El plantel de The Strongest viajó hacia la ciudad de Copacabana para recibir ayer la bendición de la Vírgen que recoge el nombre de dicha ciudad.

Y allí estuvo el presidente de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF), César Salinas, quien acompañó no solo a la institución, sino también a su esposa, Inés Quispe, quien comanda la directiva del Gualdinegro.

Salinas se mostró sonriente al lado de Quispe. Ambos lucieron con mantos que empaparon con agua bendita.

También los futbolistas fueron parte de la misa. Ninguno pasó inadvertido en el recinto.

El Tigre fue a visitar a la Vírgen de Copacabana con la intención de recibir su bendición de cara a un 2020 prometedor en el que consiga sus objetivos, uno de ellos, campeonar en el torneo doméstico, algo que no logró concretar en el Clausura de la temporada pasada, cuando Wilstermann se llevó los laureles.

La figura de Salinas ha sido cuestionada, en los últimos meses, debido a la cercanía que presenta con Quispe. Algunos dirigentes consideran que debe primar la imparcialidad en sus funciones.