica se negociará el alza salarial.

El 4 de abril, el ente matriz de los trabajadores determinó, en un ampliado nacional, pedir un aumento del 12 por ciento al haber básico y del 10 por ciento al salario mínimo nacional. Seis días después, dicha propuesta, así como otras demandas del sector fueron presentadas al presidente Evo Morales en la Casa Grande del Pueblo.

“Los porcentajes planteados son una base de negociación y ya se han delineado algunos temas de cómo será la nueva hermenéutica a la cabeza del ministro de Economía (Luis Arce)”, adelantó Huarachi.

Sobre la negociación de los aumentos salariales, el presidente de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB), Luis Barbery, señaló que las posiciones están claras y no “están cerca” a las del sector obrero.

Barbery afirmó que si bien se desea que se el sector de los trabajadores recupere la pérdida del poder adquisitivo por la inflación los incrementos de salarios en los últimos años han sido progresivos, los cual representan una elevada carga para los presupuestos de las empresas y eso resta competitividad.

Por ello, señaló que se busca que dichos aumentos sean “razonables” y permitan la sostenibilidad de las firmas.

La CEPB planteó que se congele el salario mínimo en Bs 2.060 y efectuar un incremento máximo del 2 por ciento al haber básico.

Las negociaciones de los aumentos se dan en un nuevo momento de relaciones entre el Gobierno y el empresariado privado nacional, las cuales en los últimos meses se han estrechado.