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  • Diario Digital | lunes, 20 de marzo de 2023
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Vidal Basco se prepara desde hace 9 años para correr en los Juegos de Tokio

El fondista orureño comenzó sus prácticas desde pequeño porque debía recorrer 10 kilómetros diarios para ir a la escuela. Hoy tiene varios récords nacionales y está cerca de conseguir su sueño. 

Vidal Basco, expone la medalla que logró en los Suramericanos 2018. DICO SOLÍS
Vidal Basco, expone la medalla que logró en los Suramericanos 2018. DICO SOLÍS
Vidal Basco se prepara desde hace 9 años para correr en los Juegos de Tokio

Vidal Basco Mamani, de 25 años, es oriundo de la comunidad Huayllumita, Soracachi aproximadamente a 35 kilómetros al noreste de la ciudad de Oruro, donde fue forjando su resistencia para correr, porque debía asistir a su colegio recorriendo una distancia de 20 kilómetros diarios (10 para ir y 10 para volver), calzando abarcas.

El que vio su talento para las carreras fue su profesor de Educación Física de la Unidad Educativa Eduardo Avaroa, en el pueblo de Guardaña, quien lo llevó a Oruro para participar en los Juegos Estudiantiles Plurinacionales, donde tuvo destacadas actuaciones.

En estas competencias recibió la invitación de la entrenadora del club Pie de Viento Nemia Coca y desde entonces la pista del estadio Jesús Bermúdez se convirtió en su segundo hogar.

Ya lleva nueve años en el deporte base y siempre fue un fondista y desde hace cinco años se prepara con el entrenador Marcelo Peñaranda, quien también trabaja en el club Pie de Viento, con el objetivo de llegar a los Juegos Olímpicos de Tokio 2021.

Las diferentes medallas que conquistó en las pruebas de 5.000 y 10.000 metros planos, a nivel nacional e internacional, le permiten soñar con lograr el boleto al certamen ecuménico.

En 2020, durante la cuarentena rígida por la pandemia, el fondista no pudo generar recursos en las carreras pedestres 10k organizadas por el Gobierno, que se constituyó en uno de los principales ingresos por los premios económicos que se entregaban, eso obligó a Vidal a retornar a su pueblo y trabajar en la agricultura y en la repostería con su esposa (Editza Achacollo).

OPINIÓN se contactó con el destacado atleta nacional y él nos explica el trabajo y los torneos que tiene por delante en su camino hacia los Juegos Olímpicos de Tokio.

P: ¿Cómo se inició en el atletismo y hace qué tiempo?

R: Sin darme cuenta, desde muy niño comencé con esa pasión de correr largas distancias para ir a la escuela y al colegio. Esa habilidad me permitió participar en los Juegos Plurinacionales y luego ser parte del club Pie de Viento junto con la entrenadora Nemia Coca.

P: ¿En que pruebas destaca y tiene logros nacionales e internacionales?

R: En el plano nacional me hice conocer en 2012 (16 años) en el Campeonato Nacional de Cross Country en Sipe Sipe, Cochabamba, donde logré el título en los 4 kilómetros menores.

En 2013, gané en el Nacional de la Milla Urbana en Cochabamba, también participé en la carrera pedestre “10K Presidente Evo” y logré estar entre los 10 mejores en Tarija, Sucre y La Paz.

En 2015, corrí en el Campeonato Panamericano Juvenil de Edmonton, Canadá, donde logré el cuarto puesto en los 5.000 metros con un récord nacional de la categoría (14 minutos 39 segundos y 73 centésimas) además, batí el récord nacional de los 3.000 metros planos (8:39.87) en los parciales de la misma prueba. En ese mismo torneo competí en los 10.000 metros obteniendo la medalla de plata. 

Además, obtuvo la medalla de bronce en el Campeonato Sudamericano de Lima, Perú 2016 en los 10.000 metros con un tiempo de 30:05.63 y empezó el sueño de buscar la clasificación a los Juegos Olímpicos.

P: Actualmente tiene dos récords nacionales, ¿verdad?

R: Sí, en mayores. En el Campeonato Sudamericano de Lima, Perú de 2019, logré la medalla de bronce en 10.000 metros haciendo un tiempo de 28:52.32, bajando uno de los récords más antiguos del atletismo boliviano que lo tenía Jhonny Pérez (29:05.79), impuesto en 1984 en Santiago de Chile.

En ese mismo torneo, participé en 5.000 metros y logré el cuarto lugar, con un tiempo de 13:57.80, y superé el récord que había conseguido Daniel Toroya (13:58.54), un día antes en Bruselas.

También tengo récords nacionales en la categoría juvenil en los 10.000, 5.000 y 3.000 planos. En júnior en los 5.000 lisos.

P: ¿Qué torneos tiene este año para buscar la marca a los Juegos?

R: Son varias pruebas. La primera será el 3 de abril en el municipio de Shinahota, en Cochabamba. Para el mes de mayo está el Sudamericano de mayores en Buenos Aires, Argentina. Tenemos pensado ir a Estados Unidos o Europa para buscar la marca mínima, pero sí o sí saldré del país para buscar mejor nivel entre los rivales.  

P: ¿Hace qué tiempo se prepara para buscar su pase a Tokio?

R: La preparación que llevo es de nueve años y durante este tiempo pude ver la mejoría en las marcas. Es un objetivo difícil, pero no imposible.

Los entrenamientos los realizo en el estadio Jesús Bermúdez todos los días. Algunos días el trabajo lo hago en mi pueblo donde practico cross (subir colinas).

P: ¿Cuán importante es la beca económica que recibe del Comité Olímpico Boliviano?

R: Es muy importante, porque es el sustento, sobre todo en estos tiempos de pandemia y sin las carreras 10K del Gobierno. Desde septiembre de 2020 que recibo ese respaldo y me permite entrenar sin preocupaciones.

Esta beca me ayuda a comprar vitaminas, alimentación y la hidratación. Además de las zapatillas que se deben renovar cada tres meses y la ropa deportiva. También me permitió comprar el reloj para controlar los tiempos y distancias.

Para este tiempo de lluvia me compré una trotadora que me permite realizar mis entrenamientos sin complicaciones y evitar un posible resfrío.

P:¿A qué fondista admira en Bolivia o el exterior?

R: La admiración siempre está en el exterior, en lo personal siempre admiré al campeón olímpico Kenenisa Bekele, el etíope que tiene los récords mundiales en los 10.000 y 5.000 metros.

P: Durante la pandemia y sin carreras 10K ¿dejó el atletismo para trabajar?

R: Cuando llegó la pandemia se suspendieron las carreras 10K y ese era nuestro sustento fundamental para los fondistas de Bolivia. Junto con mi esposa tuvimos que irnos a mi pueblo a trabajar en la agricultura y en la repostería. En ese sentido, mi pareja me ayudó mucho en la parte económica.

Vidal considera que en Bolivia hay talentos en diferentes disciplinas y se los puede descubrir en los Juegos Estudiantiles Plurinacionales y asegura que el nivel de los fondistas en el país creció con las carreras 10K.