El rector de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), Waldo Albarracín calificó de poco transparente y hasta de delictiva la forma en cómo el Gobierno encara proyectos hidroeléctricos de gran impacto ambiental con un alto costo económico y social, como es el caso de las megarepresas de El Chepete y El Bala.
"Nos preocupa mucho como universidad la manera tan poco transparente de cómo se está llevando el proyecto la represa hidroeléctrica Chepete y El Bala, por decirlo suave (...). La tipificación de estos actos que son hasta delictivos los que administran hoy el Estado boliviano", dijo durante la inauguración del foro: La Amazonía en el marco de la integración energética.
La autoridad universitaria aseguró que lo que interesa a los altos funcionarios del Gobierno es el enriquecimiento ilícito para beneficio propio y asegurar un patrimonio hasta su cuarta generación, sin ningún tipo de responsabilidad con las poblaciones indígenas y el medioambiente que se verán seriamente impactados con estos proyectos.
"La UMSA de un tiempo a esta parte no solo alberga la investigación sobre la situación energética porque estoy consciente que no basta investigar sin un referente político y en ese entendido la UMSA investiga, pero también asume una posición respecto a cómo debe desarrollarse la investigación y sugerir una línea al Estado, y es ahí donde radica nuestra principal preocupación", dijo en el paraninfo.
De acuerdo a la italiana Geodata, contratada por la Empresa Nacional de Electricidad (ENDE), las represas de Chepete y Bala inundarán aproximadamente 771 kilómetros cuadrados de Amazonía que afectarán dos áreas protegidas como son el Parque Nacional Madidi y la Reserva de la Biósfera de Tierra Comunitaria de Origen Pilón Lajas.
Albarracín señaló que el Estado boliviano a través de los diferentes Gobiernos, se ha involucrado en estrategias gubernamentales extractivistas sin una conexión de desarrollo real y efectivo para el propio Estado, "y en la actual coyuntura se advierte casos emblemáticos donde da la impresión que solo interesa explotar y comercializar pero no de generar desarrollo, no generar beneficio para la población".
Denunció un doble discurso instalado desde el Gobierno, que en foros internacionales habla de la Madre Tierra y los derechos medioambientales, mientras que al interior hace exactamente lo contrario. "Son las razones para sumir una posición a través de la investigación que lleva la universidad, que es un referente ideológico, de compromiso con los objetivos de desarrollo sostenible del país", dijo.
Es en ese contexto destacó el foro organizado por el Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario" (CEDLA) en coordinación con la UMSA para la realización de este tipo de foros que coadyuva a alimentar un debate informado generado por profesionales e investigadores.
Durante abril, la empresa Servicom, contratada por ENDE ingresó al estrecho de El Chepete, con la intención de penetrar a El Bala para realizar estudios geotécnicos complementarios, para ejecutar los megaproyectos hidroeléctricos que inundarán a aproximadamente 771 kilómetros cuadrados de la Amazonía.
Esta nueva incursión puso en situación de emergencia a las comunidades indígenas. El vocero de la Coordinadora Nacional de Pueblos Indígenas para la Defensa de los Territorios y Áreas Protegidas (Contiocap), Álex Villca, denunció entonces la insistencia del Gobierno por ejecutar estos megaproyectos a pesar que estudios advierten su inviabilidad económica, financiera, social y ambiental.
Recordó que los propios estudios de impacto ambiental de Geodata estiman una inundación en El Chepete de una superficie de 677 kilómetros cuadrados de bosque amazónico en una de las regiones más biodiversas de Bolivia y el mundo, y en El Bala de aproximadamente 94 kilómetros cuadrados. Los dos proyectos impactarían de manera directa en el Parque Madidi y en la reserva de Pilón Lajas.