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  • Diario Digital | jueves, 18 de abril de 2024
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Muguruza acaba con Williams y se corona en Wimbledon

Muguruza acaba con Williams y se corona en Wimbledon


Los 15.000 aficionados que llenaron las gradas de la pista central de Wimbledon, conocida como “La Catedral” del tenis, aplaudieron y vitorearon ayer a una emocionada Garbiñe Muguruza, que consiguió algo para lo que se han necesitado 23 años: que una española ganase de nuevo el torneo.

Tras pedir “Ojo de Halcón” por una bola que parecía larga de su rival, y así lo era, Garbiñe, de 23 años, se proclamó campeona y se arrodilló en la hierba, inclinando su cabeza hasta al suelo sin poderlo creer.

Incredulidad que continuó cuando, una vez en pie, se dio el típico paseo por la pista para saludar a los aficionados mientras se tapaba la cara con las dos manos, en un gesto que plasmaba el millón de emociones que la embargaban ese momento.

Garbiñe se convertía, tras derrotar a la estadounidense y décima favorita Venus Williams por 7-5 y 6-0, en la primera española, desde Conchita Martínez en 1994, en obtener el título.

Apenas una hora y 17 minutos antes, ambas jugadoras saltaban a la pista, con el techo cerrado por un incesante chispeo que brotaba de un cielo londinense.

Los aficionados enloquecieron cuando Venus y Garbiñe, la primera optando a su sexto título en Londres y la segunda al primero, avanzaron por la pista portando sendos ramos de flores lilas, una tradición en las finales femeninas del torneo más antiguo del mundo.

El rey Juan Carlos se encontraba en la primera fila del “Royal Box” actuando, como le diría más tarde la dos veces finalista Arantxa Sánchez, como “talismán” para la victoria española.

Gritos aislados, murmullo y expectación recorrían los asientos minutos antes del partido, mientras sus protagonistas calentaban durante el peloteo. Pero una vez la bola estuvo en juego, el respetuoso público británico calló para contemplar el espectáculo tenístico que la estadounidense y la española le tenían preparado.

Un duelo de infarto, especialmente en el primer set, que se alargó hasta los 12 juegos, y en el que cada vez que alguna de las dos salvaba un punto, hacía un ace o sorprendía con alguna jugada maestra los aficionados lo celebraban.

Entre punto y punto podían oirse a algunos espectadores chillar “Vamos Garbine”, sin la eñe, con un marcado acento inglés, dejando de manifiesto a quién apoyaba el público local. Apoyo que dio sus frutos y que se intensificó durante el segundo set, cuando una luchadora Williams no consiguió ganar ni un juego.

La predicción que hizo Williams hace dos años, cuando tras derrotar a Muguruza en la final de 2015 le dijo que no estuviera triste porque “algún día” ganaría el título, se cumplió.

En la pared de vencedores del pasillo de acceso a la pista, en la que hasta 12 veces puede leerse el apellido Williams, desde ayer quedó grabado para siempre el apellido Muguruza, que junto a Conchita Martínez, Manolo Santana y Rafael Nadal son los únicos españoles que han alcanzado la gloria en “La Catedral”.