El adiós de uno de los íconos del mejor Wilstermann de las últimas, fácilmente, tres décadas estuvo lejos de lo deseado: transcurrió en una sala de prensa y no en el terreno de juego, cerca de la gente; esa fanaticada del Imperio Escarlata que tendrá inmortalizados los dos títulos nacionales y los 50 goles que Serginho anotó con el equipo, en este ciclo.

Ha sido una transición dolorosa y difícil de aceptar para el hincha del Aviador. Como dice una estrofa de la canción “Bring Me To Life (Devuélvanme a la vida)” de “Evanescence”, el grito rojo es: “Wake me up! (¡Despiértenme) I can’t wake up! (¡No puedo despertar!) Save me! (¡Sálvenme!)”; porque del éxito deportivo, la institución pasó a la peor crisis económica de su historia.

Además, el club le debe más de un año de salarios a Serginho, como él mismo reflejó el jueves en su despedida oficial, pero es momento de recapitular los más grandes hitos del Hércules, desde que se sumó quien ahora se considera “un hincha más”.

ARRANQUE FURIOSO

El brasileño llegó a Wilstermann en la segunda parte de 2017, mientras el equipo se alistaba para afrontar los octavos de final de la Libertadores de ese año contra Atlético Mineiro.

El protagonista de este recuento histórico fue titular en aquella noche del 5 de julio de 2017 en el estadio Félix Capriles. Él mostró de entrada su calidad de juego y velocidad. El Rojo prevaleció con un golazo de Gilbert Álvarez a los 41 minutos, para el solitario 1-0.

Serginho y el Rojo acudieron a una cita con la historia el 9 de agosto de esa gestión en el Mineirao. Los de Roberto Mosquera aguantaron estoicamente el 0-0 y pasaron a cuartos.

A partir de ahí, Wilster se convirtió en, y aún es, el único equipo boliviano que superó a un brasileño en una ronda de eliminación directa por torneos de Conmebol.

TÍTULOS

Si bien falló un penal en la caída por 2-1 en la ida de La Paz, Serginho hizo los dos goles con que Wilster venció 2-1 a The Strongest en Sacaba. También destacó anotando en el 2-2 del desempate en el estadio Patria de Sucre del 6 de junio de 2018, donde el Aviador ganó por penales y gritó campeón.

La Ciudad Blanca se pintó de Rojo y la fiesta se desató primero en la capital del país y posteriormente en la Llajta, cuando el equipo dirigido por Álvaro Peña arribó al aeropuerto internacional Jorge Wilstermann.

La otra alegría fue en el Capriles el 28 de diciembre de 2019, cuando Wilster superó 3-1 a Oriente y celebró, bajo la conducción de Cristian Díaz.

PICO Y BAJÓN

Tras el primer lugar en fase de grupos de la Libertadores 2020, la crisis institucional repercutió en lo deportivo y reina la incertidumbre.