El director técnico argentino Omar Asad se fue de San José manifestando que no tenía dinero "ni para comer", pues los dirigentes del plantel orureño no le pagaron sus salarios durante tres meses. Situación que lo obligó a dejar la entidad antes de que se determine la cuarentena en Bolivia por el COVID-19.

El estratega estaba decidido a iniciar un proceso ante la FIFA para cobrar sus salarios, pero hasta el momento no inició las acciones, sin embargo, el técnico explicó que tiene la intención de volver al Santo "si le pagan lo que le deben", en contacto telefónico con el programa radial La Red Deportiva.

“Estoy dispuesto a volver (...) todavía no metí la demanda a la FIFA y eso habla bien de mí y de mi cuerpo técnico. Solo quiero que me cumplan nada más, que me paguen lo que me deben, no todo el contrato, solo hasta el último día que trabajé", dijo el argentino.

El Turco, pese a las limitaciones que tuvo con la reducción de su plantilla de jugadores, dejó al cuadro Minero en el octavo puesto con 18 unidades, luego de 12 fechas disputadas, en el torneo Apertura.

Antes de su partida, el entrenador sintió el apoyo y respaldo de los jugadores para seguir al frente del plantel, pero no tenía las condiciones económicas para seguir al frente de un club que se vio asfixiado por las deudas de gestiones anteriores.

"Tenemos buena fe, pero si ellos no tienen la buena voluntad no creo que volvamos. Queremos completar el campeonato. Yo tengo una deuda moral muy grande con los jugadores por lo que me respaldaron. Además, si hay algo que me agarra es la gente que me apoyó en todo momento, incluso cuando no salían las cosas", dijo.

El argentino aseguró que no se trata solo de él y su situación económica, sino de "cuatro familias que tienen que comer", haciendo referencia a los integrantes de su cuerpo técnico.

Debido a la paralización de los entrenamientos y todas las actividades en el país, por el momento, se desconoce si la dirigencia disminuyó sus deudas pendientes.

Esta situación no es ajena al grupo de jugadores que militan en el cuadro orureño, pues muchos de ellos pidieron el pago de sus salarios atrasados que van desde los tres y hasta de cuatro meses.

“Lo real es que nadie me llamó, el último día el 13 de marzo se contactó el Presidente (de San José) por mensaje diciendo que quería juntarse conmigo y no pasó nada. Durante este tiempo tampoco se logró un acercamiento para hablar de mi situación", culminó el entrenador.