Opinión Bolivia

  • Diario Digital | viernes, 29 de marzo de 2024
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Sanción al saqueo del patrimonio

Sanción al saqueo del patrimonio
Riqueza

Bolivia cuenta con invaluable patrimonio que debe ser protegido, tanto por las autoridades, como por la población. Es necesario capacitar a la gente para que defienda ese legado
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El presidente Evo Morales pidió, en la 38 conferencia general del Fondo de Naciones Unidas para la Ciencia y la Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés), sancionar el tráfico de bienes culturales. Tanto los traficantes, como quienes los adquieren deberían ser castigados. Asimismo, pidió a la organización internacional acompañar a los estados en la recuperación de sus bienes culturales, en particular objetos de culturas indígenas.

La demanda de defender el conjunto de bienes culturales y naturales, tangibles e intangibles que una generación hereda a la siguiente es de gran importancia. El escenario en el que Morales hizo la solicitud es el adecuado, puesto que la Unesco cuenta con 195 países participantes, incluyendo naciones que conquistaron territorios y se llevaron tesoros y bienes patrimoniales de los países avasallados.

Morales cuestionó el “modelo imperialista de saqueo permanente en el mundo”, así como las guerras y conflictos sociales que destruyen el patrimonio.

El tráfico ilícito de bienes culturales es una de las actividades delictivas que más dinero mueve en el mundo. Pero, a la vez, hay una presión creciente para la devolución de los bienes robados.

En noviembre de 2014, Suiza devolvió a Bolivia la illa del Ekeko, que fue sacada en 1858 por el ciudadano suizo Johann Jakob Von Tschudi. En 1929, su nieto la vendió al Museo de Historia de Berna. Sin embargo, muchos de los bienes culturales bolivianos todavía están fuera del país.

El arqueólogo boliviano Jedu Sagárnaga calcula que solo en los museos de Estados Unidos hay al menos 20.000 objetos patrimoniales bolivianos. En Suecia, unas 17.000 piezas están en museos y unas 3.000 en Suiza y Alemania. El chachapuma, una las piezas más valiosas para la cultura boliviana, está en un museo de París.

El concepto de patrimonio es amplio y se necesita desarrollar acciones en todos los ámbitos para su conservación, así como para su rescate.

Hay, por ejemplo, valiosísimos documentos históricos originales, como las Actas Capitulares del Cabildo de La Paz, resguardados en bibliotecas de otros países. Bolivia tiene varios bienes valorados por la Unesco. Entre ellos está la ciudad de Potosí, que fue inscrita en 1987, pero en 2014 se la declaró en peligro. Las Misiones de Chiquitos, la ciudad de Sucre, el fuerte de Samaipata, Tiwanacu y el Parque Nacional Noel Kempff figuran en la lista, igual que el Qapaq Ñan (ruta del Inca), Pulacayo, Incallajta, Cal Orko, el lago Titicaca, la cosmovisión Kallawaya, Ichapekene Piesta y el Pujllay y Ayarachi.

El carnaval orureño ostenta el título de Patrimonio Intangible e Inmaterial de la Humanidad. Asimismo, las naciones indígenas, sus culturas y lenguas son parte del patrimonio que debe protegerse.

Bolivia tiene un invaluable patrimonio y, para preservarlo, se necesita despertar la conciencia de la población. Es urgente capacitar a la gente e incluirla en las tareas de protección de los bienes naturales y culturales que deben conservarse para las generaciones futuras.

El objetivo es combatir el saqueo y el tráfico ilícito de bienes culturales. Cuidar el patrimonio boliviano y hacer labores preventivas es un mandato de la Constitución y un derecho, cuyo ejercicio solo es posible con el compromiso y participación de toda la comunidad. La pérdida de los bienes culturales afecta a todos los sectores de la población y de la humanidad. El saqueo de bienes culturales ya no puede quedar impune.