Las más de 13.000 solicitudes de anulación de militancia “trucha” o ilegal presentadas ante el Tribunal Supremo Electoral (TSE) no deben quedar simplemente en una petición. Al contrario, deben servir para que cada uno de los afectados inicie una demanda contra los que se atrevieron a utilizar sus datos para engrosar la lista de uno u otro partido político.

Sabemos que los procesos son burocráticos, pero es importante descubrir quiénes son los causantes de este hecho, totalmente cuestionado e inadmisible.

Si algunos militantes también fueron afectados porque no aparecen en el partido que se inscribieron, como ocurrió con varios políticos, estos también deben asumir acciones para conocer quiénes están detrás de todo este hecho irregular que ha causado más de un dolor de cabeza.

Si uno se conforma con la anulación de su falsa militancia o la aceptación de renuncia de inscripción en un determinado partido, del cual nunca formó parte, implícitamente estará permitiendo que otros más osados se atrevan hacer lo mismo en el futuro.

Es tiempo de frenar estas irregularidades, dado que se ha puesto al descubierto cómo personas que no tienen nada que ver con una agrupación política aparecen siendo militantes de ciertos partidos.

El presidente del Tribunal Departamental Electoral de Cochabamba, Delfín Álvarez, aseguró que es la primera vez que la institución habilita la herramienta “Yo participo” para que los electores verifiquen si son o no militantes. Obviamente, esta situación permitió que muchos descubran cómo sus datos fueron usados en los libros de militancia que presentaron los distintos partidos políticos al ente electoral.

Según Álvarez, el TSE no tiene nada que ver con las falsas militancias. Esta situación ha sido ratificada por la presidenta nacional María Eugenia Choque, quien afirmó que los principales responsables son los partidos políticos ya que estos fueron los que llenaron los libros, los mismos que luego fueron avalados por un notario ante el Órgano Electoral Plurinacional.

Si el TSE no tiene nada que ver en las militancias “truchas”, ¿entonces quien? Por eso es importante que los afectados no se queden conformes con el simple hecho de que la institución anule, sino es preciso iniciar un proceso para descubrir a los responsables y sancionar como se merecen.

Hay quienes dicen que esta es un práctica del pasado y que muchas personas descubrieron tal irregularidad cuando acudieron al ente electoral a solicitar un certificado de no militancia partidaria.

Si eso es cierto, ahora es imprescindible iniciar la investigación respectiva para poner el cascabel al gato. De lo contrario, los culpables seguirán manipulando los datos de uno y pondrán a su antojo a cuantas personas necesiten para engrosar los libros de militantes.

Asimismo, es necesario que el Tribunal Supremo Electoral coadyuve en esta tarea de investigación y, si es posible, interponga también una denuncia ante el Ministerio Público para que se haga cargo del esclarecimiento de esta grave irregularidad.

Los ciudadanos debemos tener muy claras las cosas y solo se podrán despejar las dudas que hoy existen si se asumen acciones para el esclarecimiento respectivo.

Esta irregularidad no puede quedar impune. Si alguna institución o partido político se atrevió a poner los nombres de ciudadanos y sus datos sin su consentimiento, debe ser sancionado con todo el rigor de la ley.

Los partidos políticos también deben sumarse a esta tarea. Es positivo que, por ejemplo, algunos miembros del Movimiento Al Socialismo (MAS), que resultaron inscritos de forma irregular en el padrón de militantes, presenten demandas penales, tal como anunció ayer la presidenta de la Cámara de Diputados, Gabriela Montaño. Lo mismo deberán hacer otros partidarios de las tiendas políticas.