En febrero pasado, el Maestro Fide (MF) paceño Alan Borda dio por cerrada su gestión de cuatro años al frente de la Federación Boliviana de Ajedrez, institución en la que, entre otras cosas, consiguió que el número de jugadores inscritos ante la Federación Internacional de Ajedrez creciera de 1.600 a 3.700.

Aquel que acumula ocho años como dirigente en el ambiente deportivo se anima a motivar con una conclusión muy optimista: el deporte ciencia se vio altamente beneficiado en el contexto de la pandemia, puesto que el hecho de que la competencia no pudiera ser física estimuló la concreción de partidas en línea y el consecuente roce de pensadores que van en ascenso con aquellos que ya cuentan con galardones varios en el ámbito olímpico.

“Nuestros jugadores tenían muy difícil (la posibilidad de) jugar con exponentes internacionales porque eso representaba viajar y gastar. Ahora, esos Grandes Maestros (GM) se enfrentan en línea”.

Pero no todas son afirmaciones alentadoras. La desaparición temporal del Ministerio de Deportes -medida definida por el Gobierno transitorio para “ahorrar recursos” y redirigirlos a la salud- no es compartida por el Maestro Fide, quien considera que ello golpea directamente a la representación institucional de los atletas. “Debemos sentirnos bastante preocupados y estar en alerta”.

El ajedrecista prefiere no emitir juicios de valor en cuanto a lo hecho por el exministro de Deportes Milton Navarro, quien presidió desde noviembre la cartera disuelta. Sin embargo, sí expone su desacuerdo con respecto a los combazos dados por Navarro al busto de Evo Morales, en enero pasado.

P: Comenzó el Solsticio Ajedrecístico, una iniciativa, quizás, inédita…

R: Es algo interesante y único que se está iniciando en Bolivia, aprovechando esta celebración simbólica y antigua que tenemos en nuestro país, el solsticio, el Año Nuevo Andino Amazónico. Es interesante este ciclo de conferencias. Son cuatro días y hoy (por ayer) empieza. La idea principal surgió de las jugadoras internacionales bolivianas Alexandra Prado, Daniela Cordero y Carla Borda, quienes poseen experiencia. Las tres participaron en olimpiadas. El núcleo fueron ellas, que comenzaron a invitar a jugadoras de afuera.

P: Saliendo del ciclo. Existe la idea de que el ajedrez no ha sentido el golpe con esta pandemia porque se puede practicar de forma virtual, ¿compartes el pensamiento?

R: En toda esta situación triste a nivel mundial, el ajedrez ha sido el gran beneficiado. No olvidemos que sus aliados estratégicos siempre fueron el internet y la informática. El ajedrez aportó mucho a los procesadores de las computadoras. Por eso, los desarrolladores como IBM o Microsoft están interesados en este deporte. Cuando apareció internet, fuimos beneficiados porque podíamos concretar partidas en línea con personas de otros lugares del mundo. Una parte de este deporte es el debate, el enfrentamiento de ideas. Eso nutre. Es una retroalimentación. Ahora, con la pandemia, esto se ha elevado al 100%. Muchos organizadores que realizaban sus torneos   presenciales en sus localidades pasaron esa experiencia a lo virtual. Nos dan posibilidades de participar. Doy un ejemplo: cada domingo hay un club en Irán que generalmente realiza campeonatos de 1.400 dólares. Eso lo desarrollaba en su localidad. Ya cuando comenzó la pandemia, lo volcó a internet y le da la opción de competir por el premio a cualquiera. Otra gran ventaja es que cuentas con el campeón mundial jugando en esa plataforma. Nuestros ajedrecistas tenían muy difícil jugar con exponentes internacionales porque eso representaba viajar y gastar. Ahora, esos Grandes Maestros (GM) están en línea. Puedes enfrentarte con ellos. Antes se disputaban 100 mil o 150 mil partidas al día en diferentes plataformas y ahora el promedio es de 2.5 millones. En medio de esta preocupación difícil en el mundo, el ajedrez fue potenciado. Es el único que no paró sus actividades y que las intensificó.

P: Es una buena noticia para el ámbito boliviano, en un contexto en el que se suprimió el Ministerio de Deportes y aún no fue posesionado un viceministro…

R: Es lamentable. Hay que ser sinceros. El Ministerio de Deportes, desde 2014, no fue la institución que debería haber sido. Hemos visto cómo han migrado deportistas a representar a otros países. Los Juegos Suramericanos de 2018 han desnudado toda la falta de voluntad de las autoridades. Eso hay que tenerlo claro, pero la preocupación acá es la desaparición de esa cartera. Debemos sentirnos preocupados y estar en alerta. Algo por lo que se ha luchado siempre, la constitución de un Ministerio de Deportes que nos represente y tenga un presupuesto propio, ha desaparecido. Si antes no teníamos apoyo, ahora será muy complicado. Antes, en reunión de gabinete había un ministro de Deportes. Ahora no.

P: Es corto el trabajo hecho por Milton Navarro, ¿pero tienes alguna conclusión?

R: No se puede evaluar a las autoridades que han entrado en noviembre. En realidad, son de transición. Deberían serlo. El único mandato que tenía la presidenta Jeanine Áñez era llamar a elecciones. Estaría equivocado si diera una evaluación de Navarro. 

P: Una de sus primeras acciones fue derribar el busto de Evo Morales en un escenario…

R: Eso de derribar el busto de una autoridad pasada como el expresidente Evo Morales no me pareció correcto. Un ministro tiene que darle jerarquía a su cargo. Eso ha sido uno de los puntos más sonados. Me llamó la atención.

P: ¿Qué esperas del próximo gobierno en cuanto a políticas para el deporte? 

R: Esperamos que el Gobierno que sea electo en septiembre restituya el Ministerio de Deportes. Es lo que anhelamos y estaremos atentos a que se vaya por ese camino. Vamos a exigir que sea restablecido, independientemente de lo que haya pasado con las autoridades pasadas.

P: Pasaron tres semanas desde que se tomó la decisión de suprimir la cartera y aún no hay luces sobre el próximo viceministro…

R: Es una muestra de cómo se maneja o cómo perciben al deporte las autoridades que circunstancialmente están en el Gobierno. Son tres semanas y todavía no hay alguien posesionado, lo cual es preocupante. Sabemos que muchas actividades están paralizadas, pero un viceministro es importante porque debe planificar y direccionar cómo se va a empezar a tener actividades. 

P: Ha terminado tu mandato al frente de la Federación Boliviana, ¿cuál es tu conclusión, considerando cosas buenas y otras que faltaron?

R: Siempre hay cosas que faltaron hacer y errores. Eso nos enseña el ajedrez. Ninguna partida es perfecta, aunque la ganes. En los cuatro años que hemos estado al frente de la Federación, junto a mi equipo, la prioridad fue masificar la disciplina, que esta llegara a muchas partes de Bolivia. Eso lo hemos demostrado con números. Cuando iniciamos teníamos como 1.600 jugadores registrados ante la Federación Internacional, y cuando estábamos dejando nuestra gestión rondábamos los 3.700. En ese sentido, podemos decir que de alguna manera hemos aportado. Me alegra que Oswaldo Zambrana haya asumido. Ahora, mi trabajo específico son las relaciones entre la Federación Internacional y la boliviana porque presido la Zona 2.4.