Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
  • Actualizado 16:35

Ch´alla sí, pero sin excesos

Integral. Es necesario que las autoridades nacionales, departamentales y municipales trabajen en una norma integral para disminuir los excesos.<BR>
Ch´alla sí, pero sin excesos
Bolivia se apresta a cumplir una de las ceremonias tradicionales más importantes del año: la q’oa del Martes de Carnaval, ritual que se realizará mañana en Cochabamba y en el resto del país.

Ese acto permite a las personas culminar una relación de reciprocidad con la naturaleza y lo sobrenatural, que es propia de la cultura andina.

El Martes de Ch’alla es un rito andino de carácter agrícola, que ha sabido fusionarse a las fiestas de Carnaval.

La ch’alla es una práctica que se hacía en los centros mineros y lugares de adoración a las Wacas. Sin embrago, hoy gran parte de las familias bolivianas acostumbran hacerlo los primeros viernes de cada mes, pero el ritual se masifica en Carnaval.

El Martes de Ch’alla, los qhochalas preparan la tradicional mesa para ofrendar a la Pachamama y agradecer por todos los favores recibidos, además de hacer nuevos pedidos para un buen año.

Ese momento destinado a cumplir con el ritual y a compartir con los seres queridos es acompañado con comida, música y, por su puesto, bebidas alcohólicas.

Si bien las tradiciones no deben desaparecer porque forman parte de la cultura de un pueblo, lo que sí debe primar es la racionalidad y evitar cometer excesos en el consumo de comida, bebida y en el juego con agua, porque se pone en riesgo la integridad y la vida de las personas.

Como todos los años, las autoridades nacionales, departamentales y municipales han reiterado el pedido de evitar el consumo de bebidas alcohólicas, pero, las cosas no pasan solo por eso. Es necesario que los ciudadanos también tomen conciencia y participen de la festividad de Carnaval, pero sin excesos de ningún tipo.

Por su puesto que también es vital que los controles en la venta y consumo de bebidas alcohólicas sean sostenidos, ya que si bien se anuncia que miles de efectivos de la Policía Boliviana realizarán ese trabajo en todo el país, en la práctica solo lo hacen por algunas horas. Está por demás demostrado, que eso no es suficiente para evitar tragedias en las ciudades y en las carreteras.

No podemos olvidar que festejos como la ch´alla también tienen muchos aspectos positivos: ayuda a preservar las costumbres y tradiciones, es un tiempo aprovechado por las familias y amigos para reunirse y compartir. Sin embargo, pese a las campañas y a los esfuerzos de algunas instituciones, los problemas derivados por los excesos persisten.

Este año, la Alcaldía de Oruro aprobó una ley que prohíbe la comercialización y consumo de bebidas alcohólicas durante la tradicional entrada folclórica de Carnaval. Es un paso muy importante, pero no determinante, porque la existencia de una norma no es suficiente para que la gente deje de beber de la noche a la mañana.

Lamentablemente, la mayoría de las personas cree que no puede existir festejo, tradición y ch´alla sin que se consuman bebidas alcohólicas. Será casi imposible cambiar esa forma de pensar, pero sí es posible concientizar para que paulatinamente vaya disminuyendo.

Es necesario trabajar en una normativa integral que no solo considere prohibiciones y sanciones, sino que también tome en cuenta la temática de prevención.

El Carnaval es para divertirse, no simplemente para embriagarse. En ese sentido, los que quieren agradecer a la Pachamama este martes pueden hacerlo, pero sin excesos y respetando al otro.