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 MÁS DEL 82 POR CIENTO DE LA SUPERFICIE CULTIVADA CORRESPONDE A LOS LLAMADOS “AGRO NEGOCIOS”

Agricultura empresarial aporta más alimentos que la campesina

Agricultura empresarial aporta más alimentos que la campesina



Pese a décadas de esfuerzo de distintos gobiernos para favorecer el desarrollo de la economía campesina, la economía empresarial es la que ha resultado fortalecida, revela un estudio del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA).

Se explica que a partir del proceso revolucionario de 1952 que intentó superar la etapa de importación de alimentos, así como políticas neoliberales implementadas desde 1985, resultaron favoreciendo a la “Agricultura capitalista”.

Señala que este desarrollo no es solo en la exportación de productos agropecuarios sino también como referente de bienes agropecuarios para el mercado interno y recuerda que hace 30 años, un estudio reveló que entre 1950 y 1975 los cultivos tropicales habían incrementado su participación en el total de cultivos del país del 6 al 22 por ciento; mientras que los cultivos campesinos tradicionales andinos, que en 1950 representaban el 62 por ciento del total, en 1975 significaban el 56 por ciento .

Esa situación fue explicada por los cambios en los hábitos de consumo de alimentos de la población, pues ya predominaba la demanda de productos manufacturados como arroz, azúcar, fideo y aceites, como a las políticas gubernamentales que relegaban el apoyo a cultivos en manos de campesinos de los valles y del altiplano.

Otro estudio más reciente demostró que mientras en el periodo 1961-1963 del total del valor de la producción agropecuaria el 82,20 por ciento correspondía a la producción campesina y el 17,80 por ciento a la producción empresarial, entre 1985 y 1987 el valor de la producción campesina había descendido a 59,80 por ciento y en el periodo 2000-2002 solo significaba el 39,70 por ciento .

En contraposición, hacia el 2002 el sector empresarial concentraba el 60,30 por ciento del total del valor de la producción agropecuaria del país, participación que en los últimos ocho años se habría incrementado.

El CEDLA señala que no existe información estadística reciente que permita cuantificar el tipo de unidades productivas agrícolas o ganaderas existentes, situación que impide precisar, por ejemplo, cuál es el peso específico de la superficie cultivada o de la producción agrícola o ganadera campesina o las que corresponden a la pequeña, mediana y gran propiedad agraria o ganadera capitalista.

El estudio recuerda los anuncios gubernamentales de no promoción de los agro negocios y la agricultura de exportación para apoyar la producción interna de alimentos a cargo de los campesinos.

CEDLA señala que durante el gobierno del MAS los cultivos que podrían ser considerados parte del denominado agro-negocio o aquellos que se pueden catalogar de industriales siguen concentrando la mayor parte de la superficie cultivada (81,8 por ciento en 2005/2006 y 82,5 por ciento en 2008/2009) y de los volúmenes de producción (79,1 por ciento en 2005/2006 y 82,3 por ciento en 2008/2009).

Afirma que la participación relativa de los cultivos alimenticios que generalmente pueden ser consumidos sin procesos de procesamiento industrial y en los cuales la producción campesina sigue siendo importante, tienden a perder importancia, lo que demostraría “la creciente subordinación o sometimiento de la agricultura a la industria”.

“Este proceso estaría llevando a sectores campesinos a procesos de especialización productiva y a la conformación de pequeñas unidades productivas campesinas que incorporan paulatinamente maquinaria y trabajo asalariado en ciertas fases culturales y, estaría llevando, a que otro contingente de unidades campesinas se organicen de acuerdo a los requerimientos de calidad, oportunidad y cantidad que le requiere la industria capitalista con base en el trabajo familiar, lo que conlleva a un cambio en las prácticas productivas tradicionales o ancestrales.

Un segundo aspecto que señala el estudio sobre la supuesta menor importancia de la producción campesina en relación a la relevancia que está adquiriendo la producción industrial, tiene relación con la distribución geográfica de la producción agrícola.

UNIDADES PRODUCTIVAS Según criterios convencionales de regionalización existirían en el país aproximadamente 446 mil unidades productivas campesinas, de las cuales 225 mil se asentarían en la región del altiplano, 164 mil en los valles y solamente 57 mil en los llanos.

Esta menor presencia campesina en el oriente se explica por el mayor desarrollo de las pequeñas, medianas y grandes empresas agrícolas y pecuarias que se concentran en esta región del país y que predominan, fundamentalmente, en el departamento de Santa Cruz, agrega.

Se importó $us 1.406 millones  

 Solo en el primer trimestre de este año, el país importó alimentos por valor de 80.6 millones de dólares, revela un informe de la Fundación Jubileo, institución de la Iglesia católica especializada en temas económicos.

 El informe señala que según la clasificación por Grandes Categorías Económicas que refleja el uso final de los productos, la importación de alimentos y bebidas destinados principalmente al consumo de los hogares se ha incrementado.

 Durante el primer trimestre de 2012, la importación de alimentos y bebidas destinados al consumo de los hogares fue de 80,6 millones de dólares. Desde 2006 hasta marzo de 2012 se han importado alimentos y bebidas para el consumo de los hogares por un valor de 1.406,5 millones de dólares.

 Jubileo dice que el incremento ha sido constante desde el segundo trimestre de 2006, llegando a una variación acumulada hasta el primer trimestre de 2012 de 163 por ciento .

 El mayor valor de importación de alimentos y bebidas para el consumo de los hogares fue durante el segundo trimestre de 2011, cuando llegó a cerca de 96 millones de dólares.

 El primer trimestre de 2012, respecto del último trimestre de 2011, tuvo una leve caída de 19 por ciento , esperando que esta tendencia a la baja sea constante para asegurar la soberanía alimentaria, agrega.

 Jubileo también informó que la variación acumulada o inflación de la gestión 2012 para los primeros cinco meses del año fue de 1,75 por ciento , según el Instituto Nacional de Estadística (INE), el porcentaje es calculado comparando los precios promedio cotizados en mayo de 2012, respecto de los precios promedio cotizados en diciembre de 2011.

Considerando que la composición del gasto de los hogares más pobres en el área urbana es diferente al promedio establecido por el INE, la variación acumulada del Índice de Precios al Consumidor de los Pobres (IPC-Pobres), para la gestión 2012, es menor al acumulado oficial y llega a 1,70 por ciento .

Altiplano y valles reducen su aporte a la producción 



El Gobierno no ha logrado revertir la tendencia de una cada vez menor relevancia de la producción agrícola en las regiones del altiplano y los valles que concentran a la gran mayoría de las unidades productivas campesina del país, sostiene una investigación divulgada por el Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA).

Señala que ambas regiones que en el año agrícola 2005/2006 concentraban el 25 por ciento del total de la producción en el periodo 2008/2009 representaban solamente el 19,6 por ciento .

“En los últimos años la región de los llanos va cobrando una mayor importancia, tanto en la producción agrícola para la exportación como aquella para el mercado interno. Las cifras señalan que la región de los llanos, que en el periodo anterior al gobierno del MAS concentraba el 75,0 por ciento de la producción agrícola, en 2008-2009 había logrado concentrar el 78,4 por ciento de la producción nacional”.

Explica que este proceso tuvo su punto de partida a inicios de la segunda mitad del siglo XX, y el departamento de Santa Cruz juega un rol hegemónico en la producción agrícola del país, rol que se ha consolidado durante el gobierno del MAS.

Este departamento que en 2005/2006 concentraba el 71,9 por ciento del total de la producción agrícola del país, hacia 2008/2009 llegaba a concentrar el 76,8 por ciento de la misma.

Esa situación se explica porque del total del incremento de la superficie cultivada del país entre los años agrícolas 2005/2006 y 2008/2009, que ascendió a 359.405 hectáreas; 315.447 hectáreas le correspondieron al departamento de Santa Cruz, lo que representó el 87,8 por ciento de este crecimiento.

Agrega que el 92,7 por ciento del incremento de la producción agrícola del país, que se produjo entre 2005/ 2006 y 2008/2009 se explica por el comportamiento de Santa Cruz y, por el contrario, los incrementos en las superficies cultivadas y en los volúmenes de producción de los departamentos de occidente con presencia hegemónica campesina fueron muy bajos, por lo que su incidencia en ambas variables no es significativa.

Hay tendencia a adquirir alimentos del exterior 



 Durante los primeros cuatro años de gestión (2006-2009), el gobierno del MAS no pudo cambiar la tendencia hacia el incremento de importaciones de productos agrícolas y agroindustriales, que ya se observaba claramente a partir de 1999, advierte un análisis del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA).

Señala que el año 1999 se registraron 609.382 toneladas de importación de este tipo de productos, duplicando prácticamente el volumen que se había registrado un año antes (1998) y que había sido solamente de 349.663 toneladas.

El año 2000 se registra el mayor volumen de importaciones de productos agrícolas y agroindustriales (893.218 toneladas) de los últimos 18 años (1992-2009). En el periodo 2001-2005 se registra una tendencia hacia la baja en los volúmenes de importación. Sin embargo éstos no llegan a ser más bajos que los registrados en el periodo 1992-1999.

Durante los dos primeros años del gobierno del MAS (2006-2007) nuevamente se incrementan los volúmenes de importación de productos agrícolas y agroindustriales, registrándose en el 2007 un total de 871.328 toneladas, cifra muy cercana a la del año 2000 cuando registró el mayor incremento de importaciones en los últimos 18 años.

Los dos últimos años (2008-2009) registran una leve disminución de los volúmenes de importación, los mismos que se explican, fundamentalmente, por una reducción de importaciones de algunas materias primas para las industrias aceitera, castañera y cervecera, entre otras.

Una segunda tendencia que se afirma durante el gobierno de Evo Morales está referida al crecimiento de productos alimenticios en los que aún los campesinos alcanzan una producción importante.

Mientras que en 1992 el 79,5 por ciento de las importaciones de productos agrícolas y agroindustriales se explicaba por la importación de trigo y harina de trigo; hacia el 2009 estos dos productos significaban solamente el 54,3 por ciento del total de este tipo de importaciones, habiendo mantenido constantes sus volúmenes de importación.

Entre los años 2006 y 2009 se ha incrementado la importación de otros productos alimenticios entre los que destacan –además de las materias primas para la agroindustria– productos alimenticios básicos como: frijoles, hortalizas, frutas, arroz, papas y productos lácteos, entre otros, que bien podrían ser producidos en el país.

Una tercera tendencia, agrega el análisis, tiene relación con el déficit de la producción de trigo en el país y que el gobierno de Evo Morales no ha podido superar.

Durante el 2005 las importaciones de grano de trigo significaban el 60,7 por ciento del rubro trigo y harina de trigo, en tanto que las importaciones de harina de trigo representaban el 39,3 por ciento restante. Hacia el cuarto año del gobierno del MAS (2009) las importaciones de trigo en grano fueron de, solamente, 13,2 por ciento ; mientras que las importaciones de harina de trigo significaron el 86,8 por ciento de este rubro.

 La tasa de crecimiento de la importación de harina de trigo entre los periodos 1992-2005 y 2006-2009 fue de 221 por ciento , frente a una tasa negativa de (-58 por ciento ) en la importación de trigo en grano.

El estudio del CEDLA agrega que los mayores volúmenes de importación de harina de trigo implica, además, un franco proceso de desindustrialización en este sector, debido a que involucra un menor grado de procesamiento de trigo en grano en el país.

Según la Asociación de Industriales Molineros, de un total de 18 molinos, 8 habrían cerrado por esta situación en los últimos años.