Wilstermann tiene la necesidad de alzar vuelo en la Copa Sudamericana, esta tarde (18:15) en el estadio Félix Capriles, en su propósito de mantener sus aspiraciones de clasificar a la siguiente fase del torneo continental.

Los Rojos llegan al cotejo golpeados anímicamente luego de la derrota ante el Ceará brasileño (3-1), la semana pasada, y tras la renuncia del entrenador Mauricio Soria que cosechó resultados negativos en el torneo local y en la Copa.

El Imperio Escarlata estará hoy bajo la dirección técnica interina del exmundialista Marco Antonio Sandy, quien tuvo dos sesiones de entrenamiento antes de encarar el compromiso internacional.

En pasadas horas, la dirigencia de Wilster oficializó como técnico al argentino Diego Cagna, quien llegará hoy a la Llajta y asumirá el mando del plantel mañana.

A este panorama, se suma la ausencia obligada del capitán Cristian “El Pochi” Chávez, quien será operado la siguiente semana en Buenos Aires del Cóndilo femoral externo de la rodilla derecha.

Además, están las bajas del zaguero Ronny Montero (fractura de tobillo) y el meta Arnaldo Giménez, quien se recupera de una operación en el tendón de Aquiles.

Bolívar está mejor anímicamente luego del triunfo ante Arsenal (2-1), en La Paz, pero dejó dudas por su producción y fallas en la zona ofensiva, donde volverá a tener la ausencia de Leonardo Ramos, quien cumple una sanción de cuatro compromisos por la expulsión en el partido contra Junior (0-3), por la tercera fase de la Libertadores.

Sin Ramos, el entrenador José Ignacio González volverá a jugar con Armando Sadiku en la posición de delantero como ocurrió en el anterior cotejo internacional. El albanés sigue en proceso de adaptación sin aportar con la efectividad con la cual se anunció su llegada.