Toda la NFL y el Super Bowl, que se disputará este domingo en Inglewood (California), extrañan desde ya al hombre que se tornó en referente e insignia, el quarterback recién retirado Tom Brady, quien acudió a cinco de las últimos siete ediciones de la lucha por el gran tazón.

El Super Bowl LVI, objeto de deseo de Los Ángeles Rams y los Cincinnati Bengals, se jugará en el SoFi Stadium y será el primero de una nueva era después de la retirada de Brady, el mítico mariscal de campo de 44 años.

En los últimos siete años, Brady solo se ausentó de la disputa del trofeo Vince Lombardi en las ediciones del Super Bowl 50ª y 54ª, cuando los Patriots fueron eliminados.

En ese lapso, con New England triunfó en el Super Bowl XLIX sobre los Seahawks, en el LI venció a los Falcons, en el LIII ganó a los Rams. Solo perdió la edición LII, contra los Eagles. Ya en los Buccaneers superó a los Chiefs el año pasado en el Super Bowl LV.

Tom Brady hizo del duelo más importante de la National Football League su patio de juegos prácticamente desde que arribó a los New England Patriots en 2000.

De las 21 ediciones del Super Bowl que se han jugado en el siglo XXI, el portador del número 12 de los Buccaneers y los Pats disputó 10, ganó 7 y perdió 3.