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  • Diario Digital | sábado, 20 de abril de 2024
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Melannie rompe los estereotipos y es seducida por el deporte tuerca

Su padre la introdujo en el mundo del rugir de motores y la velocidad. Comenzó en el karting y ahora es navegante en automovilismo. Comparte su pasión por los coches con la mecánica y electrónica automotriz. 

Melannie rompe los estereotipos y es seducida por el deporte tuerca

Ingrid Melannie López Lehman (26 años) irradia belleza, fuerza y pasión en el mundo del automovilismo y se complementa con la reparación de los motores y el sistema eléctrico que, hasta hace poco, era una labor específica de los varones.

Con decenas de trofeos y medallas en su palmarés plasman ese reconocimiento al esfuerzo y dedicación al deporte de los fierros. Se complementa con la titulación en mecánica y electrónica automotriz, constituyéndose en una “deportista completa” en la especialidad. “Me gradué como mecánica en Infocal y como electrónica en el instituto Zeta”, dijo.

Melannie impulsada por su padre (Jaime López León) incursionó a los 8 años en las pruebas de karting, en las categorías 100cc y 6.5cc en los que se consagró subcampeona departamental y nacional. El circuito de Arocagua (karting) fue el escenario que le vio crecer en esta especialidad hasta los 15 años, para luego incursionar en el automovilismo.

“Mi papá corría en autos y viéndolo desde muy pequeña me nació la pasión por el deporte tuerca. Es por eso que comencé a los 8 años y me gustó la adrenalina en la pista”, dijo López.

Debido a su sagacidad y dedicación Melannie recibió la invitación de dos pilotos reconocidos en Cochabamba como Maximiliano Huanca y, posteriormente, Jhonny Román, este último varias veces campeón departamental y también cruzó la meta en puestos de privilegio en los nacionales.

“En 2018 comencé a correr en autos como navegante (copiloto) en la categoría R2B Libre apoyé al piloto Román, quien corrió diferentes torneos departamentales. Junto a él estuve en un nacional en 2018, en Punata, fue una gran experiencia”, acotó.

La deportista relata que el sentarse junto al piloto y con todo el equipo que implica este deporte provoca “mucha emoción y adrenalina al máximo”.

Aseguró que “no tiene miedo” y se desprende una corriente eléctrica por el cuerpo que “la emociona”. No descarta que en un futuro cercano pueda correr en un torneo local, pero como piloto.

La labor que realiza como navegante es saber leer e interpretar “muy bien” la hoja de ruta y evitar los errores. Además, saber coordinar con el piloto para identificar donde están las curvas cerradas y lugares donde se puede acelerar. “Si le dictas mal el trayecto puede pasar cualquier cosa”.

“Para tener el detalle de toda la ruta se hacen las pruebas de reconocimiento y se debe marcar el circuito, en algunos casos los pilotos resaltan con una piedra o pintura de  aerosol para identificar un sector de riesgo”, explicó.

Durante una competencia en poblaciones rurales, los pilotos tienen la tendencia a que se crucen en el camino animales (perros, pollos o burros), pero Melannie no vivió esta experiencia.

La valluna repara su vehículo antes de una competencia.La valluna repara su vehículo antes de una competencia.

“La única anécdota negativa es que en una competencia departamental que se realizó en el circuito de Cotapachi, en la primera vuelta uno de los amortiguadores reventó y eso obligó a dejar la carrera”, dijo.

“En Bolivia no hay pilotos mujeres que participan en los torneos locales o nacionales. Yo quiero romper ese estigma. Me gustan más los coches que las motos”, explicó.

Entre las virtudes personales está el reparar su motorizado sin acudir a ningún taller, pero para agarrar mayor experiencia en el rubro trabajó en diferentes talleres, sin embargo, debido a la pandemia de la COVID-19 tuvo que dejarlo, pero sigue en su domicilio.

“Como mujer da un poco de miedo estar entre los hombres, sobre todo, por el qué dirán. Los mismos hombres son susceptibles que está una mujer y tener cuidado. Si a alguna mujer le gusta este deporte que lo practique y haga lo que más le gusta”, aseguró con personalidad.

Entre sus propósitos personales está consagrarse a nivel departamental es la especialidad del automovilismo y, si fuera posible, e nivel nacional. Además de incrementar sus conocimientos en la mecánica y electrónica automotriz.