El estadio Félix Capriles cerrará sus puertas por seis días, aproximadamente, y durante este lapso de tiempo el plantel de Palmaflor deberá ver otro escenario deportivo para encarar su compromiso frente a Always Ready, por la décima fecha del torneo Apertura.

El cierre del coloso de Cala Cala comenzará el 28 de febrero y se prolongará hasta el 4 de marzo, debido al partido que debe encarar Wilstermann contra Colo Colo de Chile (18:15), por el grupo “C” del certamen continental. 

El último encuentro, antes del cierre temporal, será Aurora contra Guabirá (18:15), el 27 de febrero.

En una rápida inspección que se realizó ayer al gramado del Capriles se evidenció que está en buen estado y que el escenario deportivo está listo para recibir el cotejo internacional, pero antes, debe aprobar el examen que le tomará la Conmebol.

“El partido que le estamos negando en el Capriles es al club Palmaflor, programado para el lunes 2 de marzo frente a Always Ready (18:15). Por esta razón vamos cruzar la nota a la dirigencia del plantel Auriverde indicando que no pueden utilizar el escenario porque será dos días antes al partido de la Copa y los inspectores de la Conmebol llegarán para esas fechas a realizar una supervisión al escenario deportivo y debe estar en óptimas condiciones", declaró Rodrigo Sánchez, director del Servicio Departamental del Deporte (Sedede).

Según la autoridad deportiva, en la inspección se verá la calidad y el tamaño del pasto, el estado de los camarines (jugadores y árbitros), la seguridad del escenario (mangas, accesos para jugadores, jueces, público y el funcionamiento de las cámaras, entre otros). 

“De momento, el pasto está en buenas condiciones y mejor que el año pasado. Estamos seguros que no tendremos dificultades para superar con éxito la revisión que realizará la Conmebol”.

Sánchez dijo que se realiza un mantenimiento “estricto al césped” realizando dos cortes por semana para que tenga una pigmentación uniforme. También explicó que luego de cada partido oficial se realiza el rellenado de los huecos, un compactado y el regado si es que no llueve.

“Después del cotejo de Wilstermann con Real Santa Cruz (jueves 13 de febrero), se pondrá un fertilizante al pasto para que esté mucho mejor”.

Ante este panorama, la dirigencia del Valle Bajo aseguró que su propósito es “jugar en el Capriles hasta el sábado 22 de febrero” cuando el Auriverde reciba a Real Santa Cruz (15:00), por la facha ocho.

La principal alternativa  para el equipo “Benjamín”  es el estadio de Quillacollo que ya está en la última etapa de su refacción y adecuación en cumplimiento las sugerencias que le realizó la Comisión técnica de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF), la semana pasada.

“Hoy (ayer) vi que están trabajado más de un centenar de personas en el estadio y consideramos que  pasará la inspección técnica que realizará la Federación. Evidencié una mejoría considerable en el escenario con relación a los camarines, baños, la cancha tiene un mejor aspecto y la malla de seguridad en las graderías”, dijo Julio César Mollo, presidente del club Palmaflor.

Según el dirigente, este viernes enviará la solicitud a la FBF para que realicen  una segunda inspección al estadio quillacolleño. “La afición del Valle Bajo está entusiasmada para ver fútbol como sucede en las provincias en Santa Cruz (Warnes y Montero) y La Paz (El Alto)”.

Mollo explicó que su equipo logró su ascenso a la División Profesional y tiene la misión de volver a disputar sus encuentros en ese escenario, donde cuenta con el apoyo de la población del Valle Bajo.

Entre los sueños del directivo es clasificar a la Copa Libertadores de América y calificó que su plantel realiza una “buena campaña” en lo que va del campeonato y espera seguir con su racha de triunfos, sobre todo, como local.

3 Equipos cochabambino juegan en el principal escenario de Cochabamba, pero debe superar una inspección de la Conmebol.