Sin que le sobrase nada, Chelsea "cumplió el trámite", superó 0-1 hoy miércoles a Al-Hilal en la segunda semifinal y avanzó a la final del Mundial de Clubes, en la que enfrentará este sábado (12:30, hora de Bolivia) al Palmeiras en un nuevo duelo entre los ganadores de la Champions League y la Copa Libertadores para definir al ganador del certamen.

El solitario gol del belga Romelu Lukaku a los 32 minutos del primer tiempo fue suficiente para que el Blue se quedara con el triunfo y lograra el objetivo de meterse al duelo cumbre.

El club londinense, al igual que su rival paulista, buscará su "baño de gloria" en este certamen porque nunca lo pudo ganar, ni en la pasada versión Intercontinental, tampoco en el actual formato de Mundial de Clubes, que está vigente desde 2005.

La anterior y hasta ahora única oportunidad que Chelsea tuvo para hacerse del trofeo le trae un recuerdo esquivo. Otro brasileño, Corinthians, lo derrotó 1-0 en 2012, con el gol del peruano Paolo Guerrero.

La sed de revancha será para los dos, ya que el Verdao sucumbió 1-0 ante Manchester United (otro inglés) en la Copa Intercontinental 1999 y ni siquiera llegó a la final el año pasado porque perdió ante Tigres de México en semifinales y frente a Al-Ahly de Egipto en el duelo por el bronce.