Wilstermann y Bolívar terminaron en tablas el partido de vuelta de la Copa Sudamericana (2-2), en el Hernando Siles, con el pésimo arbitraje del peruano Kevin Ortega que regaló dos penales inventados en favor de los Celestes.

Este resultado perjudica al Hércules en sus aspiraciones de escalar en la tabla y allanar su camino a los octavos de final del torneo continental.

La Academia perdió la posibilidad de tomar la cima de la serie. Comparte la punta con Ceará, 6 puntos, Arsenal (5) y los Rojos (2).

La ruta a los octavos para el aviador es “turbulento” porque no depende de sí mismo, pues está obligado a ganar sus dos cotejos como local ante Arsenal y Ceará y esperar que el resto empate.

En la primera etapa, el plantel aviador salió decidido a buscar el triunfo y presionó a un rival que tuvo dificultades para contener las arremetidas del cuadro visitante.

Esta presión dejó resultados positivos para el Rojo que se benefició con un lanzamiento penal, luego de que el zaguero Alejandro Granel tocó la pelota con la mano y el juez peruano Kevin Ortega sancionó la pena máxima.

Se puso frente a la pelota Humberto Osorio y con disparo de derecha mandó la pelota al fondo de las redes, a los 6 minutos.

El colombiano tuvo la posibilidad de ampliar el marcador, pero el meta Rubén Cordano ganó en el mano a mano, a los 10.

Los relatores de Fox Sports en la repetición de las imágenes no identificaron los supuestas penales y calificaron de “desastroso” el accionar del juez.

En los dos penales, Erwin Saavedra fue el responsable de anotar, a los 22 y 42 minutos.

En el complemento, el libreto no fue diferente, pero el fútbol fue centralizado y con pocas acciones de peligro.

Al finalizar el match, igualó las acciones Paúl Arano, con disparo de derecha, tras un pase de Moisés Villarroel, a los 85.