Uno de los marchistas destacados del país, Ronald Quispe, se constituye en una de las posibles cartas del deporte boliviano para competir en los Juegos Olímpicos Tokio 2021 y entre sus proyecciones está prepararse en Guatemala junto a su entrenador Julio Urías.

El atleta paceño se recuperó de una inflamación del nervio ciático y, durante la época de cuarentena realiza sus prácticas en la provincia Omasuyos, cerca de las orillas del Lago Titicaca.

El boliviano (c) en la prueba de los 50 kilómetros en los Juegos de Río 2016. GENTILEZA RONALD QUISPE

Una de las recientes alegrías que dio Quispe al país fue al conquistar la medalla de bronce en los Juegos Deportivos Suramericanos de Cochabamba 2018, además representó a Bolivia en los últimos Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016, donde impuso un nuevo récord nacional en la prueba de los 50 kilómetros marcha con 4 horas y dos minutos.

El marchista expone la medalla de bronce en los Juegos Suramericanos 2018. GENTILEZA RONALD QUISPE

Quispe, además de ser un reconocido atleta, es profesor de Educación Física en el Colegio Militar del Ejército, donde trabaja hace cuatro años y lo respaldan en las diferentes competencias en las que participa llevando en alto la Tricolor nacional.

El atleta Quispe junto a niños y jóvenes pobladores de la provincia Omasuyos. GENTILEZA RONALD QUISPE

OPINIÓN conversó con el atleta olímpico y nos explicó sus proyectos con miras a un nuevo objetivo en su carrera profesional.

P: ¿El objetivo es volver a competir en los Juegos Olímpicos?

R: Sí. El propósito de todo deportista es competir en los Juegos Olímpicos. Personalmente tuve la posibilidad de participar en los Juegos de Río de Janeiro 2016 y, ahora, mi meta es clasificar a Tokio 2021. Buscaré un cupo en la prueba de los 50 kilómetros que es la prueba donde mejor me siento. En los últimos seis años estuve compitiendo en esta especialidad a nivel internacional.

P. ¿Cuál es la marca que debe hacer para acceder a los Juegos?

R: Actualmente el récord nacional de los 50 kilómetros es de 4 horas y 2 minutos y la mínima que exigen es de 3 horas 50 minutos. Con una buena preparación estoy seguro que se puede lograr el registro exigido.

P: ¿Cómo está entrenando considerando que hay limitaciones para circular en la ciudad?

R: Estamos entrenando, pero no como quisiéramos. Debido a la pandemia y las restricciones que se vive en el país y en el mundo estoy con una preparación de mantenimiento, porque no tenemos fechas de competencia internacional, las mismas  fueron diferidas por la Federación Internacional.

P: ¿Dónde desarrolla sus prácticas?

R: Estoy en la provincia Omasuyos, del departamento de La Paz, a uno 120 kilómetros de la ciudad. En ese lugar viven mis padres y realizo mis prácticas cerca del Lago Titicaca. Puedo entrenar más tranquilo porque el espacio es abierto y las carreteras están sin tráfico vehicular.

P: ¿En la provincia donde está hay casos COVID-19?

R: Gracias a Dios no hay casos registrados de coronavirus. Además, no hay muchas personas caminando y los vehículos pasan esporádicamente. Tampoco es necesario entrenar con barbijo porque es muy incómodo.

Cuando estoy en la ciudad, todo el tiempo considero las medidas de bioseguridad para evitar un posible contagio.

P: ¿Está manteniendo sus tiempos?

R: Sí, pero la temporada anterior (2019) tuve una lesión en la cadera y no me permitió estar al 100%. Felizmente esta pausa en las competencias me dio tiempo para recuperarme bien y ahora quiero lograr un cupo para los Juegos. Estoy como a 10 minutos de la marca mínima exigida en los 50 kilómetros, la cual no es muy complicada en una prueba tan larga. Buscaré un cupo ya sea por marca mínima o por intermedio del ránking.

P: ¿Cuál era el diagnóstico de la lesión?

R: Estuve casi un año con esa lesión. Después de los Juegos Suramericanos de Cochabamba 2018, tenía una inflamación en nervio ciático y eso no me permitía entrenar con normalidad. Con el apoyo de un médico y una fisioterapeuta, ahora estoy mucho mejor y con la postergación de los Juegos hasta 2021tenemos un poco más de chance para clasificar.

P: ¿Su entrenador le envía rutinas para las prácticas diarias?

R: Actualmente estoy entrenando con el asesoramiento de un entrenador de Guatemala, Julio Urías. Estoy con él desde enero y estamos llevando adelante un plan de trabajo bastante estructurado. Es conocedor de la especialidad, incluso él ya tiene atletas clasificados para los Juegos de Tokio.

Me estoy adaptando al trabajo de ellos porque anteriormente entrenaba con la profesora Martha Marín.

P: ¿El trabajar en la altura del Lago Titicaca tiene sus beneficios?

R: Sí. Para las pruebas largas como la marcha y maratón la capacidad es de resistencia, el trabajar en la altura nos ayuda bastante porque se acumula bastante los glóbulos rojos y eso permite una mejor oxigenación durante la competencia. También, estoy viendo la forma de ir a entrenar a Guatemala y buscar lugares llanos, pero mucho dependerá de los lugares de la competencia donde vayamos a asistir (previo a los Juegos). Además, se debe considerar que desde diciembre de este año las marcas que se logren serán válidas para un espacio en Tokio.

P: ¿Este año no participó en torneos internacionales debido a la pandemia?

R: No. Debido a las características de la prueba, no puedo competir más de tres veces al año. Para esta gestión tenía dos competencias de clasificación en la agenda, la primera, era en Eslovaquia (abril) y, la segundo, el mundial de marcha en Finlandia (mayo). Hasta el momento, estas competencias no tienen fecha para el próximo año.

P: ¿A qué hora inicia su jornada de entrenamiento?

R: Salgo a las 7:00 de la mañana y culminó cerca a las 9:30, durante la etapa de mantenimiento físico, pero cuando estoy en etapa de preparación para una competencia, salgo a las 6:00 de la mañana y el trabajo se prolonga hasta las 12:00, dependiendo las distancias que me toca (30 a 35 kilómetros).

P: ¿Tiene el apoyo económico de las autoridades o dirigentes deportivos?

R: Sí. Quiero agradecer al Comité Olímpico Boliviano (COB) porque estoy con apoyo de esa entidad y de Solidaridad Olímpica que me otorga mil dólares mensuales para mi preparación de cara a los Juegos. También tengo que agradecer al Colegio Militar del Ejército de Bolivia, donde presto mis servicios como profesor de Educación Física desde hace cuatro años y me brindan su respaldo, pero por la cuarentena no estamos cumpliendo con el trabajo por órdenes superiores.

Quispe explicó que cuenta con la experiencia necesaria para trabajar y entrenar cotidianamente y, de esta manera, conseguir su principal objetivo que es clasificar a los Juegos Olímpicos de Tokio 2021, donde buscará superar su propio récord nacional en la especialidad.