Opinión Bolivia

  • Diario Digital | viernes, 29 de marzo de 2024
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Rob se enamoró de Wilster en un partido y es un youtuber aviador

El camerunés tuvo una carrera como jugador, es entrenador de crossfit actualmente y reparte su tiempo entre el trabajo, la familia y su pasión por el Rojo. Sube contenido a su canal de YouTube y página de Facebook.
El camerunés Robert Tadjeugou Tsafack luce una casaca roja, un crucifijo y muestra su página de Facebook. Dico Solís
El camerunés Robert Tadjeugou Tsafack luce una casaca roja, un crucifijo y muestra su página de Facebook. Dico Solís
Rob se enamoró de Wilster en un partido y es un youtuber aviador

El camerunés, de 28 años Robert Tadjeugou Tsafack, disfruta cada día y lo vive “con mucha pasión” por los colores de Wilstermann en una dinámica constante con las redes sociales a través de su canal de YouTube (ROB) y su página de Facebook Wilstermann África.

Detrás del youtuber apasionado por los colores del Hércules, está Rob, quien llegó a Bolivia desde su país natal (Camerún) “por la invitación de un amigo”. El africano es naturalizado por matrimonio y, además, lleva nueve años viviendo en Bolivia.

Como defensor central, Tsafack paseó su fútbol por 25 de Junio (2011), Real América, Destroyers (donde coincidió con el técnico Víctor Hugo el Tucho Antelo) y Libertad (2014).

Tras su último ciclo en un club del oriente, el africano llegó a Cochabamba donde hasta dos años atrás jugaba en la Asociación, más precisamente, en Municipal Tiquipaya.

Reconocimiento

El club Wilstermann ponderó el trabajo de Tsafack en el seguimiento a la consagración del Hércules como campeón del torneo Apertura 2018 tras superar por penales a The Strongest, en Sucre.

El camerunés posteriormente tomó los cursos de entrenador y tuvo una etapa por Cochabamba FC. “Fue una linda experiencia porque pude compartir todo lo que viví y aprendí en la cancha más el conocimiento de director técnico con los chicos que están en una etapa de crecimiento dentro del balompié”.

Actualmente, Rob trabaja en el gimnasio Resilient. Ahí, da clases de crossfit y ejercicios específicos para los futbolistas. El recinto está ubicado en la calle Wallparimachi y Canguis, cerca de la esquina de las avenidas América y Libertador Bolívar.

En el entorno de Wilstermann, Rob es una persona reconocida y querida. El club le entregó una distinción por “dedicar su tiempo en forma desinteresada” haciendo conocer a la fanaticada roja los logros del equipo mediante las redes sociales.

Nos cuenta que al poner “El negrito de la suerte” en el buscador de YouTube, sale el canal ROB que cuenta con 1.600 suscriptores y  contenido diario.

En la página Wilstermann África, Rob tiene 5.204 likes (Me gusta), donde postea mensajes de aliento al equipo de sus amores y material multimedia (fotos y videos).

Rob transmite entusiasmo y alegría cada vez que habla sobre el Imperio Escarlata y cuando recuerda todo el despliegue realizado y los lugares recorridos por haber viajado con el equipo a otros sitios. 

Si bien no pudo estar presente en Yapacaní en el último partido que la escuadra qhochala jugó y ganó (1-2) ante Sport Boys, Tsafack tiene un amplio bagaje de experiencias y sensaciones en torno al seguimiento constante al club, subiendo contenido a las plataformas virtuales. 

Rob recuerda el 6 de junio del año pasado (día de la consagración roja en la ciudad blanca al derrotar al contendiente atigrado) como si hubiese ocurrido ayer. El camerunés reparte su tiempo entre sus obligaciones y el cariño al club.

¿Cómo nace tu pasión por Wilstermann?

R: Es algo muy lindo. Conocí a un amigo cochabambino que se llama Juan Germán y es wilstermannista a morir. Llegando a Cochabamba (2014), fui invitado a jugar fútbol en la cancha de Santa Bárbara y ahí tuve contacto con varios fanáticos del Rojo y mi amigo (Germán). Después de un partido, él me invitó a presenciar un partido del Hércules en el estadio Félix Capriles y por casualidad, me llevó a la curva Sur, donde la hinchada está siempre alentando. Eso me enamoró. Me atrapó la pasión y el fútbol que generaba el equipo.

¿Dónde te llevaron el fútbol y tu fanatismo por el Aviador?

R: Como futbolista, pude conocer toda Bolivia. Un hermoso país. Ya como hincha del poderoso Rojo, estuve en La Paz, Oruro y Sucre. Es un amor inmenso y uno siempre trata de compensar lo que recibe como bendición y, por eso, decidí abrir un canal de YouTube para subir videos, fotos y otros contenidos sobre Wilstermann. He sido el único que siguió la salida del equipo desde Cochabamba hacia la capital, donde jugamos contra The Strongest en 2018 y salimos campeones.

¿En qué redes sociales te mueves?

R: Todo el contenido está disponible en mi canal de YouTube. Van al buscador, ponen el negrito de la suerte y ese rato saltan los videos de la plataforma donde pueden revivir el campeonato del año pasado las veces que gusten. Están todos los videos que grabé de la consagración. Asimismo, tengo la página de Facebook. Ahí me buscan como Wilstermann África, donde subo fotos, videos e información diaria sobre el papá Wilstermann.

¿De qué forma logras distribuir tu tiempo entre las obligaciones y hacer contenidos?

R: No es fácil, pero tampoco imposible. Cuando quieres algo, tienes que dedicar mucho esfuerzo. Todo es posible cuando deseas lograr tus objetivos. Entre mi vida cotidiana y el papá Wilster, tengo ya todo planificado. Desde que me levanto en la mañana, ya sé qué hacer. Está establecida la rutina.

¿Qué te generan el rojo y el azul?

R: Una pasión enorme e inmensa. Me siento muy agradecido a Wilstermann por todo lo que he vivido siguiendo al equipo. Seré siempre hincha de corazón del club y quiero acompañarlo siempre sea donde fuere.

Por todo el despliegue, el club te ha dado un reconocimiento especial

R: Es algo que no esperaba y creo que ha sido lindo recibir un reconocimiento de la institución para tener esa bendición y el ánimo de seguir haciendo lo que más me gusta, que es transmitir la pasión por estos hermosos colores.

¿Cuál es tu mensaje para los hinchas?

R: El mensaje es que hay que estar pendientes del más grande de Bolivia y Cochabamba. Alentar en las buenas y más aún en las malas al equipo rojo, que viene cumpliendo una buena campaña.